Capítulo 22: Pruebas

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Tras observar marcharse al pelinegro, y luego de que Deku ingresara a la habitación unos 20 minutos después, el Omega y sus cachorros abandonaron aquella habitación de hospital.
Junto a Todoroki, viajaron hacia su nuevo hogar.

Una vez instalados en aquel departamento, Izuku se dispuso a acomodar a los cachorros en sus cunas, mientras Katsuki se encontraba sentado en el sofá, sumergido en sus pensamientos y temores, no podía sacar de su cabeza las amenazas del pelinegro.

Aquella actitud no pasó desapercibida para el bicolor, quien al observar la expresión del Omega comprendió de inmediato que algo había pasado.
-Te ves algo cansado- Comentó Shoto dirigiéndose a este.
-Tal vez deberías reco...-

-Todoroki- Lo interrumpió el rubio -¿Has encontrado algo? ¿Alguna pista o evidencia de ese idiota?-

El bicolor suspiró con pesar, no hacía falta que Bakugo le explicara a quien se refería, lo sabía muy bien.
-Lamentablemente no, nada que pueda hacer que ese maldito vaya a la cárcel-

Un sonoro gruñido fue la respuesta del Omega.

-Pero- Interpuso el bicolor -Si encontré algo que llamó mi atención-

Katsuki alzó el rostro, expectante de lo que el chico de dos colores fuera a decir.

-Izuku me había comentado que estabas obligado a casarte con el primogénito de su familia por un acuerdo- Comentó Shoto.

-Así es- Confirmó el rubio -Mis padres hicieron una especie de trató, debía casarme con el primer hijo de los Midoriya para garantizar no sé qué mierda de la empresa, y si no lo hacían esta pasaría a manos del Estado-

-Y cuando Izuku supuestamente renunció a su apellido ¿Debías casarte con quien pasaba a ser el primogénito de esa familia?- Indagó Shoto.

-Si, esa es la maldita razón por la que debía casarme con ese hijo de perra- Confirmó Bakugo con rabia.

Izuku, quien había estado en la habitación recostando a sus cachorros, se acercó a Shoto y Katsuki, sentándose en el sofá para oír aquello que tenía que decir el semialbino.

-Pues, tengo que informarte que aquello no es verdad- Indicó Todoroki. Ante las miradas confundidas, este prefirió explicarse mejor.
-Si, existe ese contrato de unión entre ambas familias y también indica que de no hacerlo la empresa pasaría a manos del Estado, pero que luego de tu "divorcio" con Izuku tú debas casarte con su hermano para cumplir el contrato, es totalmente falso-

-Espera ¿Que? ¿Estas hablando en serio?- Cuestionó Izuku.

-Muy en serio- Reafirmó el Alfa bicolor -Aquel "contrato" ya fue cumplido cuando tú y Bakugo se casaron, aún si se hubieran separado, no hay razón legal para que un matrimonio entre sus familias vuelva a formarse. Al menos eso es lo que pude descubrir al indagar las cláusulas del contrato, no soy abogado ni nada por el estilo, pero prácticamente te puedo asegurar que la empresa ya está asegurada a la familia Midoriya y por ende a Bakugo-

La sorpresa, y algo de alivio inundó el pecho del rubio, puede que le haya dicho a Yamikumo que no le interesaba si la tía Inko quedara en la calle, pero sabe que aquello no era verdad, jamás podría perdonarse a si mismo si permitía que la familia que lo acogió quedara en la ruina.
Saber que ese estupido contrato era un problema menos, era un gran alivio, aunque no podría cantar victoria, existían otras cosas que el pelinegro estaba dispuesto a usar para extorsionarlo.

-Sé que confiabas en él- Comentó Shoto mientras se dirigía al Omega -Pero creo que fuiste demasiado tonto en solo confiar en las palabras de ese tipo-

Izuku frunció ligeramente el ceño, no era necesario que le dijera eso a Kacchan, la verdad él tampoco se había cuestionado si esa supuesta cláusula del contrato era real cuando su hermano le restregó en la cara que sería él quien se casaría con Kacchan ahora.

Yokubō 欲望Donde viven las historias. Descúbrelo ahora