15. RELACIÓN

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Totalmente diferente a lo esperado socialmente, sin embargo, los dos estaban dispuestos a estar juntos y que esos incipientes sentimientos o atracciones se transformaran en algo puro que llenara aquellos momentos oscuros del pasado.

Sakura inicio labores como médico en el pequeño consultorio del pueblo, Obito al ver que Sakura tenía rutinas diarias no quiso quedarse atrás, por ende, le pidió a la señora que ayudaba con los quehaceres del hogar solo ayudara dos veces por semana, tampoco iba arriesgarse a perecer por inanición o intoxicación. De esta forma, intento comenzar a cocinar para su pelirosa y él.

– ¿Cómo está? – preguntó expectante el hombre que alguna vez tuvo cabellos grises y nuevamente volvía tener una cabellera tan negra como el carbón, la pelirosa apretó los ojos y llevo las manos a la boca – ¿¿Tan mal esta?? – mientras le acercaba una servilleta a Sakura para limpiar su boca.

– ¿Te digo la verdad? – Obito asintió con pesar – esta horrible – se rio – pero se que mejoraras, tu esfuerzo es lo más importante, esta vez en lo único que fallaste fue en el exceso de sal, estaba todo cocido adecuadamente – explico tratando de atenuar el error del azabache.

- Ahhh – Obito se llevó las manos al cabello en un gesto dramático – Toda esta comida al cesto de la basura, soy un fracaso como cocinero – decía mientras Sakura soltaba risitas y le palmeaba el hombro.

Con el paso de los días Obito mejoro sus platos. Al menos cocinar lo más básico ya era una tarea que podía realizar en forma mecánica. Dominando medianamente el área gastronómica decidió comenzar a trabajar en el pueblo.

El pueblo era pequeño, pero a pesar de ello estaban expandiéndose y requerían mano de obra para la construcción de nuevas viviendas. Obito encontró trabajo como jornal; cosas simples tales como talado de árboles, transportar materiales y ensamblar. Rápidamente llamo la atención por lo organizado y meticuloso que era en su labor. Decidieron que continuara como supervisor de obra: organizar las labores de cada trabajador, destinar la cantidad correcta de materiales correctos a cada proyecto, etc.

- Obito, estoy impresionada – decía mientras veía al joven revisar unos papeles.

- ¿Uhm? – La miro con cara de interrogación

- La verdad solo conocía tu faceta de shinobi malvado, no sabía que tenías otras habilidades – bromeo – Es incluso sexy verte como líder de este proyecto.

- Sakura – la llamo con voz grave a lo que Sakura abrió los ojos por su postura galante – No olvides que fui el líder de Akatsuki... el liderazgo es parte mi formación – Sakura se sonrojo y no pudo evitar acercarse a él y besar una de sus mejillas.

- Eres un líder muy sexy – le guiño un ojo ante la mirada de Obito quien se ruborizo levemente por la acción de la pelirosa, esos detalles infantiles y coquetos le parecían muy tiernos.

Ambos tenían rutinas laborales y domésticas, aún debían seguir amoldándose, pero ya comenzaban a disfrutar la vida diaria sin lamentarse de sus pasados, sobre todo para Obito, aquel hombre de mirada triste y oscura la vida parecía darle un esbozo de paz a su alma. No era un sueño, todos los días eran una nueva oportunidad para él; respirar, comer y compartir ¿Esto sería mejor que el proyecto de Luna que alguna vez deseo con Madara?, se sentía feliz al punto de sentirse culpable. Una persona como él tuviera la oportunidad de sentirse feliz por estar vivo, pero la culpa aparecía empañando un poco la hermosa experiencia, aún no podía sentirse pleno, algo invisible no lo dejaba despegar. Intentaba no prestar atención a esa extraña sensación, por ahora él estaba viviendo esta vida de ensueño junto a Sakura, quien se había mantenido a su lado pese a todo el daño y humillación que le hizo pasar. ¿Sería correcto? A veces ese pensamiento iba a su mente, pero rápidamente lo desechaba. Quizás era egoísta, pero al fin podía sonreír y disfrutar. Y todo era real.

Yandere (Obisaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora