Yokubō 欲望

Capítulo 16: Compras

Shoto se encontraba en su computadora, matando el tiempo aquella fría tarde luego de terminar su llamada con Izuku.
Habían pasado un largo rato charlando sobre lo que había ocurrido con sus vidas los últimos meses, hablaron prácticamente de todo.

Perezosamente, el bicolor se puso de pie y caminó con calma hacia la pequeña mesa donde hace un rato había dejado su celular y ahora este no paraba de sonar.
Bastante intrigado observó el aparato, una llamada entrante, de Izuku.
¿Habría sucedido algo? Hace poco menos de una hora este se había despedido diciendo que iría a buscar al rubio Omega luego de su examen en la universidad.

-¿Sí?-
Inmediatamente después de contestar la llamada, pudo oír al peliverde bastante alterado, sus apresuradas y atropelladas palabras apenas le permitían comprende que quería decir.
-Un momento Izuku, no entiendo nada de lo que me tratas de decir. Cálmate ¿Quieres?-

~Es...es Ka..Kacchan. Yo..yo....~

Los sonidos lastimeros al otro lado de la línea sólo lograron preocupar aún más al Alfa bicolor. Definitivamente algo malo había pasado.
-Cálmate un poco ¿Que ocurre con Bakugo?-

~Él se fue....yo...yo no sé donde está. ¡No lo encuentro por ningún lado!~

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Katsuki caminaba con tranquilidad por las grandes tiendas del centro comercial, un par de pasos más atrás, el pelinegro Alfa lo acompañaba.

-Antes de ir a las tiendas de electrónica ¿Te parece si comemos algo rápido?-
Sugirió Yamikumo.

El rubio quiso rechazar la oferta, pero el ruido de su estómago fue más que suficiente para convencerlo. Diablos que estaba hambriento, ese chocolate que compró en la U.A. ni siquiera logró tranquilizar al par de mocosos, hace bastante rato que estos no dejaban de moverse.

Tras dirigirse al patio de comidas y pedir algo junto al pelinegro, ambos se sentaron mientras disfrutaban de su almuerzo.

-¡Demonios! Hace tanto que no comía una hamburguesa repleta de picante-
Katsuki se sentía en el cielo, generalmente no era muy amigo de la comida chatarra, pero llevaba tanto tiempo encerrado en una cabaña alejado de todo el mundo y comiendo guisos y platos hogareños, que lo único que quería ahora era comer algo grasoso y picante.

-¡¿Ah si?! ¿Y por qué no has comido?- Cuestionó Yamikumo mientras llevaba una papa a su boca -Creí que Izuku era de esos que corren por cumplir un antojo para su Omega-

-Ja, pues no. Según Deku, el picante puede hacerle daño a los mocosos- Gruñó molesto el rubio.

Ante las palabras del Omega, el pelinegro le dirigió una mirada curiosa.
-Son dos. Mellizos- Aclaró Bakugo antes de que el otro pudiera preguntar.

Yamikumo no pudo evitar expresar una mueca de asombro
-¡Vaya! Eso si es una sorpresa. Que buena puntería tiene Izuku ¿no?-

-S..si- Respondió el rubio pensativo. Si supiera que el de la "buena puntería" no era el peliverde si no él ¿Debería decirle? Lo había discutido con Deku y se suponía que la decisión era no mencionar nada al pelinegro, pero, de cierta forma Katsuki creía que lo correcto era contarle.

-Pues ya decía yo que parecía que ibas a explotar en cualquier momento- Bromeó Yamikumo sacando a el rubio de sus pensamientos.

-Ja ja ja ¡Que gracioso!- Rió sarcástico el Omega.
Tal vez lo mejor era no tocar ese tema, Yamikumo actuaba como un amigo, como siempre lo habían hecho ¿Para que arruinarlo contándole la verdad?

Ambos pasaron un buen rato, comiendo y charlando de su vida, Katsuki le habló alegremente al pelinegro contándole sobre los meses de gestación que tenía, así como también que llevaba el último tiempo viviendo como una pareja con Deku.