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El rechinido de las llantas como un sonido ensordecedor llenó el silencio del estacionamiento, del vehículo, el cuerpo de Nam-joon se bajó a toda prisa mientras escuchaba lejanamente la voz de su padre diciendo que estacionaría y lo alcanzaría en ...

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El rechinido de las llantas como un sonido ensordecedor llenó el silencio del estacionamiento, del vehículo, el cuerpo de Nam-joon se bajó a toda prisa mientras escuchaba lejanamente la voz de su padre diciendo que estacionaría y lo alcanzaría en unos minutos.

Ni lo que su padre le decía, ni lo que las personas hablaban o los quejidos de la gente le importó, él solo buscaba una cosa, a alguien, a Eun-ji.

Corrió en dirección a la recepción e insistente pidió información respecto a ella, si bien tardaron un instante en responderle luego de hacerle una serie de preguntas que Nam-joon evitó con enojo y desesperación, finalmente sabía donde estaba.

Corrió por los pasillos mirando los letreros rápidamente mientras se repetía a si mismo "urgencias", "urgencias". Y finalmente, había llegado a la sala, donde se encontró a Hyori apoyada contra una pared llorando en silencio y a Seok-jin sentado sosteniéndose la cabeza con las manos, mientras miraba al piso.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó irrumpiendo en el silencio.

Seok-jin lo miró permaneciendo en silencio y con los ojos rojos, por otro lado, Hyori se acercaba a Nam-joon con pesar, tratando de buscar consuelo.

—No nos han dicho mucho, solo que se había desmayado en el lugar del accidente y que había perdido mucha sangre. Posiblemente tenga alguna fractura, no lo sé bien —comentó lo que supo.

Nam asintió lentamente tratando de retener toda la información y consoló a Hyori quien permanecía llorando. Sin embargo, él estaba furioso.

La sala de espera nuevamente quedó en silencio por unos minutos antes de que un médico saliera del quirofano, era un hombre mayor que llevaba puestas unas gafas cuadradas de marco fino, su cabello era negro y algo canoso pero en su piel no habían muchas arrugas que delataran su verdadera edad.

Seok-jin se colocó de pie inmediatamente al escuchar que llamaban por los familiares de Eun-ji, sentía que su corazón se saldría de su pecho y la culpa le pesaba mucho más que antes. Discretamente, intercambió miradas con Hyori, antes de escuchar al médico.

—Tengo algunas novedades, la buena noticia es que pudimos detener el sangrado. Tiene una fractura en el brazo derecho y una contusión debido a los golpes recibidos en la cabeza, probablemente no recuerde lo que sucedió y por favor, deberían de tratar de no hacerle preguntas al respecto hasta que pueda ubicarse en espacio y tiempo —informó, Hyori sonrió mientras en su rostro había un poco de alivio al recibir aquella noticia.

Nam-joon por su parte también se sintió un poco aliviado, al menos ella estaba con vida.

—¿Y el bebé? —inquirió Jin, quien había permanecido en silencio y absorto en todo momento.

El doctor aclaró su garganta y dejó escapar un profundo suspiro—Lamentablemente, el fuerte impacto en su vientre ocasionó un desprendimiento prematuro de la placenta —Nam-joon cerró sus ojos fuertemente sabiendo lo que significaba—. Al parecer, esto ocurrió casi al instante en el que se produjo el accidente. En cuanto la paciente llegó, le hicimos todos los exámenes correspondientes pero ya era demasiado tarde para poder hacer algo, el bebé no logró sobrevivir, lo siento mucho.

𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐈𝐀 𝐈𝐃𝐄𝐀𝐋 | 𝐊𝐍𝐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora