Mal momento
Después de unas largas horas, la niña finalmente logró ver el pueblo de Beacon Hills, seguía igual como lo recordaba, seguía siendo el mismo pueblo.
—¿Podrías llevarme a la escuela de Beacon por favor? - pidió a la chica.
—Es una prepa, ¿No eres muy chica para entrar? - preguntó.
—No tanto, mis abuelos ya hablaron con él director.
—De acuerdo - la chica sin más que decir se dirigió a la escuela de Beacon Hills.
—Las clases no empiezan hasta mañana, que es lo que harás aquí? - preguntó Breaden bajando del auto.
—Tengo que meter mis papeles para entrar a clases avanzadas, en Forks estaba unos cuantos años adelantada. - Kate cerró la puerta del auto y dio unos pasos hasta que escucho la voz de la chica.
—¿Tienes como llegar a tu casa, no quieres que te espere? - la chica resulto ser muy amable después de todo.
—Yo... De seguro tienes cosas que hacer, ya encontraré la manera de llagar a casa - Kate no pudo aceptar la oferta al leer los pensamientos de la chica, la vida de ese tal Isaac estaba en sus manos.
—Nos vemos Breaden... Si te sucede algo no dudes en contactarme - Kate se despidió de un abrazo, lo que desconcertó a la chica.
—Hasta luego.
Sin más que decir ambas chicas tomaron rumbo por un camino diferente, Kate sabía que algo malo le iba a pasar, pero no podía interferir por el momento, pero más adelante todos sabrán sobre la llegada de la niña híbrida.
«Con Breaden»
Aquel desconocido se encontraba tirado en el suelo mientras era electrocutado por una chica para que esté deje de estar inconsciente.
El chico parecía estar herido de gravedad, la chica lo sostuvo en su hombro para evitar que este pierda el equilibrio, «Mi cuello»
—Es por las garras, así es como comparten los recuerdos...
—Pero no recuerdo nada - el chico cada vez parecía estar más exhausto.
—También es como los roban, escuchame, sin importar lo que pase resiste ¿Entendido?, tienes que resistir.
El chico se encontraba demasiado débil como para hablar así que solamente movió la cabeza en señal de acuerdo, la chica lo subió a una moto que ella estaba conduciendo, atrás de ellos venian corriendo dos chicos a gran velocidad y de gran tamaño; Isaac le advirtió sobre estos y aceleró lo que la llevó a meterse en un callejón sin salida, al no tener escapatoria lo único que pudo hacer era manejar hacia estos dos chicos y por algún milagro salir vivos, y así fue.