CAPÍTULO-42

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Me desperté, sonrojada por mi propio sueño.

¿Por qué había soñado que lo besaba otra vez?

Estúpida.

Eso es lo que era.

Una estúpida.

Aún así no paraba de recordar lo que él me había mostrado, uno de los recuerdos que conservaba de su padre y el último de su madre. Era demasiado pequeño para asimilar algo así, bueno, creo que nunca se es lo suficientemente mayor para ver cómo dan una paliza y queman viva a tu madre por "tu culpa".

No era su culpa, pero él lo creía, si no hubiera dicho nada y se hubiera ido con ella nada de eso hubiera pasado, pero... tenía solo cinco años y a esa edad es difícil mantener un secreto, y su padre no es que se lo pusiera muy fácil. Menos mal que ese hombre ya estaba muerto.

"Prefiero morir antes de permitir que vuelvas a tocarme" dijo su madre.

"Prefiero morir devorada, ser torturada, cualquier cosa, antes de meterme en la cama contigo, antes de permitir que me toques" dije yo la primera vez que lo vi.

Aunque las palabras habían sido distintas el significado era el mismo.

Ahora lo entendía todo, la muerte de su madre seguía pesándole, matarme habría sido como volver a matarla a ella, volver a revivir ese momento, y él huía de cualquier sentimiento así que decidió no arriesgarse.

"Eres un monstruo"

"Eres un monstruo"

"Eres un monstruo"

No paraba de pensar en esas tres palabras pronunciadas por mi boca y por la de su madre.

<<Si no fuera porque nuestras almas están enlazadas te mataría yo misma>> Céfone no estaba muy contenta con mis pensamientos.

-Lo siento, yo...

<<Ni te disculpes, sé lo que sientes ¿recuerdas?>>

-Solo fue un momento de debilidad, nada más.

<<Eso no cambia nada>>

-Solo fue un beso.

<<Dice la que siempre había creído que su primer beso sería con alguien especial>>

-Déjame en paz.

<<No, pero lo peor no fue eso>>

-Cállate.

<<Lo peor fue que te gustó>>

Puedo aseguraros que, si nuestras almas no estuvieran enlazadas como había dicho ella, yo también la hubiera abofeteado.

-No me gustó.

No quería seguir con esa conversación, Céfone no conseguiría confundirme aún más.

<<Tuviste el instinto de seguir besándolo>>

-Pero no lo hice, no seguí y, como te dije antes, no me gustó.

<<Miéntete a ti misma si quieres, pero recuerda que yo puedo hurgar en tus sentimientos y en tu cabeza si me lo propongo, soy lo suficientemente vieja como para saber cuando alguien siente algo, aunque sea por unos segundos>>

-Solo me apiadé de él, nada más.

Sé que no debí hacerlo, y si esa bruja seguía con esa conversación me vería obligada a romper algo.

<<¿Y por qué estás furiosa?, ¿quizás porque sabes que tengo razón?>>

-No vuelvas a dirigirme la palabra, cállate -apreté el puño.

EN EL CORAZÓN DE UN MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora