Yokubō 欲望

Capitulo 7: Mensaje

Había sucumbido a sus instintos, a sus necesidades como Omega, y se odiaba por eso.

Yamikumo era su amigo y peor aún era el hermano de Deku ¿Cómo diablos pudo tener sexo con él? Aún si fueran a casarse, Katsuki no lo podía aceptar.

Lo recordaba con claridad cómo empezó. Recordaba como se frotó sobre el Alfa, como este lo tomó y lo besó, como quitó su ropa y recorrió su cuerpo con sus manos y su lengua, como lo alzó hasta llevarlo a su cuarto y como ahí se abrió paso en su interior.
Y nada de eso fue en contra de su voluntad. Fue él quien se lo pidió, quien restregó su trasero en el Alfa, quien gemía de placer mientras sentía aquellas embestidas, quien sufría fuertes espasmos en su cuerpo cada vez que este anudaba en su interior.

No fue solo una vez, tuvo sexo con él por tal vez dos o tres días, su mente nublada por el extasis no le permitía recordarlo con claridad, realmente había demasiadas lagunas en su memoria.
Lo que sí recordaba es que la noche anterior Yamikumo le había dado un baño y lo recostó en la cama donde cayó profundamente dormido.

Y ahí estaba ahora, despertando totalmente desorientado y sintiéndose agotado.
Estaba en la habitación del pelinegro, pero este no estaba ahí, bajó de la cama para buscar sus pertenencias, sobre la mesa de noche estaba su mochila, celular y también aquel bolso con ropa que al parecer dejó en la casa de los Midoriya.
Cuando tomó su teléfono este tenía la batería muerta, fijó su mirada en el pequeño reloj sobre la mesita; 4:00 pm, diablos era bastante tarde.

Luego de vestirse y salir de la habitación cargando sus cosas, el Omega se dió cuenta que no había rastros de Yami en aquel departamento.
Pero cuando se acercó a la cocina pudo ver una nota que había sobre la encimera, en ella el Alfa explicaba que había tenido una urgencia en el trabajo y debió salir, pero que le había dejado preparada la cena y le pedía que por favor se alimentara.

Bien, tenía bastante hambre y aquella sopa de miso tenía buen olor, así que decidió comer un poco, luego de eso tomaría el primer tren y se largaría a su departamento.
También debería pasar a la farmacia, estaba seguro que cuando tuvo sexo con Yamikumo no habían utilizado protección.

Cuando finalmente llegó a su departamento y tomó aquel anticonceptivo de emergencia, Katsuki conectó su teléfono a la corriente y de inmediato recibió un montón de notificaciones y mensajes, principalmente de Kirishima, Mina y su grupo de amigos.
Pero lo que más sorprendió al rubio fue observar la fecha; era jueves ¿¡Había pasado casi dos semana en el departamento del Alfa!? Su celo jamás había sido tan largo, siempre fueron tres o cuatro días como máximo.

Mierda eso no era bueno.

Decidió enviar un mensaje a Kirishima diciendo que se encontraba bien, estaba seguro que el Pelos de mierda se encargaría de hacerle saber eso a el resto.

Luego de eso, apagó nuevamente su celular y se dedicó a estudiar y repasar todo lo que debía para su examen, había perdido bastante tiempo y estar sin hacer nada solo le hacía recordar lo mucho que se odiaba por lo que había pasado con Yami.
Desde ahora solo se concentraría en estudiar hasta que fuera el momento de rendir su examen, sin embargo su concentración no duró mucho tiempo, ese mismo sábado en la tarde tocaron la puerta de su departamento. Y quien más podría ser si no ese cuarteto de idiotas que consideraba sus amigos.

-¡Hola, hola!-
-¡Hola Kacchan!-
-¿¡Qué hay Kats!?-
-¡Bakubro!, ¿Cómo estás?-

Apenas el rubio abrió la puerta, los cuatro chicos se abalanzaron dentro de su departamento, cada uno cargando algunas bolsas con comida y alcohol, eran bastante claras sus intenciones.

-Nos tenías preocupados, ¿Cómo te atreves a desaparecer por tanto tiempo y luego sólo enviar un mensaje diciendo "Estoy en mi casa, estoy bien"?- Se quejó el pelirrojo.