Capítulo 37

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Ante esa acción de Ronald y sus palabras de coqueteo, Matilde no puede evitar sonrojarse. Pero rápidamente regresa su color, y como ya no siente cerca a Ronald, logra escuchar sus pasos, un chasquido de sus zapatos a distancia como dirigiéndose a la puerta que se encuentra entre abierta, escucha como si la hubiera cerrado y se pone más nerviosa, en estado de perplejidad.

Pasan algunos segundos y se pone tan nerviosa que se levanta de la silla y da la vuelta y él se interpone poniendo rápidamente las manos de él en la espalda de ella, haciendo que sus cuerpos y rostros queden muy cerca, intercambiando miradas.

- No irás a ningún lado- dice él en voz baja

En la sala
Está Natasha acercándose paso a paso dándole la espalda a las escaleras, mira fijamente la puerta de la oficina fulminándola

- ¿Por qué se tardarán tanto?- se pregunta acercándose más rápido allí, así que no duda más y abre la puerta rápidamente, interrumpiendo por completo

Ante el impacto, Matilde y Ronald se asustan y voltean a mirarla

- Ay, perdón, ¿interrumpí algo?- pregunta ella en un tono de pena tapándose la boca con una mano mientras se va acercando a ellos

Ronald mira a Matilde que se vuelve a sentar nuevamente incómoda, mirando hacia alguna zona del escritorio

- Em...- balbucea Ronald acomodándose el traje, también incómodo- dime Nata, ¿qué necesitas?

- Quiero hablar contigo- dice Natasha en un tono suave y Matilde revira volteada- ¿podemos hablar, a solas?

- Bueno, pero que sea rápido- dice él yéndose rápido cerca de su asiento quedándose parado con una mano apoyada sobre el mismo

Natasha mira a Matilde de reojo hacia abajo y hace una pequeña sonrisa- ¿Me das un permiso querida?

- Sí- dice Matilde y se levanta un poco rápido, Ronald la observa un poco triste él y ella se dirige a la puerta

- Luego hablamos Matilde- dice Ronald antes de que ella salga y ella sale

- Mi vida, necesito dónde quedarme por algunos días ya que,- suspira- en mi departamento donde yo vivo, no me llevo muy bien con mi madre, es decir, no nos sabemos entender entonces las discusiones y todo eso, aparte me siento sola porque no tengo amistades por allá cerca- dice lo último levantándose y yendo hacia él

En la escuela, en la cancha
La profesora con quien les tocaba, vio a los chicos riéndose de las locuras de Brian y Andrés

- Jajajaja- dice la profesora seria con sarcasmo, acercándose a ellos- qué chido ¿no? Faltar a la clase para estar haciendo... LOCURAS, por ahí.- todos la miran sin hallar qué decir; la profesora tiene una libreta agarrada con los brazos, así que la revisa- ¿Dónde están... Mariela, Ximena, Marcos, Edward y Dylan?- pregunta leyendo la lista y alza la mirada con los ojos medio caídos

En el patio
Llega la profesora con el grupo de Anny detrás de ella

- Señoritas y caballeros, ¿ustedes por qué no entraron a clases?- dice la profesora y enarca una ceja

- Es que, profesora, disculpe,- dice Mariela- estábamos ensayando para una obra- dice Mariela y la profesora interrumpe

- Eso se hace en su debido momento. Están castigados.- los mira bajando la cabeza después de la última frase con los ojos medio caídos- Eso va para todos ustedes que faltaron a mi clase- dice dando menos de media vuelta y volteando a mirar al grupo de Anny que estaba atrás suyo

- ¡¿QUÉ?! - exclaman todos sorprendiéndose arrugando las cejas y sus labios entre abiertos

Luego, ambos grupos, entran a su salón solos. Y, estando la profesora afuera, esperando a que terminen de entrar, los encierra instantáneamente.

Anny y el Camino a la Verdad [Novela Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora