Sakura corrió tan fuerte le permitieron sus piernas, se detuvo en un lugar con una hermosa vista, en otra situación habría disfrutado del paraje. La muchacha intento regular su respiración mientras les daba un sentido a las palabras de Kakashi.
Dijo...que no puede verte
- Obito ... ¿por qué? – se preguntó así misma pero no encontraba respuestas y no tenia sentido se negara verla, estuvo unos minutos debatiendo que hacer – ¡No, ya basta! No me conformaré con un no, no he venido desde tan lejos solo para llorar y conformarme con palabras que no me ha podido decir a la cara – Sumida en el inconformismo de las palabras de Kakashi, la pelirosa regreso al lugar con un solo objetivo en la mente.
Kakashi se alarmo al verla, supo de inmediato que tramaba.
- Sakura...no... espera – trato de interponerse en su camino.
- A un lado -Lo empujo mientras avanzaba hacia el lugar donde sabía se encontraba Obito, ella no se iría hasta que el mismo le diera sus motivos.
Ella se paró frente a la puerta en la que hace unos minutos atrás había estado Kakashi, golpeo tímidamente.
- O...Obito- llamo suavemente pero no hubo respuesta – Obito – alzo un poco más la voz- sin respuesta ni ruidos en su interior- decidió girar la manilla y comprobó que ya no se encontraba, apretó los puños ante la desoladora vista.
- Vamos a la posada, debes comer algo, te prometo regresar– La mano de Kakashi sujetaba el hombro de Sakura, ella se giró y asintió en silencio.
Regresaron en silencio a la posada, Sakura se dio una larga ducha para relajarse, pero no probo bocado, su estómago estaba demasiado tenso y no le permitía alimento alguno. Kakashi observo por la ventaba como unas nubes se movían con rapidez, indicando que esa noche llovería, decidió salir y hacer algunas averiguaciones sobre donde se encontraba Obito, ese estúpido debía entrar en razón no podía actuar como si desconociera a Sakura.
Sakura se encontraba sentada mirando como comenzaba a llover, las gotas partieron tímidas para luego caer con intensidad, cualquier persona que diera un paseo en este momento quedaría empapado inmediatamente. Era una mala noche para salir.
- Sakura- la llamo Kakashi- Vamos, ya se dónde se encuentra Obito –
Sakura se levantó de inmediato y siguió al hombre del cubrebocas, ambos salieron a la lluvia, no traían atuendos para cubrirse del aguacero, pero a ella no le importaba el agua o el frío solo quería respuestas de la boca de Obito.
Después de unos minutos de caminata ambos llegaron a la vieja escuela de la isla, la puerta estaba cerrada, pero de las ranuras imperfectas se escapaba el calor y luz del interior, indicando la presencia de alguien, ese alguien; Obito.
Sakura camino lentamente hacia la puerta, golpeo dos veces; cada golpe que dio se sintió como una sacudida a su corazón.
- Obito... - él estaba de espaldas mirando el fuego, se sobresaltó ligeramente al escuchar la voz de la joven mujer – Obito...Obito...- repetía – ella podía escuchar el ruido del fuego y como alguien lo movía, se estremeció al imaginar a Obito, a su Obito, tras ese trozo de madera.
- Obito, lamento... buscarte así pero... ¿por qué ...no me has buscado? quiero verte ¿por qué no podemos continuar como estábamos antes? ... por qué ... – Sakura hablaba en forma entrecortada y un poco desorganizada, su cara estaba empapada al igual que su ropa producto del intenso aguacero.
- Vete ya, por favor- escucho unas palabras tras la gruesa madera, las cuales la mortificaron, pero no lo suficiente para seguir hablando.
- Esperaré aquí ... Te esperaré entonces -respondió la joven intentando sonar firme mientras sentía que su corazón se agrietaba tras cada segundo que pasaba.
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Yandere (Obisaku)
RomantiekHabía sobrevivido a esta guerra, pero el futuro que le aguardaba era probablemente más oscuro que la misma muerte: Humillación, soledad y tristeza. La quería para él. Sabía que era mucho pedir pero no deseaba sumergirse, nuevamente, en el abismo, qu...