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Faltan 3 días para la boda, he estado ocupada con las pruebas de maquillaje y peinado, sin contar que mi madre me llevó a ver el lugar donde se realizará la ceremonia, ahora que tengo un poco de tiempo libre decidí ir de compras con Lumine.

- ¿Entonces dejaste la universidad? - Preguntó ella.

-Si, no me quedó de otra. Mi padre ya fue a cancelar la matrícula. -  Dije algo desanimada.

-No te desanimes, tengamos la esperanza de que tu prometido no sea restrictivo, puede que incluso te deje seguir estudiando. - Dijo Lumine, quien trataba de darme ánimos. - En fin, cambiemos de tema ¿Qué opinas de Childe? Es muy lindo ¿verdad? -

Desde aquel día en el bar, no habíamos tenido la oportunidad de volver a hablar, así que no ha podido preguntarme que opino sobre aquel chico.

- La verdad ni sé qué opinar sobre él, me da vibras extrañas... - Comenté mientras pensaba. - ¿De dónde dijiste que era? -

-¿Childe? Pues la verdad no sabemos, es un poco reservado con respecto a su vida personal, parece que no le agrada hablar de eso. - Respondió Lumine.

- Noté como te pusiste ese día. - Solté de repente. - ¿Aún tienes sentimientos por él? -

Lumine se sonrojó inmediatamente con mi pregunta, la respuesta era obvia.

- Eso es asunto mío. - Se puso a la defensiva. -... Pero aquí entre nosotras, puede ser que sí. - Dijo susurrandome con un poco de emoción.

- ¿Aether sabe? - Lumine se reía por mi pregunta.

-Aether no se daría cuenta ni aunque tuviera un cartel puesto que diga "Me Gusta Childe" en la frente. - Dijo mientras se burlaba de su hermano. - A no ser que alguien se lo diga directamente no lo notará, es algo lento con esas cosas. -

-Quizás sabe y simplemente no le da importancia. - Sugerí

- Créeme, si Aether supiera no pararía de molestarme en casa. - Lumine estaba bastante segura de su respuesta. - Ahora que lo noto ¿Porque tu sirvienta no nos acompaña? -

- Mi madre me dijo que por hoy podía salir sola, siempre y cuando volviera a casa antes que mi padre. -

Decidimos pasar a comer, ya que se acercaba la hora de almuerzo y aún no hemos comido nada, nos acercamos a un McDonald's y comimos deliciosa comida chatarra, aunque no contábamos encontrarnos con alguien familiar.

- ¡Hola chicas! - Dijo aquel chico pelirrojo acercándose a la mesa - Que coincidencia ¿como están? -

- Hola Childe, que alegría verte. - Dijo Lumine.

- Hola. - Dije tratando de sonar cortante, pero tampoco demasiado amigable.

-¿Les importa si me siento con ustedes? -

Lumine me observaba con una mirada que conocía bien, así que simplemente asentí dándole a entender que no me incomodaba.

- ¡Claro! No nos molesta. - Dijo la rubia con una sonrisa, Childe no tardó en sentarse.

- ¿Dónde está Aether? -  Pregunta Childe al percatarse que no está su preciado amigo.

- No le gusta acompañarnos cuando venimos de compras. - Dijo Lumine.

- ¿Están de compras terapéuticas? - Pregunta Childe.

- De hecho sí, trato de hacer sentir mejor a ___, ya sabes, por "el tema" - Dijo Lumine.

- No creí que a las señoritas adineradas les gustaran los McDonald's - Comentó Childe.

- ¿Qué puedo decir? Sé disfrutar de lo sencillo. - Respondí sin prestar mucha atención, estaba ocupada saboreando las papas fritas.

Jamás Diré Que Sí - Tartaglia Y Tú [AU] ACTUALIZACIONES LENTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora