𝐏𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚, 𝐏𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐭𝐢𝐜𝐚, 𝐞𝐬𝐞 𝐞𝐬 𝐭𝐮 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞.
Nadie sabía controlar a esa joven de cabellos rojos, era un desatre andando, no respetaba a nadie y ayudaba a muchas personas sin importar quien era.
-Me vale...
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Todos estábamos en casa de Mikey, supuestamente para ir a la reunión lo pasaríamos a traer.
-Ken-chin, T/n-chin- nos llamo Mikey.
-Que pasa Mikey-kun?- pregunté
-Que quieres Mikey?- pregunto Ken.
El nos miro con cara de que iba a hacer una pendejada, Kenny y yo ya nos habíamos acostumbrado hacer las figuras paternas del enano.
Y si, yo le había puesto un apodo. La razón era sencilla, Ken y yo estábamos intentando llevar una relación, no amorosa sino que afectuosa, un sinónimo de intentando ser novios.
Se podría decir que éramos buenos amigos, o eso creía yo, con él es un poco complicado el tema de los sentimientos, a veces cuesta mucho entenderlo y mucho más expresarlo.
-Cómo se me ocurrió una gran idea-con esas simples palabras, ya sabíamos que todo iba a salir mal-quiero que todos vayamos de a cuatro en cada motocicleta.
Draken y yo nos dimos una mirada fugaz, sabiendo que esto no iba a salir bien, Mitsuya quién también escucho solo nos voltea a ver, esperando a que le dijéramos que no a Mikey.
-sabes qué es peligroso y corremos riesgo de matarnos todos, verdad?- el enano de los impulsos obscuros asintió, pinche ojete.
Sí, ya sé de los impulsos obscuros, al principio pensé que solo tenía impulsos calientes pero, no era así, eran oscuros, literalmente rompió una pared por sus malditos impulsos.
Ya damos por vencido el intento y solo le dimos una mirada que decía, "llévate a los kawata y a Hakkai".
Después de que el comandante diera la orden todos nos fuimos a las motocicletas, elegimos las que tenían más potencia y mayor rango, pues serían las que no se arruinarían por tanto peso.
Después de distribuir cada división, solo quedábamos los capitanes, vice-capitanes, comandante y vice-comandante.
-yo me llevaré a Hakkai, Angry y Smiley- al parecer Mitsuya sí había entendido lo que le queríamos dar a entender con Kenny.
-Yo voy con Sanzu, Muto y Pehyan- pidió Pah-chin.
-Yo llevo a Mikey, Takemichi y Chifuyu- Ken se adelantó y pidió a los tranquilos.
-Yo pido llevarme a Baji, Kisaki y Hanma- dije con algo de inseguridad.
Esto saldría mal, muy mal.
O me matan a mi o nos para la policía.
Justamente como decía, la policía nos paró porque según la ley, éramos demasiadas personas en una motocicleta.
Pero no detuvieron a los chicos, suerte de mierda la que me cargó.
-señorita, tres personas son demasiados pasajeros para una motocicleta- El oficial se miraba muy molesto.
-Tres? Yo recordaba que éramos más...- y Hanma se quedó en blanco.
Hanma se quedó pensando un momento, yo también me quedé pensando, hasta que Kisaki dijo lo siguiente.
-oigan y Keisuke?- ahí a todos se nos prendió el foco.
-BAJI!?!?- Hanma fue el primero en gritar.
-SE NOS CAYÓ BAJI!!!- y dejando ahí solito al oficial, salimos cómo alma que lleva el diablo.
Después de buscarlo durante unos 15 minutos, lo encontramos yendo a pie hacia el templo.
Estaba segurísima que estaría cabreado conmigo, pero no era mi culpa.
Al verme su mirada cambio y se oscureció a una furiosa.
-joder, ya valiste madres- Hanma se rió de mí.
Al final quién paró caminando al templo fui yo, Keisuke me bajó de la motocicleta y me hizo caminar por lo que había sucedido, a pesar de no haber sido mi culpa, el se había desquitado conmigo.
El hijueputa me jodió, dejándome caminar 4 km.
-Baji juro que te mataré- Y ahí estaba yo caminando sola y hablando sola, idéntica a una esquizofrénica.
Después de como 30 minutos llegué al pie de las gradas del templo, sudada, cansada y muy enojada.
-BAJI KEISUKE- al parecer mi gritó se escuchó hasta en el templo.
Ya que la mayoría de mis subordinados hicieron una reverencia ante mi, a pesar de que todavía estaban subiendo escaleras.
Mi amado Keisuke salió corriendo y Kisaki solo se reía ante la situación.
Él sabía que ese día iba a morir...
Después de dejar a Baji con un ojo morado y un labio roto, me acerqué a Ken y lo abracé por la espalda.
Acción de un repentina que hizo que me volteara a ver automáticamente.
-Hey que sucede?- parece que mi cara lo decía todo, ya que él se miraba un poco preocupado.
-por accidente dejamos tirado a Baji y el muy idiota me hizo caminar desde la gasolinera más cercana hasta aquí-la cara de Ken cambió por completo.
-vamos descansa un poco, creo que Takemichi se puede hacer cargo de su división por sí solito- el me dejó subirme a su espalda y me llevo cuesta arriba por las gradas del templo.
Hubo dos desgracias y una dicha.
Bueno la dicha para mí y la desgracia para mi amado Kei.
