CAPÍTULO 13

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Nos quedamos abrazados durante un largo rato.

Me llevo a mi habitación y como me estaba cayendo de lo agotada y medio dormida que me encontraba, me ayudó a ponerme el pijama, me acostó con cuidado en la cama y me tapó.

-¿Thomas? -Pregunté medió adormilada.

-Dime.

-¿Puedes dormir conmigo?

Tardó varios segundos en contestar pero al final accedió.

-Bien, dormiré contigo.

Me hice más hacia una orilla de la cama y me puse de costado para que el pudiese caber en la cama. Cuando quedamos acomodados el me sujetó con su brazo izquierdo para que no me cayera, yo me abracé a su cuerpo con un brazo y recargué mi cabeza en su pecho, cuando por fin estaba a punto de quedar completamente dormida me habló haciendo que diera un pequeño salto:

-¿Nikki?

-Mmm...

-Mañana Mamá y yo saldremos temprano, yo iré a trabajar, y mamá irá a la panadería, así que te quedarás sola. Por cierto, mañana no trabajas, así que tendrás todo el día sola, regresamos en la noche. Y el vestido que te di en el hospital, quiero verlo puesto en ti, ¿Bien?.

Asentí con la cabeza.

-Thomas.

-Dime

-¿Recuerdas cuando mamá Lucy nos contaba el cuento de los Ángeles?

-Si, como olvidarlo.

-¿Y recuerdas que amaba ese cuento, y una vez dije que me encantaban los Ángeles, por sus alas, su hermosura y todo eso?

-Claro que recuerdo, Nikki.

-Pues ya no lo hago, ya no, ahora siento que los odio.

-Nicole, ellos sólo hacen su deber.

Suspiró algo frustrada, ya que todo lo que creía mágico se desmorona rápido y dolorosamente.

-Thomas

-¿Si?

-¿Recuerdas en mi cumpleaños número 13, que me despertaste a mitad de la noche por que tuve una pesadilla nocturna?

-Jamás lo olvidaré ¿Sabes? Esa fue la primera y última vez que gritaste con todas tus fuerzas, por un momento creí que alguien había entrado y te estaba haciendo algo. Tu grito se escuchó tan desgarrador, sueles gritar muy seguido, pero nunca como ese día.

-¿Recuerdas lo que te dije?

-Claro.

-¿Me lo puedes recordar?

-Me dijiste que no te abandonará.

-¿Sabes? Jamás lo has hecho, jamás me has abandonado, y te lo agradezco, cumpliste tu promesa. Hasta el final.

-Hasta el final.

-Gracias.

El no dijo nada más y comenzó a hacerme masaje en mi cuero cabelludo, con la mano derecha, y así fue como quedé completamente dormida.

Desperté gritando y sudando, tenía el pulso acelerado y aún sentía el mismo miedo que sentí en mi sueño de cada vez me hacía despertar.

Me incorporé en la cama y me seque el sudor de mi frente con el dorso de mi mano. Cuando ya estaba más tranquila, tome una liga para el cabello que estaba en mi Buró y me hice un moño mal hecho. Me levanté de la cama y me dirigí a darme una ducha. Cuando me hallaba lavando mi cuerpo me di cuenta que estaba más pálida, mis brazos estaban mucho más pálidos de lo habitual, igual que mis piernas y mi estómago.

-Seguro fue la pesadilla Nicole -Me dije para mi misma.

Me lave el cabello y salí de bañarme, me enrollo el cabello en una toalla y con otra la enrollo en mi cuerpo, al salir del baño busco la caja rosa, pero no recuerdo donde la deje, salgo de mi habitación, pero sin antes asegurarme de que no había nadie. La caja estaba sobre el comedor, la tomé lo más rápido posible y regrese a mi habitación, dejó la caja sobre mi cama y me percató que hay una nota de Mamá Lucy.

"Nicole, querida, salimos, quizá lleguemos tarde pero llegaremos a tiempo para celebrar tu cumpleaños, te queremos y amamos.

Mamá y THOMAS."

Cando pusieron Thomas, la letra era diferente así que supe que el la había puesto, sonreí a tan gestó innecesario pero chistoso, por parte de el, dejó la nota a un lado y abro la caja, sacó todo su contenido, y me doy cuenta que hay un par de cosas más. Recordé el haberlos visto cuando estaba en el hospital, pero no les tome la suficiente importancia.

Acomode todo en la cama quitando la caja y dejándola en el suelo.

Lo primero que hice fue ponerme el vestido, que me quedó a la perfección, me puse unas ballerinas que tienen listón que se enrolla por la pierna y llega hasta la pantorrilla, al terminar, me dirijo a una caja roja pequeña de peluche, al abrirlo me quedo asombrada de lo que se encontraba dentro de la caja.

Lágrimas salieron de mis ojos y rodaron por mis mejillas, me seque las lágrimas con mis largos dedos y saque lo que contenía.

Quite con una mano ese hermoso collar, es un zafiro azul en forma de Radiant. Lo devolví a la caja junto a los pendientes que hacían juego con el collar de zafiro. Tome lo otro que también se encontraba en la caja. Es una carta, al girar y ver de quien es y para quien va dirigida, me doy cuenta que esa carta es de mi madre, mi madre verdadera, al igual que mi padre, y va dirigida a mi.

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No Me AbandonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora