Las pesadillas continuaron para Obito quien despertaba a mitad de la noche sudando a mares y respirando de forma acelerada. Sakura había sido una espectadora, por tanto, había permanecido en silencio hasta que no pudo aguantar más y preguntó.
– ¿Sueñas con Rin? – Obito cerro sus ojos y asintió mientras pasaba su mano por su cara removiendo el sudor– ¿Por qué te atormenta? – La voz de Sakura sonaba molesta
– Porque me siento responsable de su muerte y de otras más– respondió rápidamente, por su mente paso el rostro de su maestro Minato y Kushina, la pelirosa abrió sus ojos ante el comentario.
– Ya veo... de alguna forma estas canalizando tu sentimiento de culpa – ella esbozo una fingida sonrisa – Sabes ... creo que me hace sentir tranquila tengas conciencia de tus actos – Obito se giro a verla directo a sus ojos, no entendía que estaba diciendo la pelirosa – Estas vivo... tienes que buscar la forma de perdonarte a ti mismo haciendo el bien por los que seguimos aquí, tienes que encontrar la forma de enmendar el daño hecho, yo te puedo ayudar – Sakura acarició la mejilla del azabache, incluso en esos momentos donde ella podría despreciarlo por el asesino que fue ella le brindaba su apoyo, Obito cerro sus ojos reconfortándose por la caricia brindada.
Los días pasaban y Sakura no podía obviar ese mal presentimiento, no sabía que era exactamente, pero algo en sus entrañas se retorcía al pensar en Obito, llevo su mano al pecho y sintió los latidos del corazón rápidos y coordinados dando cuenta que su cuerpo reaccionaba ante esa sensación molesta.
– Obito- gimió, sabía que el sufría en silencio y aunque ella le diera todas las caricias y palabras del mundo no era suficiente. El estaba roto y le dolía pensar que su amor no era suficiente para sanarlo. En ocasiones ella lo miraba con disimulo y podía verlo contemplando a la nada, parecía estar ausente y de seguro en su mente recordando cosas del pasado, totalmente perdido en él sin saber que el mundo seguía avanzando a su alrededor. Ahí estaba ella observando a Obito Uchiha .
– ¿Estás conmigo? – pensaba ella al verlo inmóvil y meditabundo. Ella se acercó al cuerpo inmóvil de Obito y toco suavemente su hombro, el se sobresalto al tacto indicando que efectivamente estaba sumido en sus pensamientos.
– ¿Qué piensas Obito? – pregunto con interés mientras se sentaba en el regazo del joven, este sonrió levemente y beso la frente de la pelirosa.
- En nada importante – respondió en forma neutral, ella sabía que mentía y aunque le dolía también le enojaba, arrugo el puente de la nariz ante el comentario.
– No te creo- respondió mientras se apartaba violentamente del Uchiha.
En el trabajo Sakura parecía más distraída de lo usual. Se encontraba realizando las anotaciones de evolución de los pacientes en sus respectivas fichas, se detuvo porque el recuerdo de Konoha la asalto de improviso. Las risas de Naruto se formaron en su imagen mental, Kakashi leyendo su libro pervertido e incluso el rostro indiferente de Sasuke, suspiro con pesadez. Quizás debería visitar Konoha, ella podía hacerlo cuando quisiera, pero tenía miedo de ir y al regresar no hallar a Óbito era un pensamiento tonto, no era opción pedirle la acompañara, pero llevaba mucho tiempo sin saber de su aldea y la idea comenzó a circular constantemente.
Lo había decidido, le diría a Obito que la llevara a Konoha, con su Kamui sería más rápido. Necesitaba ver a los suyos, él lo entendería. Pensaba dándose ánimos positivos.
Ya había terminado el turno del día, se despidió de su compañero y partió rumbo a su hogar, quería hablar con Obito sobre su viaje a Konoha por lo que acelero su paso.
- ¡Estoy en casa! – anunció la pelirosa mientras realizaba su rutina, al finalizar busco con la mirada a Obito y se dirigió a la cocina. Obito no estaba – ¿Obito? – alzo la voz

ESTÁS LEYENDO
Yandere (Obisaku)
RomanceHabía sobrevivido a esta guerra, pero el futuro que le aguardaba era probablemente más oscuro que la misma muerte: Humillación, soledad y tristeza. La quería para él. Sabía que era mucho pedir pero no deseaba sumergirse, nuevamente, en el abismo, qu...