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el grito llamándolo hizo voltear a nahoya con evidente confusión, su rostro detonaba entre asombro y preocupación, con todo lo ocurrido debía estar atento hasta a lo más mínimo que estuviera ocurriendo frente a sus narices pero solo se encontró con su gemelo, que venía corriendo en su dirrección mientras era escoltado por alguien más, aunque su atención no podía quitarse de su hermano.
¿que hacía allí? ¿acaso rindō lo mandó a cuidarlo o que diablos? ¿por que hoy todo estaba saliendo para la mierda?
― ¿que haces aquí, sou? ― preguntó apenas su hermano estuvo delante suyo, llevando su mano hasta la mejilla sonrojada por el bochorno. ― ¿estás bien, te pasó algo?
las interrogantes brotaban de su mente convirtiéndose rápidamente en preguntas formuladas con clara preocupación aunque souta no tenía ningún indicio de alguna agresión física o bueno que él viera por encima no.
― ¿dónde está rindō? ¿te hizo algo? ― cuestionó nuevamente, llevando su otra mano hasta la mejilla desocupada de su hermano, apretando ambas sin mucha fuerza.― ¡habla, souta!
― ¡estoy bien! ― respondió histérico el menor llevando sus manos también a los mofletes del mayor.― pudiera hablar si me dejaras abrir la boca siquiera, nahoya.
la conversación entre hermanos se vió interrumpida por ren quién miraba con preocupación a todos lados, sabía que debía ser cuidadoso, pues ahora no solo estaba cerca del joven nahoya si no también estaba presente el joven souta.
aunque confiaba plenamente en la elección del jefe rindō en mandar a kaito como guardaespalda de él, era certera bajo su criterio. aunque no tuviera la mejor relación con myoga kaito.
― lamentamos interrumpir este bello encuentro familiar..― la voz de ren resonó en voz baja mientras trataba de cubrir el cuerpo de los abogados evitando que fueran visibles. kaito imitó su acción. ― pero.. no es el sitio adecuado para que hablen y mucho menos estén parados aquí. necesitamos escoltarlos hasta la habitación que se les preparó.. fue algo apurada pero sé que fue la mejor elección de los señores haitanis. ― explicó con rapidez pero lo suficientemente explícito para que se entendiera.― kaito está a cargo de la seguridad del abogado souta y yo de la suya, señor nahoya, por lo que les ruego que nos sigan.
los gemelos miraron a los guardaespaldas queriendo añadir algo más; como por qué rindō y ran tenían preparado algo así, el cómo estaba rindō o incluso si alguno de ellos sabía de la condición actual de ran.
si aún vivía o había caído bajo las balas que tuvo ese cruce de la ley y el cartel pero también sabían que ellos estaban diciendo algo muy cierto, actualmente hasta hablarle a una anciana podría contraer consecuencias y podría ser riesgoso para su bienestar.
nahoya tomó de la mano a souta caminando hacia dentro del complejo de apartamentos, aludiendo que debían tomar lo más rápido para llegar a donde sería su habitación, el ascensor.
