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Nick había invitado a Nadia y a sus amigos a una fiesta exclusiva que se celebraba en casa de su amigo
Sam, una mansión situada en las afueras de la ciudad. Para entrar necesitaban tener una tarjeta de invitación que Nick les había facilitado.

Al llegar, se quedaron sorprendidos por la cantidad de gente que había. Buscaron la cocina para ponerse algo de beber y acto seguido salieron al inmenso jardín para inspeccionar el lugar.
Había jóvenes bañandose con ropa en la piscina, otros bailaban ya ebrios por el jardín.
Buscaron a ver si encontraban caras conocidas, por el momento habían reconocido a algún que otro deportista de la universidad.
Se sentaron en el césped para poder disfrutar mejor del trago que estaban tomando, era la primera vez que les invitaban a una fiesta tan exclusiva.

̶ ¿Por qué no me escribes para decirme que estás aquí? ̶ preguntó Nick apareciendo por detrás de ellos.
̶ Pensaba que iba a ser más fácil encontrarte.
̶ Ha sido más fácil encontrar la cerveza ¿no?
̶ Lo primero es lo primero.- bromeó Nadia levantándose a saludar al chico.
̶ Venid, estamos allí.
Nick les guió hasta una sala dentro de la casa que parecía más Vip,donde solo se encontraban sus amigos y algunas animadoras.
̶ ¿Os atrevéis a jugar contra nosotros? Tenéis que meter la pelota en alguno de nuestros vasos, si lo conseguís bebemos, si lo conseguimos nosotros bebéis.
̶ Adelante, preparaos para beberos hasta la última gota.
̶ A nosotros se nos da bien meterla. ̶ vaciló Sam.

El juego estuvo entretenido, jugaron hasta que se les acabó la bebida a todos.
A medida que avanzaba la noche se iban sintiendo más cómodos, el alcohol había despertado en Taylor su lado desatado y salvaje.
La noche estaba siendo mejor de lo que se esperaban.

̶ ¿Vamos a por otra? ̶ le propuso Nick a Nadia. Ella asintió y le siguió.

- ¿Te lo estás pasando bien?
-Si. Tus amigos me están sorprendiendo.
-Te lo dije. Son buenos chavales. ¿Confías en mi?
- No mucho. ¿Tengo opción?
Nick sonrío perversamente, una sonrisa que hizo que el corazón de Nadia sintiese un hormigueo. 
-Ninguna. Toma bebe esto.
̶ ¿Qué es?
-Pruébalo.

Ella obedeció, cogió el chupito y  se lo bebió de un trago, sabía a rayos. Entrecerró los ojos y retorció la boca, no pudo evitar ponerse a toser.
Nick se echó a reír.

̶ Algo me decía que no podía confiar en ti.
̶ Tampoco era para tanto, eres una exagerada.
̶ Pues bebete tu uno.

Nick sin vacilar cogió la botella y bebió directamente.
̶ Estás loco Nick.
- De vez en cuando está bien hacer locuras y dejar de pensar tanto.
Los dos se echaron a reir con ganas.

- Nunca te hubieses imaginado en una fiesta como esta.
- No, la verdad que no.
- Me alegro que decidieses conocerme un poco más y ver que podemos ser amigos.
- Me has sorprendido. El capitán no es tan capullo como parece.
- La chica nueva no es tan rara como dicen.
- ¿Quién lo dice?
- La gente.
- Cuando dices la gente ¿Te refieres a ti?
- Puede ser.

Intentó golpearle en el hombro pero  la frenó la mano en seco. La cogió en volandas y salió corriendo con ella a cuestas.

̶ ¡Suéltame!

̶ No quiero que te hagas daño al intentar pegarme.
̶ Flipado, suéltame y verás lo que es bueno.

Nick la tumbó en el suelo y se sentó encima suya para evitar que se moviese. Ella intentaba deshacerse de él.
Los dos se divertían, jamás habrían predecido hacía unos meses que fuesen a conectar tan bien.

Nick retiró con delicadeza los pelos despeinados
que la cubrían la cara.
Algo estaba cambiando en su interior, esa chica había sacudido su mundo por completo, lo estaba poniendo patas arriba. Jamás había sentido tantas ganas de estar con una persona como con ella, era enfermizo. Quien iba a pensar que de entre tantas mujeres con las que había estado, era con ella con la que quería quedarse.

Bailando bajo las estrellas ( tituló temporal )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora