CAPÍTULO 31

92 15 8
                                    

ANTES DE COMENZAR AVISO QUE YA NO TARDA EN ACABAR ESTA NOVELA... NO SE CON EXACTITUD CUANTO QUEDA PERO QUIZÁ 4 O 5 CAPÍTULOS O MENOS, SIENDO SINCERA NO SÉ. LES AGRADEZCO A TOD@S LOS QUE ME HAN LEÍDO DESDE EL PRINCIPIO O NO DESDE HACE MUCHO, GRACIAS. ESPERO LES GUSTE... NO QUEDÉ MUY CONVENCIDA (NO ME GUSTO) CON EL CAPÍTULO, ESPERO QUE A USTEDES SI LES GUSTE. BESOS Y GRACIAS CHAO CHAO.

^.^ ~.~ ^.^ ~.~ ^.^ ~.~ ^.^ ~.~ ^.^ ~.~ ^.^

—Hay algo que no concuerda, Elliot.

—¿A qué te refieres? —pregunta acercándose a mí.

—A todo, hay tantas cosas que no comprendo —digo cerrando los ojos y masajeando mis cienes con mis dedos. Arrugo la frente y muevo mi cuello en círculos—, hay tantas cosas que se quedan con tantas preguntas.

—No pienses en eso, no importa.

—Claro que importa, todo importa, quiero saber más pero no sé qué respuestas obtendré, y me da miedo saberlas, me da miedo que no me gusten las respuestas.

Me dejo caer en la cama aun con el vestido, Elliot se acuesta a mi costado, lo miro a los ojos y veo que hay algo dentro de él que no lo deja descansar, hay algo que lo perturba pero no sé qué es.

—¿Me puedes mostrar? —digo.

—¿Qué? —pregunta viéndome a los ojos.

Le ofrezco mis manos extendidas.

—Qué se siente.

Él sonríe de medio lado pero no es una sonrisa muy sincera.

—Bien.

Se reincorpora y se pone encima de mí a la altura de mis caderas. Me ofrece sus manos y yo gustosa extiendo las mía pero sin tocarlo aun.

—Cierra los ojos —obedecí rápidamente y sonreí nerviosa.

Toma mis muñecas con cuidado y las pone por sobre mi cabeza, siento su aliento en mí cuello y muevo mi cabeza a un lado dándole más espació.

—Eres tan hermosa —me susurra.

Sus labios tocan la zona y el cuerpo reacciona excitándose al momento, muerde el cuello y chupa con delicadeza al igual que como un juego. Sus sabios bajan hasta mi clavícula y pasa la punta de su lengua por esta. Mis sentidos se van perdiendo rápidamente.

—Elliot —sus manos dejan mis muñecas y bajan delicadamente por todo mis brazos, se dirige a las mangas de mi vestido cuando llega con paciencia las baja, cuando me despojó del vestido besa mi obligo en un beso húmedo, da otro beso justo debajo de uno de mis pechos.

Sigo con los ojos cerrados y me dejo llevar por sus caricias, de pronto sus labios aprisionan uno de mis pechos a lo que él lo muerde y lo lame dejando saliva en este. Con las yemas de sus dedos toman el elástico de mis bragas, la levanta un poco y después la suelta haciendo que impactara en mi piel, di un respingo pero no dije nada.

Sus manos siguieron recorriendo mi cuerpo, necesitaba que él estuviera dentro de mí pero le fascina jugar con mi paciencia.

Abro los ojos y lo tumbo en la cama, me subo encima de él, mis caderas hacen círculos sobre las suyas haciendo que Elliot se excitara, sin perder tiempo le quito la camisa, después le quito el cinto, desabrocho el pantalón, se lo quito y lo dejo en bóxer, me vuelvo a subir en él y hago fricción entre nosotros con la poca ropa que nos queda, me toma de mi cadera y me aprieta a él haciendo que la fricción se haga tortuosa.

—¿Dónde están los condones?

Tarda un momento en comprender de lo que hablo, suelta mis caderas y se estira a su mesita de noche sin quitarme de arriba, abre un cajón y saca uno, se lo quito de las manos sin cuidado, lo abro y al sacarlo coloco mi cabeza a la altura de su pene, quito la prenda que le queda, le pongo el condón en la punta y con cuidado lo desenrollo torturándolo.

No Me AbandonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora