Capítulo 14: Familia

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Trató de ocultar lo más posible sus emociones frente a Deku, y al parecer pudo lograrlo.

Cuando este le contó el porqué desapareció por tantos años, se sintió culpable y miserable. Lo había odiado por tanto tiempo, tiempo en el cual Deku había estado encerrado en una asquerosa cárcel.
Además, se había involucrado con su hermano, eso era algo qué recordaba constantemente y por lo que no dejaba de culparse.

Solo agradecía que el nerd no se diera cuenta de esto, tenía tantas emociones dentro suyo que no sabía cómo manejar, que su única forma de desahogo era llorar a escondidas en el baño o durante la madrugada.
Se sentía realmente como la mierda, no comprendía cómo era posible que Deku aún quisiera estar con él.

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Últimamente el ambiente era tranquilo, por lo menos así lo sentía Izuku.
Kacchan se la pasaba estudiando en su habitación mientras él se preocupaba de preparar la comida, recolectar leña o hacer las compras. Le gustaba aquella sensación de paz, pero parte del peliverde quería más que sólo eso, pues Kacchan le había dicho que tenía problemas para dormir por lo que le pidió cambiarse a una habitación solo para él, ante aquello Izuku prefirió irse al dormitorio que Shoto había estado utilizando, pues no quería incomodar al rubio.

Izuku extrañaba poder dormir acurrucado a un lado de Kacchan, hace tiempo que no lo hacía, añoraba poder besarlo y acariciar su ahora bastante abultado vientre, pues con casi 5 meses de embarazo y más aún de mellizos, el abdomen del Omega había crecido enormemente.

Aún así, Izuku no presionaría al rubio, ya en varias ocasiones le había dejado claro sus sentimientos y que quería formar una familia con él y aún no obtenía una respuesta por parte de Kacchan, este ni siquiera le había dicho si planeaba contarle a Yamikumo del embarazo, sólo se la pasaba sumergido en sus estudios.

Aquella tarde habían terminado de cenar, Izuku recogía los platos de la mesa mientras el rubio se disponía a lavar la loza en la cocina.
Mientras el pecoso ordenaba un poco el lugar, pudo oír un fuerte golpe proveniente de donde Kacchan se encontraba, desesperado corrió hacia el lugar encontrándose con el rubio de pie frente al fregadero y algunos platos tirados en el piso.

-¿Qué ocurre?- Cuestionó preocupado pero al no tener respuesta se dispuso a recoger los pequeños trozos de loza esparcidos por el suelo -No te preocupes, yo los recojo. No te vayas a cortar-

-Sentí...sentí algo- Tartamudeo el rubio algo nervioso.

-¿Te sientes mal? Llamaré al médico- Habló preocupado Izuku mientras rápidamente tomaba en brazos al Omega y lo llevaba a su cuarto.
-¿Te duele algo? ¿Te sientes mareado?-

-No es eso. Estoy bien- Katsuki dejo que el peliverde lo sentara sobre la cama.

-¿Entonces que es? ¿Qué sentiste?- Izuku se encontraba bastante alterado, no quería que le pasara nada a Kacchan o a sus cachorros.

Una pequeña lágrima se deslizó por la mejilla del rubio, preocupado aún más al Alfa.
-Se movieron- Respondió por fin -Sentí unos pequeños movimientos-

El rostro de preocupación del peliverde cambió de inmediato a uno de felicidad.
-¿De verdad? ¿Pue..puedo tocarlos?- Ante la respuesta afirmativa de Katsuki, Izuku esbozó una sonrisa mientras con algo de temor acercaba su mano al vientre del rubio.

Apenas posicionó su mano, pudo sentir unos pequeños movimientos bajo esta, de forma inmediata las lágrimas comenzaron a deslizarse a través de aquellas mejillas cubiertas de pecas.
Izuku decidió acercarse más, se recostó en la cama mientras ponía su oído en el vientre y con ambas manos lo acariciaba.

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