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Estaba tirada en la cama mirando al techo, trataba de mantener mi respiración serena para evitar que la ansiedad se apodere de mí mientras sobre pienso en todo lo que pasó el día de hoy, especialmente sobre aquello que dijo una de mis hermanas. 

¿Mis padres me mintieron? No lograba entender por qué y aún no sabía todo, pues aún no recibo noticias de mis hermanas, sé que dijeron que me contactarían a la noche, pero no podía evitar preocuparme.

Tampoco he tenido noticias de Childe ¿Debería empezar a preocuparme?

Lancé un suspiro y miré la pantalla de mi teléfono, en ella estaba el número de Lumine, decidí marcarle, afortunadamente no tardó en contestar.

- ¿Hola? - Respondió con duda en su voz, al no tener este número registrado supongo que le extrañará el recibir una llamada de un número desconocido.

- ¡Lumine! ¡Soy ____! - Dije alegre al oír su voz. 

- ¡Aether, es ___! - Gritó llamando a Aether, sonaba contenta. Escuché pasos apresurados del otro lado del teléfono.

- ¿___? ¿Eres tú? ¿Cómo estás? ¿Qué pasó? Y lo más importante: ¿¡Dónde estás!? - Habló Aether completamente ansioso.

- ¡Tranquilízate! - Lumine lo regañó y logré oír como le pegó un zape, así como también oí el quejido de Aether. - Pero responde ¿Cómo estás? ¿Qué fue lo que pasó? -

- Estoy bien, gracias por preocuparse. - Se formó una sonrisa en mi rostro al escuchar las voces de mis amigos, sentía una leve presión en mi pecho la cual asumo que es el sentimiento de culpa por hacerlos preocupar. - Kaeya y mis hermanas me sacaron de la boda, me hicieron huir. -

- Todos se enteraron de que huiste, pusieron precio a tu cabeza, deberías tener cuidado en dónde sea que estés, la noticia no tardará en propagarse si es que no lo hizo ya. - Aether sonaba completamente serio.

- Sí, algo me comentó Kaeya. - 

- ¿Por qué te hicieron huir? ¿Se enteraron de algo malo? - Pregunta Lumine con notoria preocupación en su voz. Dudé un poco antes de responder, pero finalmente lo hice.

- Al parecer sí, me dijeron que mis padres me estaban mintiendo, que me fuera lo antes posible de ahí. Tomé las cosas que me dieron y nos fuimos al aeropuerto. -

- ¿"Nos fuimos"? ¿No estás sola? - Preguntó Lumine bastante curiosa.

- No, tuve un acompañante bastante peculiar, en realidad... - Fui interrumpida por el sonido de la puerta abrirse. 

- ¡Llegué! ¿Dónde estás? - Preguntó Childe.

- ¿¡Estás con un chico!? - Preguntaron los gemelos al unísono.

- Te dije que aplicó la de escapar con alguien que se ofreciera de amante. - Dijo Aether convencido.

- ¿Por qué su voz me suena conocida? - Habló Lumine.

- Me tengo ir, cuando pueda los vuelvo a llamar ¡Adiós! -

- ¡Usen protección! - Se escuchó la voz de Aether antes que cortase la llamada.

Escuché como Childe dejaba las cosas del supermercado en la mesa que había en la entrada, decidí ir a ver que había comprado.

- Compré bastante comida instantánea para almorzar y cenar, también compré pudín ¿Te gusta el pudín? Si no te gusta me lo como yo. - Dijo mientras guardaba las cosas

- Sí, me gusta. - Respondí mientras tomaba un par de esas comidas instantáneas y empezar a prepararlas, era un poco pasado de la hora de almuerzo y estaba muerta de hambre. 

- También compré papel higiénico y cosas para el camino, y una mochila grande para guardar todas las cosas, nos estaremos movilizando por bastante tiempo. - Dijo serio.

- ¿Por qué? - 

- Tengo asuntos que atender y pusieron precio a tu cabeza. - Respondió. - ¿Con quién hablabas? Creí haberte escuchado hablar con alguien. -

- Ah, sí, sobre eso me contó Kaeya hace un rato. - Estaba esperando a que se hiciera la comida. - Y ahora estaba hablando con los gemelos por teléfono. - Childe dejó de hacer todo lo que estaba haciendo en ese momento y me miró serio.

- ¿Qué? - Se acercó a mí. - No les dijiste donde estamos ¿O sí? -

-No, no tuve la oportunidad, llegaste y corté la llamada. - Respondí, al ver la expresión aliviada en su rostro no pude evitar preguntar. - ¿Qué tendría de malo que les dijera? Son mis mejores amigos, confío en ellos. -

-Yo también confío en ellos, pero no sabemos con qué medios te pueden estar buscando en estos momentos, puede que hasta estén interfiriendo el canal de llamadas de tus cercanos para encontrarte, es mejor que no se te escape en donde estás cuando hables por teléfono si no quieres que te encuentren. - Childe tomó mi teléfono, el cual había dejado en la mesa y parecía estar buscando algo.

- No te he dado permiso para revisar mi celular. - Dije algo ofendida, él solo me ignoró y siguió buscando "no-sé-qué" en mi teléfono.

- La persona que configuró tu teléfono sabía lo que hacía, al menos tiene tu ubicación encriptada, no podrán localizarte si rastrean tu señal. - Dijo mientras me devolvía mi teléfono.

Luego de esta pequeña charla empezamos a comer, pues la comida no tardó mucho en estar lista. Cambiamos el tema a conversaciones más agradables para distraernos del mal rato que habíamos pasado hoy, aún tengo curiosidad sobre la situación de Childe, pero no es asunto mío, así que no insistiré en saber.

Mañana partíamos de nuevo, esta vez camino a la ciudad principal, si no hacemos paradas de por medio deberíamos estar ahí mañana.

Jamás Diré Que Sí - Tartaglia Y Tú [AU] ACTUALIZACIONES LENTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora