xvii.

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—¿sigo siendo gay si te pido que seas mi novio?

—¿qué?

sunghoon boqueó... y golpeó a heeseung.

—¡no puedes solo pedirlo de la nada! ¡¿es que no tienes ningún respeto?! —seguía dando golpes, era inaudito.

—oye, oye, sunghoon. —heeseung tomó sus manos y entrelazó su dedos. —¿qué pasa contigo? ¿me estás rechazando?

—estoy molesto. puedo ser algo serio, pero a mí también me gusta el romanticismo. —quizás era ridículo, así se sentía sunghoon, pero no podía pensar sus acciones, no cuando heeseung estaba sonriéndole de esa forma.

—¿esperabas una confesión romántica?

—olvídalo.

sunghoon soltó sus manos y se levantó. caminó hasta su habitación sabiendo que heeseung lo seguía. cuando estuvo dentro, heeseung lo tomó por sorpresa y lo dejó de espaldas sobre la cama, subiéndose sobre su cuerpo.

—eres precioso.

y lo besó.

y sunghoon olvidó hasta que estaba molesto.

heeseung tenía sus manos firmes en su cintura, y sus piernas se hicieron espacio entre las de sunghoon. él en cambio, tenía una agarre laxo en el cuello ajeno, que se volvió apretado cuando heeseung succionó su lengua.

besos húmedos comenzaron a descender por su mejilla hasta su cuello.

sunghoon jadeó.

heeseung metió las manos bajo su camisa, y el contacto frío, hizo a sunghoon pensar un momento.

—no es justo. —susurró despacio, intentando no soltar un gemido por los besos.

—no hay reglas en el amor. —respondió heeseung.

"amor"

—sí...

—¿sí qué, sunghoon? —una larga lamida siguió esa pregunta, y sunghoon no pudo esconder su bajo gemido.

—si quiero ser tu novio.

y los besos cesaron.

—¿hablas en serio?

heeseung puso sus rostros al mismo nivel y lo observó expectante. ¿le estaban brillabando los ojos?

sunghoon asintió, y el rostro de heeseung se volvió una sonrisa de extremo a extremo que lo contagió.

—¿puedo quedarme esta noche? —preguntó de pronto, volviendo a su tarea de besar el cuello de sunghoon.

—puedes quedarte para siempre. —susurró este, perdido en las sensaciones.


[...]


—¿de verdad tus padres no vienen nunca a casa?

—no vas a verlos juntos nunca, y separados rara vez.

—¿los extrañas?

—no mucho, tengo a jay.

—¿y...?

sunghoon sonrió.

—y a tí.

estaban abrazados en el sillón, una manta los cubría, la casa estaba a oscuras y solo los iluminaba el brillo de la televisión.

—¿sabes? no te he preguntado por qué vas a mi escuela.

—es por servicio comunitario, y no, no hice nada malo, solo cubrí a jay.

heeseung tensó su mandíbula. sunghoon se impulsó para besar su mejilla.

—es mi mejor amigo, y tiene novio, se llama sunoo... hablando de eso, me gustaría que nos juntaramos los cuatro.

—no.

sunghoon se giró para hacerle ojitos.

—anda, heeseung, por favor.

—no.

—¿por favor? ¿por mí?

y heeseung dudó.

—está bien...

—¡genial! mañana mismo podríamos...

—tengo que trabajar mañana y el domingo. —heeseung acarició su mejilla con una mano, sus ojos pareciendo mucho más negros en la oscuridad.

—oh, bueno ¿y en qué trabajarás?

—voy a ser reponedor en el supermercado de un amigo de riki.

—¿puedo ir a dejarte?

—puedes hacer conmigo lo que quieras.

sunghoon fue quien inició el beso esta vez, estrellando sus labios juntos. besó a heeseung con profundidad y ganas, pero al estar en una posición incómoda terminó sentado en su regazo.

no sabe por qué lo hizo, quizás fue inconsciente, quizás su cuerpo habló por él, o quizás solo quería hacerlo.

sunghoon movió sus caderas sobre heeseung. primero suavemente, luego con algo más de fuerza, cuando su cuerpo exigió más contacto. heeseung rompió el beso cuando un gemido escapó de ambos.

—tienes que detenerte ahora o...

—¿o qué?

sunghoon dio otra estocada.

heeseung juntó sus bocas, y comenzó a chupar obscenamente su lengua. sunghoon apretó sus dedos en los hombros de heeseung. estaba tan perdido en las sensaciones de su boca, que no supo cuando heeseung había desabrochado sus pantalones, hasta que sintió su mano en su pene. sunghoon cerró los ojos con un fuerte jadeo.

—heeseung... —gimoteó cuando los movimientos comenzaron.

—¿sí, bebé? —el aliento y el sonido grave de su voz en el oído de heeseung lo hizo temblar.

—más... más rápido.

sunghoon abrió los ojos cuando ya no sintió el contacto. heeseung lo distrajo con un beso mientras desabrochaba sus propios pantalones. sunghoon casi gritó cuando heeseung comenzó a masturbarlos juntos.

—mh, heeseung, joder más rápido.

sunghoon estaba en el cielo, jamás lo habían tocado tan íntimamente. las sensaciones nuevas lo tenían temblando. sus gemidos agudos y cortos podrían tenerlo avergonzado pero su mente estaba desconectada.

heeseung tenía su boca en su oído y cada tanto mordisqueaba su lobulo, entre gruñidos y gemidos.

el nombre de sunghoon jamás se había escuchado tan excitante.

de pronto, la sensación electrizante comenzó a acumularse en el vientre bajo de sunghoon.

—heeseung... heese... —gemía sin descanso.

el nombrado, le metió la lengua en la boca y sunghoon chupó con fuerza hasta que se corrió con un fuerte gemido. espasmos invadieron su cuerpo ya que heeseung aún no se venía y seguía masturbandolos.

cuando los movimientos cesaron, sunghoon tenía la frente en el hombro de heeseung y el resto del cuerpo laxo. su respiración estaba agitada, y de pronto lo invadió el sueño.

—sunghoon, mi amor, tenemos que limpiarnos. —heeseung le habló cariñosamente, pero él ya estaba comenzando a alejarse hacia el sueño.

pasó sus brazos por los hombros de heeseung antes de dormir. ya haría mañana lo que sea que le estuviera diciendo heeseung.

eterno › heehoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora