18 de Agosto del 1977
Atenea despertó temprano, un tanto emocionada, esperaba que sus padres le tuvieran un pastel preparado o algo así, hizo su rutina matutina y salió a la sala.
- Buenos días familia.- saludó sonriendo.
- Buenos días hija.- respondió su madre, su padre solo estaba leyendo el periódico.- ya casi está el desayuno, siéntate.
- Claro, mamá.- dijo y se sentó en una silla.- ¿Qué día es?- preguntó "casualmente".
- 18 de Agosto Atenea.- habló su padre.
- ¿Se celebra algo hoy?- fingió pensar.
- No hija, ¿estás bien? Andas muy preguntona.
- Si mamá, estoy bien, lo siento.- hizo una mueca.
Su madre rodó los ojos y sirvió la comida, ambos adultos comenzaron a comer en silencio.
- Acabo de recordar que pasa este día.- exclamó Lauren.
- ¿En serio? ¿Qué?- preguntó la niña con los ojos brillando de esperanza.
- Hoy sale el final de nuestra novela favorita.- contestó mirando a su esposo con una sonrisa.
- Ahh... Claro.- dijo sin ánimos la castaña, se debatió internamente entre irse de ahí o no, al final se levantó sin más.- voy a casa de Robin.- avisó.
- No te he dado permiso de levantarte de la mesa Atenea.- regañó su madre.
- ¿Desde cuándo me tienes que dar permiso?- cuestionó con una ceja alzada.
- Desde hoy, así que siéntate y come.- ordenó.
- No.
- ¿No?
- No quiero, mamá.- mencionó lo último con enojo.
- No me importa que no quieras, lo harás y punto.
- ¡Que no! Ya estoy harta.- explotó molesta.
- ¿Tú estás harta? Si eres tú la que se está comportando como una malcriada, yo debería estar harta.
- No me estaría comportando así si fueran buenos padres.- después de decir eso se quedó en blanco, nunca le había hablado así a sus papás.
- No voy a tolerar ese comportamiento Atenea.- se puso de pie bruscamente.- no tienes derecho a decir eso.- ese comentario la hizo molestar más.
- Oh lo siento, olvidaba que los buenos padres suelen no acordarse del cumpleaños de sus hijos.
El rostro de sus padres cambió a confusión.
- ¿Qué?
- Y creía que no me podían decepcionar más.- dijo con desilusión.
- Lo sentimos Nea, no fué nuestra intención olvidarlo.
- Lo sé, están tan ocupados en sus problemas de pareja que no pueden prestar atención a nada más, ni siquiera a su propia hija.
- De verdad discúlpanos Atenea, podemos comprarte algo para que nos perdones, ¿que dices?- ofreció su padre.
Ella volvió a verlos molesta.
- ¿Creen que voy a perdonarlos si me compran cosas? Ya son dos años seguidos que se olvidan de mi cumpleaños, dos años en los que parece que no les importo y solo me hacen sentir mal.
- Atenea...
- No Lauren, eso no se perdona tan fácil.- fué lo último que dijo antes de irse, cerró la puerta principal con molestia mientras un par de lágrimas caían por sus mejillas, se las limpió rápidamente y comenzó a caminar a casa de Robin arrastrando los pies, alzó la vista aún con el ceño fruncido por la molestia, su vista dió con un niño castaño que estaba de pie a unos metros de ella, su semblante cambió.- ¿Finney?- preguntó acercándose a él.
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The first victim. •The black phone•
Hayran KurguDónde Atenea siempre estuvo enamorada en secreto de Finney. Ó Dónde la primera víctima del raptor fué una niña. [Los personajes no me pertenecen, solo Atenea y sus padres, no se permiten copias o adaptaciones]