𝐆𝐈𝐅𝐓𝐒 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐂𝐑𝐔𝐒𝐇 ✧️ yeonbin

↷Capítulo 36

—¡Ese maldito hijo de puta! —Beomgyu estaba más que enfadado con lo que había escuchado, y Soobin, él solo quería que su amigo dejase de gritar lo mismo, sentía que llegaría una de los empleados de aquella pizzería y les pediría que se retiraran por el desorden, esperaba que eso no sucediera.

—Beomgyu, ya cálmate un poco —mencionó el más pálido soltando el aire que retenida.

—¿Cómo puedes pedirme que me calme? —bufó—, Kihyun lo único que quiere es hacerte sentir mal, y además de hacer que no tengas una relación formal con quien quieres, es idiota, se merece cada uno de mis insultos. Así que no me pidas que calme ¿Entendido?

Soobin sabía que estaba mal pedirle a su amigo que se calmara, pero sabía que tenía que hacerlo, también por el bien de la salud de Beomgyu, no quería que algo malo pasara, ya tenía suficientes problemas. Kihyun debía tener su merecido, le agradecía tanto a Seokjin por haberle informado de la realidad, aunque ciertamente Soobin tenía una leve sospecha de la persona que había subido a la fotografía, por unos escasos segundos pensó en la posibilidad de que Yeonjun oo habría hecho, odia a Kihyun por haberle hecho creer en tal tontería.

—Beomgyu no comas, así te atragantarás.

—¡No me digas cómo comer! —Beomgyu dio un largo trago de refresco y volvió a colocar el vaso con algo de fuerza sobre la mesa—. ¿Seguro que no quieres que que sugiera a Kihyun como un posible donador de órganos cuando lo maté?

—No, y no lo matarás —suspiró—, ya no me interesa nada que tenga que ver con él, ahora tengo el pendiente de arreglar las cosas con Yeonjun.

—No deberías, ese idiota seguramente te ha estado mintiendo.

—No lo creo posible, Yeonjun es una buena persona, no creo que ese beso haya sido aprobado por él.

Para Beomgyu, tanto Kihyun como Yeonjun son un par de idiotas que han estado lastimando a su amigo, pero esperaba que el segundo no lo fuera tanto, ha estado todo este tiempo interesado en Soobin, la posibilidad de que Yeonjun no sea un farsante mentiroso que solo busca dañar a Soobin, era más probable.

—¿Te ha llamado?

—No, pero no creo que con una simple llamada esto se solucione, quiero hablar con él en persona.

—Comprendo —asintió Beomgyu—, vámonos, tenemos que regresar, Seokjin comentó que tenemos que celebrar aún.

—¿Celebrar? —Beomgyu dio un asentimiento—. ¿Sabes que es posible que rompa con él, verdad?

—Sí, pero hay que disfrutarlo, y es una buena excusa para desverlarnos un buen rato.

Soobin le dedicó una sonrisa a Beomgyu, definitivamente está en total acuerdo con eso.

Yeonjun estaba harto, el frío lo estaba calando hasta los huesos, pero la furia que sentía hacia Kihyun hacía que por lo menos dejase de importarle el clima en aquel momento. Había sido un poco difícil, pero había conseguido lo que quería; la información necesaria para encontrar a Kihyun, había ido a su departamento y le habían dado la sorpresa de que no se encontraba allí, si no que se encontraba en el centro comercial haciendo su trabajo de medio tiempo ¿Quién diría que ese estúpido trabajaba en una tienda de ropa? Seguramente hasta le ha de echar ácido a algunas prendas desagradables.

Por fin la enorme edificación apareció frente a sus ojos, soltó un suspiro, percatándose del vapor que salía de su boca, apretó sus manos en forma de puños y siguió su camino, no le importa si acaso llegaban a sacarlo del centro comercial, ahora mismo no pensaba con claridad para percatarse de los posibles problemas en los que se podía meter, y no le interesaban de todas formas.

Sus pasos iban cada vez más rápidos, yendo directamente a la escalera eléctrica, empujando personas sin disculparse para darse paso por los escalones, hasta llegar al primer piso y caminar por los pasillos lustrosos de color marfil, sus ojos analizaban cada uno de los letreros que se encontraban allí, leyendo cuidadosamente para después dar en él lo que estaba buscando, odia esas tiendas desde ahora por la simple razón de contratar a ese tonto.

Y entró, el ambiente era mucho más cálido allí, había pocas personas. Buscó con la mirada hasta que por fin dio con aquella cabellera que se había memorizado solo para matarlo ahora mismo.

Caminó a pasos rápidos, las personas no lo estaban ni siquiera mirando, así que era la oportunidad perfecta.

—¡Oye! —exclamó el peli azul llamando la atención de quien estaba acomodando algunas playeras, cuando Kihyun pensaba que sería solamente un fastidioso cliente y volteó su sonrisa se borró por completo.

—¿Tú? ¿Qué carajos quieres?

—Vine a darte un regalo —Yeonjun mostró una amable sonrisa. Kihyun elevó una ceja confundido por aquello.

Cuando iba a hablar, Yeonjun levantó su mano y estrelló su puño justo en la nariz de Kihyun, haciéndolo caer con las prendas de ropa que tenían en manos, además de caer encima de otras ropas. Las personas que se encontraban más cerca se sorprendieron al ver la acción del peli azul, quién sobo la mano con la que había dado el golpe.

—¡¿Qué demonios te pasa?! —Kihyun posó su mano por su nariz y vio las gotas de sangre, además sentía que por aquel golpe inclusive le había dado en la boca, pues le sabía a aquel líquido vital que recorría su cuerpo.

—Eso te pasa por querer separarme de Soobin, ni creas que dejaré que te le acerques de nuevo —Kihyun sentía cómo parte de su rostros seguía palpitando, demonios sí que dolía—, espero haya sido de tu agrado mi regalo, hasta nunca.

Y sin más, Yeonjun comenzó su camino de vuelta, ni de broma iba a esperar a que Kihyun reaccionara para golpearle, no quería verse mal, tenía que ir a ver a Soobin y aclarar todo lo que ha pasado, y por supuesto llegar con golpes recientes sólo haría que Soobin se asustase y lo reprendiera por lo que hizo, y ciertamente no estaba arrepentido, esperaba que con ese golpe le haya roto la nariz a ese tarado.

‏‏‎
‎ ‏‏‎
‎ ‏‏‎
‎ ‏‏‎
‎ ‏‏‎
‎ ‏‏‎