CAPÍTULO 33 PARTE 3

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Perdón haber tardado. Espero les guste. Fue el capitulo más largo que he escrito en toda mi dedicación al escribir novelas :) Gracias por leerme, los quiero.

Voten, comenten. Eso me motiva :*

Atte: Su Fiel Escritora Sam :3

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El Ángel nos lleva por todo el almacén y al final de este abre una puerta de fierro que está oculto en el suelo. La levanta y le cede el paso a la chica, pero ella me lo cede a mí.

Entro rápidamente y bajo unas escaleras.

Llegamos a el piso inferior y es un cuarto pequeño sin adorno alguno, veo a un Mortal sentado en una silla leyendo un libro, cuando levanta la vista sus ojos me repasan detenidamente.

Cuando ve bajar a Chloe se levanta de golpe y cierra el libro dejándolo a un lado. Se pone en posición de soldado y con la cabeza saluda a los que acompaño.

-Descansa -le dice el Ángel al Mortal.

El hombre rápidamente se relaja se sienta de nuevo en la silla y se pierde de nuevo en el libro.

Dejante de mí hay un elevador.

Chloe abre las puertas y se introduce en este. La sigo.

El elevador baja no sé cuántos pisos pero no son pocos.

Cuando llegamos, las puertas se abren y me sorprendo al ver una ciudad. Son miles de personas.

Hay personas yendo y viniendo sin voltear a vernos.

-Santo cielos -digo sorprendido viendo a todas esas personas que caminan sin ninguna preocupación.

Me llevan por entre toda la ciudad, nos alejamos un poco de toda esas personas y nos detenemos donde una parte de la ciudad está desolada.

Llegamos a una casa más grande que la casa de los Mortales que yo conozco.

Abre la puerta de una de ellas y me hace entrar. Cuando lo hago ella entra conmigo junto con el otro Ángel y cierran la puerta.

-Sientate en esa silla -las luces eran tenues pero se alcanzaba a ver. Solo es un cuatro con una silla en medio.

Hago lo que me piden.

-¿Cómo me encontraste? -me pregunta Chloe.

Ella cambió, ya no es inocente y tierna como cuando me la topé.

-Solo fue suerte.

-Ja -ríe con sarcasmo-, Ahora dime, ¿Cómo es que me encontraste? -sisea mientras me mira con odio.

-Ya te lo dije -mantengo la calma-, no sabía que te podía encontrar allí.

Ella suspira algo exagerada y le dice algo al Ángeles antes de que este le comunique el mensaje a otro hombre a quien llamo que estaba fuera.

-¿No quieres decirme? Pues se obligaré.

-Ya te lo dije, fue un golpe de suerte.

Ella no dice nada, y lo único a lo que se dedica es a amenazarme con la mirada. Así permaneceos minutos que parecen eternos.

Un hombre mayor pero no demasiado entra con pasos de superioridad. Supongo que es el que manda.

-Chloe, ¿Estás bien? -pregunta el hombre acercándose a Chloe y abrazándola.

-Estoy bien -responde ella dándole un par de palmadas en el hombro.

El hombre me mira y al hacerlo veo que los dos tienen un gran parecido, es el padre.

No Me AbandonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora