ii.

370 41 0
                                    

lunes. sunghoon es llevado por un chófer que su madre le contrata para la escuela, a cuarenta y cinco minutos de su casa, por lo que se ha levantado a las seis y media de la mañana para poder estar quince minutos antes en el lugar.

sunghoon no supo si vestirse formal o casual, por lo que va mitad y mitad. lleva una camisa blanca perfectamente planchada y abotonada hasta arriba, una corbata negra y un suéter oscuro sobre ella. jeans apretados negros y zapatos de vestir pulcramente limpios. su cabello peinado y parece un muñequito, pero era eso o el traje de etiqueta que su madre quería.

cuando arriban, se despide y entra en el lugar. las clases comienzan a las ocho y media, y aún cuando faltan más o menos cuarenta minutos, casi no hay un alma en el lugar. sunghoon se hace camino por el lugar y preguntando a aquellas pocas personas que encuentra, llega hasta el despacho del director. el hombre mayor es alto y delgado, y algo escaso de cabello.

—buenos días, mi nombre es sunghoon, señor. —saluda con formalidad mientras se inclina.

—no me hagas sentir tan viejo, anda, arriba. —sunghoon se endereza. —cuando dijeron que vendría un chico por servicio comunitario me esperé otra cosa. chico, no parece que pudieras matar ni una mosca. —ambos rien y eso lo calma. es un buen
hombre.

—bueno, todos cometemos errores.

—te explicaré qué harás ¿sí?, no es nada muy complicado. primero, cuando los chicos estén en clases serás el asistente de nuestro psicólogo, él te dirá qué necesita. en los dos primeros recesos, ayudarás al conserje a limpiar aquí, allá, nada muy especifico, sólo cosas sencillas. luego, en el tercer receso, el del almuerzo, ayudarás a las cocineras a servir los almuerzos, pero no a lavar, no te preocupes. y bueno, si algún profesor necesita algo estarás tú, pero nada pesado, y si excede tus horas de servicio tú escoges si quieres hacerlo o no, y si lo haces, serán como horas extras y quizás termines viniendo menos días.

la explicación es clara y sunghoon asiente comprendiendo todo. luego el
director le muestra las tres personas que lo tendrán a cargo, contando a las cuatro cocineras, y lo deja en manos del psicólogo cuando ha acabado.

su nombre es soobin y es un hombre joven, alto, que inspira mucha confianza. un hombre educado y amable.

—bueno, sunghoon, el año no está ni siquiera en la mitad, pero como ves, ya hay alumnos que han tenido problemas y debemos poner esas hojas en sus expedientes...

en resumen, debe buscar en unos cajones metálicos por letra, la inicial del apellido del alumno y poner la hoja en su expediente café. fácil. trabajan lento y entre pláticas, soobin es un hombre muy simpático y sunghoon rápidamente entra en confianza. por un momento le parece curioso que hay un apellido, un alumno en particular, del que lleva bastantes hojas, pero no lo menciona.

para el primer receso el conserje park lo pasa a buscar, un hombre bastante mayor pero muy jovial que solo le pide que se pasee y bote a la basura todo residuo que encuentre. ese tiempo sunghoon lo aprovecha para beber un café. y explorar el patio, sin olvidar tirar la basura. todo mundo lo mira cuando pasa e intenta que eso no le importe, ni las miradas, ni los susurros, ni las sonrisas, sólo cumple su trabajo.

el segundo bloque de clases pasa rápido junto al psicólogo y el segundo receso lo hace igual, es fácil trabajar en ese lugar. para el almuerzo llega antes a la cocina y saluda a todas las mujeres mayores que enseguida le piden que las llame por el nombre: soora, jihyo, taeyeon y sooyeon. las mujeres mayores más simpaticas que ha conocido.

—sunghoonie, ponte esto, te verás guapo. —le dice jihyo, mientras le ajusta una red en el cabello. para luego reír escandalosamente junto a sus amigas, como si ellas no llevaran el mismo.

sunghoon sirvió la comida con
una sonrisa mientras las cocineras lo molestaban por aquellas sonrisitas y miradas mal disimuladas de algunas chicas. este trabajo de verdad le estaba gustando.

cuando ya no llegaron más alumnos, se ofreció a ayudarlas a limpiar. se negaron pero eso no se lo impidió. ya por la tarde, junto a soobin, se atrevió a hacer la pregunta que lo comía desde la mañana.

—¿por qué este chico heeseung, tiene un expediente tan grueso? —la respuesta es obvia "un chico problema" pero aún así quería preguntar.

—es sólo un buen chico con problemas.

soobin jamás habla mal de nadie,
eso hace a sunghoon sonreír mientras añade otra hoja al expediente del chico lee. por la tarde, sunghoon se despide y sale por la parte trasera del lugar hacia donde el chófer lo espera.

ha sido un genial primer día. sin
problemas y con gente muy amable en su mente.

eterno › heehoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora