Capítulo 14 (Final)

3.9K 411 253
                                    

♡;Redacté este capítulo escuchando esta playlist, mi fragmento favorito fue "Meadows in Smaland", me puso muy sentimental releer este capítulo mientras lo escuchaba, me sentí muy dentro de la historia. Les dejo el link por si quieren leerlo mientras la escuchan. https://www.youtube.com/watch?v=URpcEDtAg_s 

Dejaron el auto en el parqueadero, pero Pete no subió al dormitorio. Jugaba con la mano de Vegas, que él también se negaba a apartar, y mantenía entrelazada con la de Pete quien las balanceaba a un lado y al otro, sin atreverse todavía a mirarlo o decir nada.

── Pete, si no querías separarte de mí, debiste haber venido a casa conmigo. Aquí hace frío. ──Se quejó.

── ¡Entonces ponte tu chaqueta! ──Enseguida se soltó con la intención de quitarse la chaqueta ajena y devolverla a su dueño, pero Vegas fue más rápido y lo detuvo, recuperando sus manos y de paso empujándolo hacia él. Deslizó los brazos debajo del cálido cuero de su chaqueta, alrededor de la pequeña cintura de Pete, en un reconfortante abrazo, recostados contra la puerta de su auto.

── Si tu novio te dice que tiene frío porque te dio su chaqueta, tú lo abrazas. Así funciona. ──Repuso, apachurrando el cuerpo ajeno contra su pecho.

── ¡Novio ni que nada! ──Protestó Pete, escondido en el pecho de Vegas. No podía ver nada más que su cuello, pero el perfume de su ropa y la firmeza de sus brazos le hacían querer quedarse allí. ── No hemos tenido ni una cita y ya estás creyéndote mi novio.

── Ah, ¿ese es el problema? Se arregla fácil. Mañana saldremos en una cita, entonces. ──Le propuso── ¿Qué quieres? ¿Ir a comer, a un parque de diversiones, a cine? No importa, tendremos citas todos los días. ¿Después de cuántas vas a ser mi novio?

── ¡Ugh! ¡Cállate, eso es muy cursi! ──dijo Pete al borde de un ataque de nervios por tanta cursilería a la que no estaba acostumbrado. Su reacción le sacó una carcajada a Vegas. Era la primera vez que lo oía reír así y él ya estaba hablando de noviazgos.

── Está bien, ya sé que a ti te gusta lo rudo. Nada de romance, anotado.

── ¡Eso tampoco! No es así. Solo, no demasiado.

── ¿No demasiado rudo o no demasiado romántico? ──preguntó, bajando despacio sus hacia las nalgas del tutor para apretarlas con descaro. Vegas no dejaba pasar ninguna oportunidad.

── ¡Basta! Estamos frente al dormitorio. Suéltame. ──Sus palabras distaban de las acciones de su cuerpo, pues no hizo el más mínimo esfuerzo por separarse. Así que Vegas no movió sus manos, solo dejó de apretarle. El estacionamiento estaba oscuro, ya había anochecido, pero a esa hora los estudiantes iban llegando de clases. ── Ya vete. Tengo que subir y disculparme con mis amigos por dejarlos plantados.

── No quiero, maldición. Entiende. No quiero dejarte ir nunca más.

La intensidad con la habló, le dio una sacudida a su corazón. ¿En verdad era así de fuerte la atracción que ejercía en Vegas? Él tampoco quería separarse, de ahí que siguiera recostado en su pecho, pero era un poco más consciente de su realidad.

── Hm, puedes... Venir a verme mañana. Llévame a comer en el almuerzo, estaré libre toda la tarde, pero eso sí, yo como bastante. Prepara tu billetera.

── No importa, puedes comer todo lo que quieras. ──Se apresuró a responderle, con toda honestidad, pues sería capaz hasta de comprarle una cadena de restaurantes si quería. Luego, una de sus manos subió hasta el abdomen de Pete, posándola sobre su ombligo──. No me importa que te salga pancita.

Pete le dio un manotazo por haberle recordado que estaba más gordo, ya lo había notado en la ducha, la grasa que se le había acumulado en el abdomen.

𝐢𝐢. 𝐁𝐚𝐛𝐲𝐬𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora