Capitulo 1.

574 25 189
                                    

La música resonaba alegre a través de las paredes del lugar y las ventanas, el eco del ruido se escuchaba hasta las casas aledañas, donde los habitantes, acostumbrados al alboroto de la casa de color beige donde los latinos vivían, seguían con su dia como si nada pasara.

- ¡Ven para acá USA! ¡TE VOY A MATAR!

El grito de México se escuchó por encima de la música, los que escucharon continuaron con lo que hacían, habituados a la manera de esos dos de llevarse hasta que él rubio paso corriendo en medio de la pista de baile, riendo y con el dulce mexicano de su mejor amiga en mano, mismo que Ana le había llevado de su tierra. Si no era por las buenas, era por las malas pero México debía de mejorar su dieta.

- ¡Rusia! - grito México.

Y con eso bastó para que el enorme sovietico comenzara a seguir al estadounidense que comenzó a huir como si su vida dependiera de ello, empujando y haciendo a un lado a quien fuera contal de huir del eslavo que ya estaba pisandole los talones.

Kazajistan esquivo a como pudo el que USA lo usará de escudo entre el y el agarre del albino, dando vueltas como si estuviesen jugando, Rusia por poco toma a su hermano menor para empujarlo lejos y poder alcanzar a USA que soltó un gritito antes de seguir corriendo.

- ¿Estás bien? - se rió Ecuador cuando su novio llegó hasta el, aún más mareado de lo que ya estaba.

- Quiero vomitar - mascullo el pobre rubio recargando su rostro en el hombro del latino que sonrió mientras frotaba su cabello con cariño por dejado de la Ushanka.

- Al menos le ganaste al tío Irlanda, el no ha salido de su habitación en todo el día por la resaca - se rió él ecuatoriano queriendo darle ánimos al sovietico.

- No lo culpo - mascullo Kazajistan lastimero.

Austrohungaro, España y Prusia charlaban animadamente en la sala, riendo a costa de Irlanda que seguía con resaca en su habitación mientras Maya, Inca y Portugal, charlaban en la cocina, ajenas al escándalo de los más jóvenes mientras jugueteaban con los bebés de la casa.

Venezuela y Colombia bailaban animadamente en el centro del salón, en compañía de los gemelos Uruguay y Paraguay que seguían el ritmo con ganas y entusiasmo, rodeados de los pequeños sextillizos que bailaban y correteaban a su alrededor, Chile hacia girar con maestría a República Dominicana que reía alegre y Jamaica que bailoteaba con Perú que le seguía el ritmo con una sonrisa mientras veía a lo lejos como su novio seguía huyendo del flaco de su hermana mayor. Brasil y Canadá bailaban juntas, haciendo que Antonio, quien se mantenía junto a México, tragara saliva al ver a su novia hacerle competencia en baile a la canadiense.

- ¿Te traigo una cubeta para la baba, liendre? - pregunto México a su amigo pícara y este parpadeo antes de beber de su vaso para ocultar su sonrojo haciendo reír a Italia que estaba también con la mexicana junto a su hermano.

- Si lo agarra, lo mata - dijo Alemania a México mientras ella seguía observando como su novio se esforzaba por atrapar a su escurridizo mejor amigo que reía sin vergüenza alguna.

- Ese es el punto, me quito mi dulce, debe pagar - mascullo la latina entrecerrando los ojos pidiendo represalia.

- ¿Enserio conseguiste trabajo? - pregunto Ana emocionada a Greonlandia quien asentia un tanto sonrojada, el que la gente le pusiera atención e interés a sus cosas y logros la apenaba demasiado - ¡Eso es genial Gro! ¡Te felicito!

- G-gracias - sonrió la pelinegra.

- Tu bebida - la voz de Nueva Zelanda llamo la atención de ambas adolescentes que vieron al rubio que cargaba un vaso desechable hacia la mexicana que lo tomo con una sonrisa.

Sobreviviendo a la verdad. RUSMEX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora