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-Luck... Por favor DETENTE!

-No quiero, porque esto es África!
SAMINAMINA EH EH
WAKAWAKA EH EH
SAMINAMINA SAMINAREWA
PORQUE ESTO ES ÁFRICA.

-Ni siquiera lo dice bien...

Lo que comenzó con un simple reto entre amigos terminó en algo insoportable por parte de Luck Voltia, el sonriente miembro de los Toros Negros que no paraba de cantar a todo pulmón canciones que no conocia pero las había escuchado por ahí.
Las personas que caminaban cerca de él lo miraban con una mala cara, y susurraban que definitivamente ese chico se había vuelto loco.

-Vamos Noelle, canta conmigo!

-La princesa no se prestaría a esa clase de juegos –Habló con seguridad Magna.

-No me se la letra de ninguna de esas canciones, aparte que muchas son vulgares –Respondió Noelle mientras pasaba su mirada en un pequeño carro comercial que tenia algunas Joyerías.

-Asi que si te atreverias a cantar –Asta pasó sus manos por la cintura de Noelle abrazandola por la espalda. -¿Me cantarias algo solo para mi?.

Mientras las mejillas de Noelle se sonrojaban hasta no poder más, sus amigas y compañeras de Orden miraban enternecidas la escena.
Tanto como Asta y Noelle no habían afirmado que clase de relación llevaba y eso daba confusión a sus amigos pero la verdad era que ni siquiera ellos sabian que eran realmente.
Noelle sabia que debian salir de la zona de mejores amigos mientras que Asta no sabia como llevar todo eso, nunca en su vida habia experimentado lo que era realmente estar enamorado y que fuera correspondido ese sentimiento.

Las personas en la capital miraban asombrados el trato y cercanía que estaban llevando Noelle y Asta, dos personas de distinta clases sociales estaban coqueteandose entre si cada vez que podían. Seguramente todo se divulgaria por todo el Reino.

-Asta! Comparte a Noelle, que mal amigo eres! –Gritaba Luck en forma de berrinche -Ella y yo quedamos en ver algo sobre nuestras magias y tú no la sueltas desde que salimos de la base.

-No seas lloron, Luck –Habló Finral sosteniendo dos bolsas que tenían objetos comprados por Vanessa.

-Le prometí eso, Asta –Noelle quito lentamente los brazos de Asta de su cintura y giró para verlo. -Estaremos cerca de aquí, así que al rato nos vemos, si?.

Con una ligera sonrisa Asta asintió y quiso acercar sus labios a los de ella pero Noelle lo detuvo colocando una mano en los labios de él.

-Aun no podemos hacer eso en publico, Tonto –Habló el susurro Noelle para luego darle un beso en la mejilla de Asta y alejarse lentamente de él siendo arrastrada por Luck.

-Veo que te trae loco, no? –Preguntó de manera divertida Vanessa –Mis dos pequeños crecen tan rápido, en poco tiempo harán bebés!

-Vanessa no digas así aquí! –La regañó Finral al imaginar por alguna razón la situación.

Los minutos comenzaban a pasar demasiado lentos o así lo veía Asta al estar lejos de Noelle.
Cada integrante de la Orden de los Toros Negros comenzó a disolverse en cada puesto que veían en la capital, cada uno queria algo distinto para darse un gusto luego de haber recibido su paga de caballero mágico.

Asta caminaba de un lado a otro, nada llamaba su atención y eso era bastante raro ya que usualmente todo llama su atención aun siendo ridículo eso.
De pronto Asta se detuvo y quedó su mirada fija enfrente... Enfrente de él habia un enorme puesto de distintos peluches de felpa. Una ligera opresión comenzó a sentirse en su pecho sin saber la razón de eso.
Yuno estaba en ese mismo puesto, tenia un enorme conejo de peluche color rosado en su brazo mientras al parecer pagaba al vendedor. Una idea negativa apareció en la mente de Asta, él sabia que Noelle adoraba los peluches y sobre todo los de forma de conejo ¿Acaso Yuno estaba por regalarselo?.
La opresión en el pecho de Asta aumentó un poco más... Estaba celoso y con miedo de que su rival pudiese quitarle a la mujer que amaba.

ꨄ︎𝐀𝐒𝐓𝐄𝐋𝐋𝐄ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora