CAPÍTULO 11

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No dije nada más. Así que aquí había terminado ya la plática. Pasó quizá 20 minutos de silencio y la mujer que me había despertado entró de nuevo en la habitación, si se podía llamar habitación, ya que sólo lo que divide las "habitantes" son cortinas blancas.

-Nicole, creo que ya estás más calmada.

-Si.

-Que bueno.

-Claro.

-Necesito que me digas si tienes familiares a quien pueda avisar.

Mi cuerpo se tenso, no quería que vinieran prefiero ir por mi cuenta a casa pero no me iban a dejar ir si no me acompaña nadie a casa, dudé unos minutos y al final asentí con la cabeza.

-Bien, ¿Que número es querida?

-650.

-Perfecto, ah por cierto soy la doctora Reed.

No dije nada y ella salió. Había un teléfono en cada casa que no se utilizan para casi nada sólo recibe llamadas y se llamaba dependiendo de que número de casa tenía y la mía es 650, así que no tenía mucho chiste sólo era un teléfono para emergencias.

Pasaron 15 minutos y apareció mamá Lucy con lágrimas corriendo por ambas mejillas, cerró la cortina tras de sí pero antes de cerrar entró Thomas. Mamá se giró y camino hasta quedar frente a mi, se secó las lágrimas de las mejillas y me miró fijamente y yo baje la mirada, tenía vergüenza de mi misma, mamá tomo mi barbilla con una mano e hizo que fijará mis ojos en los suyos. Ya no tenía ojos de preocupación ya esta molesta, veía coraje en su mirada. Todo fue rápido, me dio una bofetada en mi mejilla izquierda, solté un quejido ya que no me lo esperaba, puse mi mano en mi mejilla seguramente ya roja por el golpe, y no puede controlarme y lágrimas salieron de mis ojos.

-¿Como pudiste?

-Mamá -Digo girandome para verla a los ojos, ella también tenía lágrimas en sus ojos otra vez.

-No Nicole, ¿Que dirían tus papás si estuvieran aquí? -Dijo con amargura.

-Pero no están -Fue toda mi respuesta -Lo siento.

-Oh hija -Dijo, me abrazó y me besó en la coronilla de mi cabeza.

-Lo siento.

Pasaron segundos y me soltó, se limpió las lágrimas y se volvió para quedar frente a Thomas, el traía una caja, la caja rosa por la que fuimos, la culpable de que yo estuviera aquí. Lucy tomó la caja se giró hacia mi y me la ofrece.

-Feliz cumpleaños Nicole.

Sonreí ya que por esa caja estaba aquí, por mi regalo de cumpleaños.
Me levanté aunque ya me habían dicho que no lo hiciera y los abracé a ambos y al final tome la caja, me felicitaron y mamá salió a terminar de hacer un papeleo, y Thomas se quedó conmigo, pongo la caja en la cama y después una mujer me trajo mi ropa para que me la pusiera.

-Quiero que veas tu regalo, es especial -Dice Thomas.

Suelto una risa nerviosa y no se por que, me colocó un mechón de cabello suelto detrás de mi oreja derecha y asiento con la cabeza gacha.

-Era de tu mamá -Es todo lo que dice Thomas antes de salir de la "habitación".

Dejándome sola con el Ángel.

Sin dudar ni un segundo abrí la caja y saque de hay tela que cuando por fin la acomode me di cuenta que era un vestido blanco con adornos dorados, en verdad el vestido es precioso, el más bonito que eh visto.

Pegué el vestido a mi cuerpo para simular que lo traía puesto, cuando termine de fingir que lo llevaba puesto lo puse en la cama y una voz me alteró haciendo que que diera un pequeño salto.

-Es hermoso -Dijo Elliot demasiado calmado.

Me giré y al verlo el estaba de pie mirando a mi dirección, lo ignore y seguí sacando lo que había dentro. Saque un capa larga quizá llegaba al tobillo, era de igual manera, blanco, tenía capucha, giré la capa una vez y lo dejé sobre la cama vi más cosas adentro de la caja pero preferiría verlo en casa.

No Me AbandonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora