CAPÍTULO 25

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-Bien, ya puedes abrir los ojos -Dice.

Cuando abro los ojos me quedo impresionada de la hermosura de mis nuevas alas.

«¿En verdad lo hice? -Me pregunto a mi misma»

-¿No piensas decir nada? -Me interrumpe de mi adoración hacia mis alas.

-No se que decir -digo apenas en un susurro-. Son hermosas, pero... ¿Por que tienen sangre?, ¿Siempre va a ser así?

Mis alas son como las de un Arcángel, pero estas están llanas de sangre. Sobre salen de mi cabeza y llegan casi al suelo, son más anchas que mi cuerpo y pueden abrazarme ellas sin ningún problema.

-Eso sucede por que es la primera vez, por que acaban de nacer. Cuando las limpie no volverán a salir con sangre.

-¿Porque no me dijiste que eso iba a suceder?

-Porque te habrías negado a hacerlo.

Lo sopese un momento y me di cuenta de que tenia razón, me habría negado si hubiera sabido que me saldría sangre, hubiera pensado que me dolería. Asentí con la cabeza, dándole la razón.

3 Semanas Después

Estoy en el supermercado con Rosemery y Emily, la madre de Elliot.

-Y luego el vestido rosa, es largo y hermoso y quiero ir por el mañana antes de que otro Ángel me lo gane -dice Rosemery con demasiada energía y soltando una risita como si eso fuese gracioso.

-¿Para que quieres un vestido si no hay ocacción para ponérselo? -pregunto tratando de no ofenderle.

-Pues por que es hermoso, y por que mañana tenemos una fiesta por que el hijo mayor de... Mamá, ¿Cómo se llama tú amiga? -pregunta Rose, a su madre que esta delante de nosotras con el carrito del mandado.

-Amber, querida -dice Emily con voz dulce pero sin mirarnos.

-Cierto. El hijo mayor de Amber, ¡Por fin! -dice exagerando su expresión final-, consiguió conyugue.

-¡Rose! -La reprende Emily volteando a verla, cuando regresa a su sitio se disculpa con los Ángeles que alcanzaron a escuchar la platica.

-Bueno, como decía, ya tiene conyugue y van a celebrar su boda en la casa de Amber, ¿No te lo comento Elliot?

Niego con la cabeza, sin darle importancia.

-Bueno, pero tienes que acompañarme mañana por el vestido y me tienes que dar tu punto de vista, y tal vez... solo tal vez convenza a Elliot de que me acompañes a la boda.

-Quizá tal vez -dije sabiendo que al final él aceptaría.

Cuando llego la hora de irnos, como es siempre que alguien viene al supermercado, todos salen sin pagar, es algo que siempre me indigna, saber que aquí tienes todo absolutamente gratis, por sin ningún motivo. Y en la ciudad de los Mortales todo tienes que pagar y todo está demasiado caro, y cuando salias sin pagar (robar) para darle de comer a un familiar o tu hijo por que muere de hambre lo pagas con la única cosa valiosa que tienes: "tu vida".

Abro la puerta del Pent-House con mi huella digital, una vez dentro veo a Elliot en el comedor.

-Tu información de la semana -Dice dejando 2 carpetas en la mesa.

Sonríe orgullosamente y va a la cocina.

Me siento en la mesa y abro una de las carpetas. La primera imagen que sale es de Mamá Lucy.

Cada semana, los sábados Elliot me estrega un reporte de lo que hicieron en toda la semana Mamá Lucy y Thomas.

-¿Quieres cenar ya? -pregunta

No Me AbandonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora