CAPÍTULO 34

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Disculpen la demora, es que últimamente no he estado muy inspirada que digamos. Espero les guste el capítulo... no me gustó después lo corregiré hasta que me guste :)

Antes de irme jejejeje ¡Ya casi tenemos 2k! ¡Yeiiii! Y si tenemos porque esta historia es de nosotros. Sin ustedes no estaría tan feliz, brincando y llena de alegría. En verdad gracias :*

Atte: Su Fiel Escritora.

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Hay un momento en la vida en la que te preguntas: ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? ¿Por qué de tantas personas en el mundo, yo?

Llega el momento en que el no entiendes el porque te suceden cosas malas si tu solamente tratas de seguir una vida normal, una rutina que te gusta o simplemente que te permiten tener. Te pones a pensar que hiciste mal para que tu vida sea así.

O te cuestionas cuál es tu maldito propósito aquí en la tierra, ¿Porque te dieron vida sabiendo que iba pasar?

Parece que a nadie le importas... si me siento en estos momentos durante Cinco minutos y pienso toda mi vida, las cosas buenas como malas siempre llegó a la misma conclusión o mejor dicho a las mismas conclusiones... ¿Cuál es el propósito de vivir? ¿Para qué morimos? ¿Para que amamos? ¿Para qué odiamos? ¿Por qué yo? ¿Para qué él? ¿Para que ella? ¿Por qué somos así? ¿Para qué nos quieren así? ¿Para qué quieren a los Mortales? ¿Para qué quieren a los Ángeles? ¿Para qué quieren a Dios? ¿Para qué existo? ¿Para que existimos? Si nuestro único propósito es vivir, sufrir, y morir sufriendo. Porque ninguna muerte es pacífica.

Esto sería más sencillo si nosotros simplemente no existiéramos...

-¿Nicole? Nicole -me saca de mis pensamientos Elliot-. ¿Estás bien? -se inclina un poco hacia mí y su entrecejo se hunde un poco.

-Sí -miento.

-Tenemos que salir de aquí... ahora -su voz es rígida y a la vez nerviosa.

-Claro.

Toma mi muñeca y la besa. Me suelta y se acerca a la puerta.

-Demonios -es estúpido escuchar a un Ángel mencionar a los demonios.

-¿Qué sucede? -Pregunto algo alarmada.

Mi corazón se acelera viendo como el rostro de Elliot se contrae pensando algo.

-¿Elliot? -doy un paso inseguro hacia él.

-Estamos rodeados -dice en un susurro y pasa su mano por su cabello.

Suelto el aire que inocentemente estaba conteniendo, mi respiración se vuelve entrecortada.

-¿Qué vamos a hacer? -digo tomándolo de un brazo.

Sin responder toma la capucha de mi chamara y la coloca en mi cabeza escondiendo mi rostro.

-Quiero que te mantengas pegada a mí, no levantes el rostro ni por curiosidad, camina en paso rápido y no me hables o tosas o carraspees o siquiera respires como lo haces cuando estás nerviosa.

«¿Tengo una forma diferente de respirar cuando me pongo nerviosa? -pienso»

Y como si leyese mi mente me responde:

-Haces mucho escándalo, respiras muy fuerte y rápido.

Asiento y me toma de la muñeca poniéndome un poco más adelante que él, toma mi cintura y me acerca a él.

Abre la puerta y yo bajo la mirada e intento controlar mi nerviosismo.

Comienzo a caminar a paso rápido pero a la vez un tanto natural.

No Me AbandonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora