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ren no esperaba encontrarse con algunos policías en la segunda salida de aquella gran casa. a los lejos divisó unas cuantas patrullas de la policía japonesa que estaban probablemente esperando algún indicio de fuga del criminal que estaban buscando. tomó con fuerza la mini uzi bajando la ventana, apenas los agentes miraron aquél auto supieron que se trataba de alguna persona al margen de la ley y aún más si estaba saliendo de aquella propiedad.
― escúchame bien, señor abogado, necesito que se agache lo más que pueda. ― habló ren tratando de lucir tranquilo, no quería alarmar aún más.―
― ¿qué mierda está pasando? ― preguntó mirando por la ventana el azul y rojo de la patrulla. sus ojos se abrieron y sintió miedo.― ¿¡acaso piensas enfrentarte a ellos?!
gritó pavoroso mientras sostenía con ambas manos la pistola, aunque sabía usarla no era fanático de ellas. él jamás pensó estar en una situación así, ¿dispararle a un policía y huir de la escena de un posible allanamiento?, dios, quería vomitar.
― ¡si es necesario, sí! ― gritó de igual forma sacando su mano por la ventana empezando a disparar hacía ellos.― ¡agachese!
pidió aumentando la velocidad del auto, llevándose arrollado a un oficial que buscaba frenarlo, el sonido del impacto del auto chocar contra el cuerpo para nahoya fue lo peor, el sonido que provocó quizá los huesos de esa persona retumbaron con fuerza sus oídos. algunos tiros en dirección a donde estaban también estaban presentes, ren disparaba con agilidad y valentía... él ni podía abrir los ojos.
no duró mucho aquél violento ambiente, el sonido del motor aumentó anunciado que la velocidad había incrementado considerablemente, un disparo rompió la ventana trasera dejando caer los vidrios en la espalda del gemelo, ganándose un quejido de asusto por parte de él.
― ¿se.. se encuentra bien, señor?― ren miró por el espejo retrovisor izquierdo buscando comprobar que había perdido de vista a sus enemigos. ― ¿alguna bala lo alcanzó?
aunque ninguna bala impactó en su cuerpo, la bala emocional que impactó en su cabeza y el ruido que le provocó fue aún peor. él esperaba todo menos esta situación, sabía que era un índice elevado por qué.. ¡mierda, estamos hablando de ran haitani! ¡un puto narcotraficante!
― dile.. a ran que se puede pudrir en el infierno...― habló segundos después acomodándose en el mueble tratando de asimilar todo lo ocurrido, sus manos temblorosas recogieron sus largas hebras en una coleta.― ¿ya.. ya salimos de peligro?
― sí, despreocúpate por eso. ― una pícara sonrisa se dibujó en los labios de re y nahoya sintió deseos de morir por lo descarado y cínico que se vió. ― ¿primera vez?
― y última. ― cortó nahoya, acomodó su antebrazo en sus ojos buscando tranquilizarse. ― ¿cómo mierdas viven así?, esperando que en algún momento les caiga la federal o algún cuerpo policial.
― es más sencillo de lo que crees, señor abogado. ― masculló ren doblando por una esquina, su vista aún puesta en el camino aunque ocasionalmente miraba al chico en el asiento trasero. ― cuando sabes que tu vida es una mierda y estás en este mundo, estás consciente que puede acabar en cualquier momento. ― un suspiro escapó de nahoya, abrumado por todo y nada, su mente estaba en un lío.― la hora y la circunstancia de como morirás pasa a segundo plano y solo piensas en que no debes dejarte matar por algún policía.
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