CAPÍTULO 21

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-¿Tienes alguna pregunta? -Preguntó John.

-Después que pase el año, ¿Que cambios habrá para mi?

-Bien, te designaremos un PentHouse, como el de Elliot, se te dará un trabajo.

-¿Que sucede con el estudio?

-Ya no hay tiempo para estudios, así que mientras vives con mi hijo estudiara.

-¿Sobre que?

-Veré que trabajo estaría bien para ti, y después te doy un plan de estudio.

-Bien.

-¿Otra duda?

-¿Sobre esto?

-Puedes preguntar en general.

Dudé unos segundos ya que tenía tantas preguntas en mi mente, tenía que acomodarlas de las manos penosas y exigentes a las más penosas y exigentes.

-Este secreto se queda con nosotros ¿Verdad?

-Si.

-¿Puedo hacer una vida normal?

-¿A que te refieres con normal?

-Tener cónyuge, hijos, nietos.

-Si.

Frote mis manos nerviosas y sudorosas, que están en mi regaso entrelazadas.

-¿Volveré a ver a mi familia?

-Perdón, querida pero... ¿Familia?

-Bueno, los considero mi familia.

-¿Como se llaman?

-Thomas y Lucy Smith.

-¿Los conoces?

-¿Usted los conoce?

-Sí, hace muchos años

-Me criaron -Le expliqué.

-Bien, probablemente.

Asentí con la cabeza, un poco entusiasmada con la idea de que tal vez los volvería a ver. No es fácil renunciar a todo lo que quieres y amas gracias a un cambio de tu vida que tu ni siquiera pediste, o deseas.

-¿Alguna otra pregunta?

Asentí pero en realidad de un momento para otro mi cerebro se congeló, tarde quizás segundos o minutos, pero fueron pacientes esperando mi siguiente pregunta.

-Se que esto es difícil y diferente para ti, pero con el tiempo te acostumbras, puedes tomarte todo el tiempo que sea necesario, y siempre que quieras hacerme una pregunta, puedes decirme ¿Bien?

Asentí nuevamente.

-Se que está pregunta no le va a sorprender pero... ¿Cómo murieron mis padres? -Pregunté de golpe, y en efecto no se sorprendió ni un poco por mi pregunta.

-Querida... - Se levantó de su silla y caminó de un lado a otro delante de nosotros- Dicen que los Ángeles tenemos muy buena memoria y recordamos hasta el más viejo y recóndito suceso que llegamos a pasar, creo que sabes que fue lo que sucedió, incluso mejor que yo.

Me sorprendió su respuesta, ya que no sabía a que se refería, pero fingí que sabía perfectamente a lo que se refería.

-Bien, eso es todo, y gracias por todo señor John -Me levanté de mi silla seguida por Elliot -Elliot, si no te molesta podrías llevarme ha... tu Hogar, es sólo que estoy demasiado cansada y quisiera descansar un poco y procesar todo.

-Buena idea señorita Nicole, Elliot, por favor -Dice John.

Caminé hacia la puerta y antes de abrir las puertas me detuve, di media vuelta sobre mis talones y pregunté:

-¿Qué edad tenía yo cuando mis padres fallecieron?

- 3 años, querida.

-¿Mis padres murieron de causas naturales?

John estaba ya estaba quieto mirándome fijamente.

-Ya te dije querida, eso lo sabes mejor tu que yo.

-Bien, una pregunta más - John sonrió, y Elliot soltó el aire exaspasperado -¿Por que mi madre mencionó en la carta que jamás debo tomar o saludar con las manos, como lo hacen los Mortales? -Elliot carraspeo su garganta y en sus ojos se mostraba una pizca de incomodidad, y John ensanchó más su sonrisa que me mostró sus hermosos y blancos dientes.

-Estaré con mi madre -Fue lo segundo que dijo Elliot desde que entramos en este lugar. Salió y cerró la puerta, John me ofreció de nuevo la silla para que tomara asiento pero negué con la cabeza.

Estamos los dos de pie viendonos fijamente.

-Yo jamás comenté esto con mi hija, mi esposa lo hizo, pero... hablaremos en la forma en que los Mortales lo hacen, ¿Tu sabes lo que.... las parejas hacen cuando se quieren mucho?

-¿Se refiere a las relaciones sexuales? -Solté de golpe, John tocó su barbilla incómodo, y asintió.

-Si, bueno, los Mortales lo hacen de una forma y los Ángeles de otra forma.

-Por medio de las manos -Dije más para mi que para el.

-Sí, es por eso que no se deben de dar las manos.

Caí en la cuenta de que ellos tenían relaciones sexuales por medio de las manos.

«Absolutamente los Ángeles son extraños -Pienso riendo por lo bajo- ¿Qué pensaría Thomas de esto?»

Sacó mi último pensamiento de la cabeza y prosigo:

-Bien, ya entendí, gracias, eso es todo.

-Me alegro -Definitivamente se encontraba incómodo.

Salgo de allí y busco a Elliot en el comedor, lo encuentro hablando con su familia.

No Me AbandonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora