—... ¡Claro! —responde Mariela cambiando el semblante para disimular— ¿Qué podría estar mal?
—Puedes contarme lo que sea. Aunque si te molesta no te voy a obligar a que me digas.
—No es nada —dice Mariela a fin de hacerle creer que son ideas de Anny, mientras recuesta su espalda y cruza las piernas.
—Bueno, está bien —cedió, y luego suspira.
—A ti sí te ocurre algo —asegura Mariela asintiendo al observarla un poco—. ¿Te sientes... frustrada? ¿Agobiada? Anny,... —se levanta del espaldar y pone los brazos en sus piernas— ¿cómo te has sentido al saber la verdad de tu pasado?
—Eh... aún es un poco difícil asimilarlo para mí, pero... perdoné a Matilde y, en realidad quiero descubrir más a fondo sobre lo que sucedió.
—¿A qué te refieres exactamente? —pregunta Mariela con cara de curiosidad.
—Es que supe que mis papás biológicos fueron asesinados y yo quisiera descubrir quién o quiénes fueron —contesta con voz de misterio.
—Pero... eso sí sería muy arriesgado, ¿no crees?
—Lo creo, Mariela, pero también quisiera saber más sobre mis padres. El señor Ronald,... nuestro padre, (aún no me acostumbro a esto) —murmura lo último dicho— me contó un poco acerca de ellos, de cómo era mi mamá en sus características y las cosas buenas que hacía. Mariela, ella era cristiana y puede que en ese entonces me llevaba a la iglesia donde probablemente se congregaba —la impresión de su hermana se hace notar al reaccionar boquiabierta.
—¡Y yo no sabía nada de eso! Mi papá nunca me contó nada de eso, sólo me dijo muy mínimos detalles. Pero quiero contarte, que semanas atrás, antes de que te enteraras de todo, iba pasando por el pasillo del segundo piso; saliendo de mi dormitorio, empecé a escuchar murmullos que venían de la habitación de papá (me dio vergüenza acercarme porque sabía que Matilde y papá estaban juntos ahí) —Anny pone cada vez más atención a lo que relata su hermana—, pero después pensé bien la situación y decidí acercarme a la puerta para intentar escuchar. Cuando ya estaba con mi oído pegado a la puerta, oí que papá y mamá hablaban sobre una adopción.
»Oí que mamá hablaba de que tenía miedo de que tú te enteraras por cualquier otro medio o que si te decía tú nunca la perdonaras.
—¡O sea que, ¿tú ya sabías?! —interroga Anny asombrada.
Entretanto que conversan, Clarissa sale de la cocina con los 2 vasos de agua para ellas, caminando rápido.
—Yo estaba sospechando mas no estaba entendiendo con claridad lo que escuchaba, por eso preferí callar a decir algo y cometer una imprudencia —responde Mariela un poco pálida y cuando Clarissa llega hasta ellas, ambas agradecen al tomar sus vasos, y la mayor se retira para que puedan seguir platicando, pues habían pausado.
—Pero yo sí la perdoné, me costó pero la perdoné —habla Anny después de que Clarissa se había ido—, porque me di cuenta de que la quiero y mi vida lejos de ella no tiene el más mínimo sentido; gracias a ella estoy bien criada, bien cuidada, y gracias a que Dios la usó a ella, estoy nuevamente en mi antiguo hogar, donde fui criada en mis primeros años de vida junto a mis verdaderos padres que Dios los tenga en Su Gloria —explica tratando de ponerse en el lugar de su madre.
—Amén, tienes razón, Anny —responde con una sensación de tranquilidad, asintiendo.
—Doy gracias a Dios porque también te cambió a ti como se lo pedí, y porque ahora nos estamos empezando a querer como si fuéramos hermanas de la misma sangre —dice Anny con un semblante feliz.
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Anny y el Camino a la Verdad [Novela Cristiana]
Teen FictionElla se muda a otro país donde conoce a sus amigos y tiene que enfrentar pruebas difíciles, pero descubre algo que la lleva a conocer el camino de la verdad y acercarse más a Cristo, y tendrá el anhelo de conocer el propósito de Dios