― ¿quién te dejó hecho mierda, trencitas? ― preguntó nahoya caminando hasta dónde se encontraba el haitani mayor. a paso lento debido al dolor descomunal que sentía en su pierna derecha a la par que se limpiaba el labio roto. ― ¿no qué muy macho alfa?
una suave risita resonó de los labios ensangrentados y rotos del príncipe de roppongi al ver acercándose al chico que desde pequeño le había robado sonrisas y lágrimas, momentos felices y momentos tristes. ese pequeño niño que lo enamoró desde que era niño, sabía que estaría en la pelea pero no creía que se lo encontraría. no eran particularmente amigos desde un incidente en una fiesta.
― ¿qué haces acá, nahoya? ¿vienes a saldar cuentas viejas? ― preguntó con extrañeza en su voz, no es que no quisiera verlo, al contrario le alegraba verlo después de varias semanas pero no creía que era en estas circunstancias. ― no creí que fueras de los que ven la mínima ventaja y aprovechan..
― no soy igual que tú, imbécil, sé cuándo caer bajo y cuándo no. ― al estar cerca del cuerpo del más alto se agachó a su altura sacando de unos de sus bolsillos unas curitas y un poco de algodón ya remojado en alcohol.― venía a ver cómo estabas.. ya sabes, humanidad en viejos conocidos.
la cercanía de ambos cuerpo fácilmente descontroló la respiración de ran que luego de semanas pudo ver a detalle el hermoso rostro que poseía el gemelo, sus pequeñas pecas adornando su nariz y parte pequeñas de sus mejillas infladas, sus largas pestañas moviéndose al viento que daba en aquella zona y sus labios rosados que estaban un tanto manchados de sangre ya seca.
― ¿humanidad en nahoya kawata? ¿el mismo que juró matarme luego de pegarle a su pequeño hermano?.. es sorpresivo. ― siseó cuándo el alcohol hizo contacto con su dañada piel provocando un quejido que luego pasó a ser una risita. ― ¿te lastimaron mucho..?
aunque a nahoya las cosas humanitarias no fuera especialmente eficiente o incluso candidato para hacerlas cuándo su hermano menor llegó hasta dónde se encontraba él ayudando a un cuatro ojos algo malherido no dudó en ir a buscar a ran a pesar de las muy claras diferencias y el muro que construyó entre ambos, su corazón.. aún palpitaba como loco cuándo se trataba de ran haitani y todo lo que estuviera involucrado a él y no dudó en ir a buscarlo y ayudarlo, su corazón se lo demandaba a fuerzas al igual que su mente.― no.. no importa. lo primero que debo hacer es curarte y ponerte a salvo. ― contestó evadiendo las preguntas concentrándose en limpiar el hermoso y perfecto rostro del chico contrario. ― mira como te dejaron la carita... ― aunque procuró no decirlo en voz alta y ni siquiera decirlo realmente, era un pensamiento que salió de forma inesperada de sus labios causándole un fuerte rubor en sus mejillas raspadas. ―
las mejillas de ambos se pintaron con fuerza y decidieron no decir nada más al respecto, sabían que si hablaban la cagarían y lo que menos querían era que el momento tan íntimo acabara.( . . . )
no muy lejos de allí estaba rindō con souta agarrados de la mano mientras veían la escenita tan tierna en palabras de souta y tan ridícula en palabras de rindo. ambos ya estaban listo para irse de ese lugar, la pelea de bonten contra tokyo manji había acabado y ya todos se estaban yendo.
― ¿nos vamos o los esperamos..? ― murmuró el bicolor cerca de la oreja del más pequeño mordiendo su lóbulo en un pequeño jugueteo. ― yo tengo muchas ganas de bañarme, limpiar mis heridas y besa-.
― la mano pequeña y cálida del peliazul tapó la boca de su novio impidiéndole terminar la frase.― shh, rindō. míralos, están a nada de besarse... ― murmuró con una tenue sonrisa en sus labios, anhelaba que su hermano no se privara más de sus sentimientos y por fin pudiera hablarle a ran sobre lo que su corazón sentía hacía él. ―
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𝗹𝘆𝘂𝗱𝗶 𝗶𝗻𝘃𝗮𝗹𝗶𝗱𝘆 ︙ 𝗿𝗮𝗻𝗹𝗲𝘆.
Fanfictionㅤㅤㅤ⌕̠͘ 》 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼𝘀 𝗼 𝗹𝗮𝗿𝗴𝗼𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗹𝗮 𝗼𝗿𝗾𝘂𝗶́𝗱𝗲𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗼𝗽𝗽𝗼𝗻𝗴𝗶 𝘆 𝗲𝗹 𝗹𝗶́𝗱𝗲𝗿 𝗱𝗲 𝗦𝘂𝗴𝗼𝗮𝗸𝘂. › ⋆ ( 𝗹𝘆𝘂𝗱𝗶 𝗶𝗻𝘃𝗮𝗹𝗶𝗱𝘆 ) ⋆ ╱ #紫とオレンジ. ㅤㅤㅤ#𝗿𝗮𝗻...