Sobreviviendo a la verdad. RUSMEX

Capitulo 4

La música sonaba a media voz, como todos los días. USA normalmente escuchaba música en su oficina a la hora de trabajar, era la manera en la que podía evocar estar en otro lado que no fuera a merced de su padre. Con calma leía los informes de ingresos y egresos de los contadores, mismos que CIA le había ayudado a cambiar para que las pérdidas no se vieran tan notorias, una sonrisita de satisfacción asalto los labios del rubio antes de que la puerta de su oficina se abriese de golpe, sorprendiendolo.

Inglaterra entro en tropel en la habitación, colocó unos documentos en el escritorio de su hijo y señaló un nombre en específico con su dedo.

- ¿Ya viste esto? - mascullo el inglés apretando los dientes - ¿Ya viste quien está tratando de entrar en Utopía?

USA parpadeo un segundo antes de bajar la vista de su padre al documento que tomo en sus manos para leerlo. Era la impresión de un correo electrónico de ONU, informando que en la próxima junta se discutirá la opción de admitir entrar en la asociación de inversionistas a la nueva empresa surgente en la zona.

La misma que tenía sede en América, una potente y fuerte contribuyente, considerada un monstruo en el área, con conexiones en todos los continentes y mayor contraria a la empresa de su padre, "Liberty". USA se mordió la lengua cuando vio como su padre golpeaba con ambas palmas el escritorio y comenzaba a caminar por la oficina como león enjaulado.mientras comenzaba a estirarse el cabello con ansiedad, jamás lo había visto así de molesto, oculto el rostro tras el documento en su mano para tratar de no dejar ver su sonrisa divertida.

- No podemos permitirlo - mascullaba Inglaterra furioso, no podía ser posible, esa maldita empresa había aparecido de la nada, cerrandose renombre desde América y repercutiendo en Europa, paso debajo de su radar haciendo movimientos que no se podían considerar peligrosos, hasta que vio las encuestas y documentos que demostraban que ya la tenía a la par como principal competencia ¿Cómo era posible? Suficiente tenía manteniendo a raya la empresa de la rebelde Apache como para tener otra con líder desconocido pisandole los talones ¿Para que se supone entonces que estaba su mano derecha? Su hijo, su principal, más eficiente e inteligente empleado.

Empleado.

Si. No debería dudar. USA era su empleado, le ayudaba y era su heredero, claro está, pero hasta que él no estuviera bajo tierra, USA solo era un empleado más en su empresa. Se lo había dejado muy en claro. Inglaterra miro a su hijo por el rabillo del ojo.

Del niño que corría por la casa huyendo entre risas y gritos de la primogénita de España no quedaba nada, el pequeño niño de rizos dorados, ojos azules llamativos y contextura delgada ahora era un hombre rubio de cabello alaciado, de rasgos varoniles llamativos y cuerpo fornido y fuerte. Su pequeño 13 colonias ya no estaba en ese rubio que ahora leía casi con indiferencia el documento completo del correo que el mismo le había llevado, ya no era un niño, era todo un hombre.

Y un hombre tiene responsabilidades.

- Tu no debes permitirlo - dijo el inglés más sereno ahora, claro, el no tenía porque preocuparse tanto, para eso estaba USA, el mismo rubio que desde adolescente se había encargado de cubrir y solapar las travesuras de los latinos, que se encargó de mantener a flote las cuentas de la empresa, que concreto tratados importantes desde recién egresado de la universidad, que se encargó de otorgarle prestigio a la compañía y hacer que fuera candidata a Utopía, la más prestigiosa y exclusiva organización de empresas e inversionistas del mercado. Si, el podria encargarse de hundir esa empresa americana si se lo proponia.

- Me? - cuestionó USA un poco sorprendido, mirando a su padre que solo dejo de caminar para verlo directamente a el.

- Si, tu - respondió Inglaterra conectando hilos en su cabeza - tú vas a hundir esa estúpida empresa americana, tu te vas a encargar de deshacerte de ella, convencer a los inversionistas de que no vale la pena invertir en ella y menos que es apta de unirse a Utopía ¿Me entendiste?