-¿Aún tomas esas cosas?- Cuestionó la pelirrosa sentada a su lado mientras daba un sorbo a su café.
-Ya casi eres Médico, estás consiente de que a la larga los supresores podrían afectar tu salud--Da igual. No es como que me interese tener un mocoso de todas formas- Respondió Katsuki mientras ingería la píldora y bebía algo de agua de su botella.
Mina solo lo observó en silencio, sabía que el rubio era consiente que tomar esas cosas por mucho tiempo no solo podía afectar su fertilidad si no que también podría causar que su celo se presentará de forma irregular o que sus feromonas se volvieran locas de pronto.
-Llevas tomando eso desde que ingresaste a la universidad. No entiendo como tu médico te las sigue recetando--No lo hace- Respondió simplemente el rubio.
-¿Qué? ¿Entonces como las consigues? En las farmacias no te las venden a menos que tengas una orden medica. No habrás falsificado una ¿O si?-
-Claro que no, sólo obtuve algunos frascos en mi internado-
-Eso no es mejor- Suspiró la chica -Podrías tener problemas por robar eso-
Con un gesto el rubio le restó importancia a la situación.
-Como sea, no creo que nos reuniéramos para que me sermonearas--Tienes razón- Afirmó Mina.
-Solo quería verte y beber un café juntos para celebrar que terminaste tu internado. Ya que no me has dejado organizarte una fiesta por aquello--No hay mucho que celebrar, además todos ustedes ahora están trabajando-
-Pues si, pero podríamos hacerlo un fin de semana. Anda Kats no seas aburrido ¿Que te parece el sábado?-
-No puedo, debo ir a esa estupida cena y seguramente tendré que quedarme ahí por el fin de semana-
-Ah claro, había olvidado la cena- Susurró la chica.
-¿Realmente ya pasó tanto tiempo? No puedo creer que ya casi terminas la universidad y durante todo ese tiempo no hayas tenido una cita con alguien. Eres un chico muy guapo, yo mataría por tener unas pestañas como las tuyas o ese atlético cuerpo--No me interesa esas mierdas- Gruñó el rubio -¿Para qué tener citas o esas idiotices si me tendré que casar a fin de año?-
-Mmmm ¿Y hace cuanto que no ves a tu futuro esposo?-
-No recuerdo, un par de años supongo. De todas formas lo veré hoy en la noche-
La chica prefirió cambiar de tema, sabía que el rubio no estaba muy emocionado con la idea de casarse y no lo culpaba, después de todo ¿Quien podría estar feliz por tener que casarse con quien en algún momento fue tu cuñado?
El par de Omegas pasó la mañana charlando en aquel café, a Mina le había costado bastante convencer al rubio de salir juntos y no desaprovecharía su tiempo con él hablando de temas poco agradables.Luego de despedirse de la pelirrosa, Katsuki se dirigió a la universidad, aún tenía una última clase antes de terminar la semana y con ello su última asignatura. Luego de eso, sólo tendría que prepararse para su examen de grado, no más prácticas ni clases teóricas, sólo el maldito examen en un par de meses.
Cuando finalmente la clase terminó, el rubio Omega caminó hacia su departamento, rápidamente se dió una ducha, cambio su ropa por algo más "acorde a la ocasión" y salió de ahí cargando su mochila y un pequeño bolso con ropa.
A pesar de que se sentía agotado y solo quería descansar, sabía que no tenía tiempo, si no se apresuraba perdería el tren.La maldita estación estaba repleta, pero el tren no tardó en llegar, subió al vagón ignorando a los idiotas que lo observaban con esa asquerosa mirada de deseo y emprendió marcha hacia el hogar de los Midoriya.
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Yokubō 欲望
FanfictionKatsuki Bakugo es un joven Omega de veinticuatro años, su atlético cuerpo y hermosas facciones despertaban el deseo y la atracción de cualquiera que lo viera pasar, pero a él no podía interesarle menos esas mierdas. No quiere saber nada de los Alfas...