xxv.

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viernes.

despertar junto a heeseung fue tan cálido como siempre. aunque igual de problemático. su novio parecía nunca rendirse cuando de faltar al colegio se trataba. salieron temprano porque sunghoon quería dejar de llegar tarde con soobin. se despidieron en el estacionamiento y cada uno tomó su camino.

ese día, soobin actuaba muy extraño, no le dirigía mucho la mirada y menos le hablaba. ¿estaría enojado por algo? quizás por todas las veces en que sunghoon llegó tarde.

en el primer receso ni minji ni nicholas se acercaron a él, y ni hablar de sus cocineras favoritas.

¿todo el mundo despertó odiándolo?

cuando acabó el receso del almuerzo, soobin no estaba en su despacho, así que se pasó todo ese rato sentado, pensando en qué había hecho mal.

¿sería por su relación con heeseung? ¿acaso todos habían decidido que les daba asco?

estaba sumido en aquello cuando soobin entró, sorprendiéndolo.

—sunghoon, acompáñame.

fue su orden. dudarlo no era una opción, solo se levantó y siguió al hombre, no había nadie en los pasillos ni en los salones ¿cuánto tiempo había estado pensando? habían acabado las clases... ¡heeseung! tenía que buscar a heeseung.

—soobin, tengo que...

—espera, solo será un momento. —callando sus palabras, soobin siguió caminando.

genial, ahora heeseung también estaría enojado con él.

llegaron hasta el gimnasio y antes de abrir las puertas, soobin sonrió. entonces todo fue sospechoso. sunghoon iba a preguntar pero entonces un grito colectivo lo hizo saltar en su lugar.

—¡sorpresa!

sunghoon boqueó con clara sorpresa.

las cocineras, sus amigos y heeseung estaban ahí. incluso el director. había un pequeño y bonito cartel en las gradas que decía "te extrañaremos, sunghoon" globos y una mesa con comida y una bonita torta en el medio lo recibieron.

tardó un momento en procesar el abrazo grupal que estaban dándole. y otro más en recordar que era su último día de servicio comunitario. su último día en esa escuela...

la emoción se apoderó de él pero no se permitió llorar, sino que sonrió. le habían hecho una pequeña fiesta de despedida y por eso todos actuaban raros.

olvidando la presión en su pecho, disfrutó de la compañía de aquellos que le dieron tanto cariño y apoyo a cambio de nada.

—no puedo creer que hayas olvidado que hoy era tu último día. —le dijo taeyeon mientras revolvía su cabello.

—debes ser el único chico raro que no cuenta las horas para que su servicio comunitario acabe. —bromeó jihyo.

heeseung estaba al otro lado de la mesa, bebiendo gaseosa, y sonriéndole todo el tiempo mientras sunghoon hablaba y reía con todos los presentes. se dedicaron a contar anécdotas de cuando llegó y cosas que él no sabía. como por ejemplo, que nicholas le había pedido a taeyeon que lo ayudara a hablar con él.

nicholas enrojeció ante la historia y se encogió ante la intimidante mirada que le dio heeseung. sunghoon le pidió con la mirada que se comportara. estaba pasándola tan bien, aún con el amargo sabor de que ya no los vería todos los días.

—tienes que visitarnos de vez en cuando. —pidió taeyeon.

sunghoon asintió, perdiéndose un momento en sus pensamientos.

eterno › heehoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora