38.- Los animales de Beacon Hills
<Narra Kate>
Algo raro estaba pasando en Beacon Hills, lo del venado pudo ser cualquier cosa pero se que hay algo más.
Primer día de clases y ya todo iba mal, y no solo me refiero a las cosas típicas de los humanos como que hablen de ti por ser una niña de 14 años y esta unos cuantos grados avanzada, al igual que esas miradas criticonas, pero también está el hecho que haste el comportamiento de los animales es sumamente extraño.
Hablando de los humanos y recalcando lo raros que algunos pueden llegar a ser, no puedo superar el momento en el que entre, las reacciones de todos me mataban, ¿Jamás se toparon con alguien que tienen heterocromia? O mejor dicho, ¿Saben lo que es?, dejando eso de lado, detrás de esas miradas había algo más, unas miradas de confusión especialmente viniendo de esos dos chicos sobrenaturales.
«Flashback»
Después de hablar con el director y que por alguna razón me diera una espada o lo que sea como bienvenida, me dirigí hacia mi casillero.
—Novatos, cientos y cientos de novatos - La chica pelirroja de ayer se encontraba a lado de su amiga.
—Querrás decir carne fresca, Lydia tienen 14 años - ¿Carne fresca?, que, ¿a caso están en una sexta o algo así?.
—Uhm, algunos son más maduros que otros -
—Sabes esta bien, si estas soltera, concéntrate en ti un tiempo y esfuérzate por ser mejor persona - cada vez entiendo menos, tal vez debo dejar de escuchar conversaciones ajenas,¡Dios!, me estoy convirtiendo en el tío Edward.
—Allison te adoro, así que si necesitas hacer esa cosa de que la que hablamos sobre mi y pretendemos que no estamos hablando de ti esta bien, pero no quiero un novio...
—... Quiero una distracción - creo que ya entendí, por un momento pensé que se los comerian.
Dos chicos, para ser específica gemelos, caminaban por el mismo pasillo que yo ganándose la mirada de esas dos chicas, solo que en direcciones contrarias y con una mirada penetrante hacia mí persona.
—¿Hermanos? - preguntó Allison
—Gemelos...
Pase entre ellos dos rozando con sus hombros, y créanme, me arrepentí, no sólo por la manera en que me olieron indiscretamente, si no que los recuerdos de Breaden llegaron a mi mente, tenía que ir a verla.