Sobreviviendo a la verdad. RUSMEX

Capitulo 15

- ¡Vamos a bailar!

El grito de Brasil hizo que todos los latinos gritaran de emoción, México rio mientras tomaba a Rusia de la mano y todos sus hermanos guiaban a los invitados y soviéticos al patio que habían adornado como mejor supieron, ambas embarazadas vieron todo y no pudieron evitar sonreír emocionadas.

- Los amo un chingo - sonrió México a sus hermanos cuando los guiaron a sus asientos principales y Argentina asintió conforme y emocionada.

La música comenzó a sonar y rápidamente los latinos se adueñaron del ambiente, como siempre, I. Español fue sacado a bailar por Portugal mientras sus sobrinos e hijas le apoyaban, España no dejo de reír a carcajadas cuando vio a su hermana y a su padre tratar de imitar el ritmo que Colombia marcaba junto a su novio SurCorea y la portuguesa se quejaba de que "ya no estaba para esos trotes" mientras su padre la animaba diciéndole que "aún está a muy joven y bella como para decir cosas asi".

La puerta principal sonó en ese momento y Perú corrió a abrir, USA entro con sus hermanos gemelos que venían cargando un paquete de regalo cada uno.

- Ayúdenme a sacar la comida, porfavor - pidió el pelirrojo, los gemelos aceptaron enseguida mientras USA ya iba tras su novio sin rechistar - ¡Deja eso, carajo! ¡deja la comida, ya comerás fuera!

Antonio, que seguía robando comida, rio mientras corría fuera de la cocina con plato en mano, dejando a su hermana abandonada en la cocina con la cuchara a medio servir en su plato.

- Pinche cobarde - susurro la mexicana antes de soltar la cuchara y sonreír apenada a Perú que la mando fuera con un dedo, la chica sonrió y se dirigió a la salida, fue entonces que vio a Nueva Zelanda y sin pensarlo, se colgó de su cuello para abrazarlo sorprendiendo a todos los presentes y al mismo neozelandés que la abrazo en respuesta un poco tarde.

- ¿Cómo estás? ¡no te había visto hace semanas! - dijo la castaña sonriendo al rubio que se sonrojo al tenerla tan cerca.

- Vayan a ponerse al corriente, nosotros nos hacemos cargo - permitió Perú cuando USA lo miro con esos ojos de cachorro que siempre ponía usando quería algo, el estadounidense y Australia miraron a la pareja sonriendo y alentandolos a irse, era obvio que le sacarían la sopa a como fuera más tarde a su hermano que los miro con los ojos entrecerrados.

Ana tomo la mano del inglés y se lo llevó fuera de la cocina mientras le platicaba lo que había vivido al ir a un museo por si misma, perderse y casi golpear a quien creía era un acosador cuando en realidad era otra persona perdida como ella.

- ¿Si crees que le guste? - pregunto USA cómplice a Australia que sonrió divertido mientras ambos cargaban las ollas que Perú les había pedido.

- I don't know, bro - el rubio comenzó a caminar fuera de la cocina seguido de su hermano mayor - pero lo eh visto muy distraído últimamente, a veces se sonroja y suspira... Tal vez Zel si se esté enamorando de Ana y no quiera aceptarlo - soltó con una risita cómplice que hizo a USA sonreír, le alegraba que su hermano estuviese encontrando la felicidad y más si se trataba de alguien en quien su propia mejor amiga confiaba ciegamente.

Ambos rubios se dirigieron al patio, mientras seguían charlando. Ninguno se dió cuenta de la presencia de la rubia platinada que estaba por entrar a la cocina en busca de bebidas hasta que vio a la mexicana salir de la mano del rubio, ninguno de los hermanos de este la noto de pie escuchándolos cara a cara.

Ninguno noto que había golpeado tan fuerte la pared con su puño que se había roto los nudillos. Los ojos azules verdosos de Bielorusia se alzaron molestos y casi llenos de lágrimas en dirección a donde Nueva Zelanda se había ido con la mexicana amiga de su cuñada.