- ¿Tienes idea de cuantos recursos utilizamos para buscarte? – Habló el hombre alto de apariencia fornida. – Huiste por que no querías casarte, dejando un desastre a tus espaldas. Y ahora vuelves aquí a decirme que vas a contraer matrimonio con ____ Vatore de todas formas. –
Childe estaba tenso ante cada palabra que salía de la boca de su padre, analizando cada movimiento, intentando descifrar qué pasaba por su mente. Sabía que su padre era un hombre que disfrutaba de tener el control y no iba a ceder terreno fácilmente.
- En fin, no voy a preguntarte nada, siempre has sido muy impulsivo y te haz llevado a por tus propias ideas. – El padre hizo una pausa, dejándose caer en su silla con un gesto de resignación. – Lo importante es que tanto como tú y ____ están bien de salud y de vuelta con sus familias. –
Sin previo aviso, el hombre se levantó y se acercó a Childe para abrazarlo. El gesto fue inesperado, tan cálido como fuerte, y Childe sintió por un momento la vulnerabilidad que rara vez veía en su padre. No estaba acostumbrado a esa clase de afecto.
- Nos tenías preocupados hijo. –
- ¿Sí? Pues no lo pareciera con la cantidad de mercenarios que mandaste. – Dijo Childe correspondiendo el abrazo con una sonrisa amarga.
- Por favor – El padre se separó un poco y miró a su hijo a los ojos – Estoy seguro que pudiste con todos ellos, sé la clase de persona que es mi hijo, De lo contrario estaría muy decepcionado. - Sus palabras eran duras, pero también había un tono de admiración y orgullo que no pasó desapercibido para Childe.
El padre de Ajax empezó a servir un poco de whisky en dos vasos con movimientos precisos y calculados.
– Aunque no me esperaba que la familia Vatore también contratara mercenarios o al gremio de aventureros por su lado, yo les había dicho personalmente que me encargaría de la búsqueda.
- De mi prometida y su familia es precisamente de lo que quería hablar contigo padre. – Ajax se sentó frente a él, su tono era serio.
El hombre mira con curiosidad a su hijo, haciéndole una seña con la cabeza para que se explicara. Ajax empezó a contarle la mayoría de las cosas que habían pasado, desde el momento en el que se empezó a enamorar de ella hasta todas las cosas que había descubierto con respecto al maltrato que el patriarca Vatore ejercía sobre la chica. Mientras hablaba, el rostro de su padre permanecía inescrutable, pero Childe sabía que detrás de esa máscara de indiferencia, su mente estaba trabajando, analizando y sopesando cada palabra.
- No me sorprende viniendo de los Vatore, no es la primera vez en la historia de su familia que le pone la mano encima a una mujer - murmuró finalmente su padre, su voz fría y calculadora. – Esa debilidad es inaceptable. – Childe frunció el ceño ante tal comentario.
- – ¿Debilidad? Padre, ____ no es débil. Ha soportado más de lo que cualquiera podría imaginar, y aun así se mantiene en pie. –
- No me refería a ella, hijo,– el hombre hizo una pausa, mirando su vaso de whisky. – Me refería al patriarca Vatore. Un líder que no protege a los suyos no merece respeto. De hecho, por eso elegí a ____ para ti. Sabía que su situación la haría más... maleable. Alguien que, en el fondo, encontraría en ti un pilar de apoyo y lealtad inquebrantable. –
Childe sintió una oleada de ira, pero se contuvo. Sabía que su padre veía a las personas como piezas en un tablero de ajedrez, siempre moviéndolas en su propio beneficio.
- Pero esto no es solo un juego, padre. No es una estrategia. –
- Todo en la vida es una estrategia, Ajax. – Su padre lo interrumpió, con una sonrisa fría. – Tu abuela solía decir lo mismo. Ella creía que las cosas podían ser diferentes... y mira dónde terminó. ¡Muerta, a manos de esas escorias de la casa Vatore! -
Childe sintió un escalofrío al escuchar esas palabras. Era la primera vez que su padre mencionaba la muerte de la abuela de manera tan abierta. Ajax reunió valor y decidió hacerle la pregunta a su padre.
- ____ es lo más importante para mí en estos momentos, quiero saber si cuento con tu apoyo para protegerla. – Dijo Ajax con una mirada seria pero desafiante a la vez
El padre de Ajax mantuvo el silencio por un momento, sosteniendo su vaso de whisky mientras lo giraba lentamente, como si estuviera reflexionando sobre la pregunta de su hijo. Childe podía sentir la tensión en el aire, el peso de las palabras que había pronunciado y lo que significaban para ambos. El hombre dejó el vaso sobre la mesa, y su mirada se endureció, volviéndose tan fría y penetrante como la de un depredador evaluando a su presa.
- ¿Y qué esperas que haga exactamente? – respondió finalmente, su voz carente de emoción. – ¿Que ponga a toda la familia en riesgo por una muchacha que apenas conoces? ¿Que sacrifique nuestros recursos y alianzas por tu capricho? –
Childe apretó los dientes, sintiendo cómo la frustración y la ira burbujeaban en su interior, pero se forzó a mantenerse sereno. Sabía que perder el control solo le daría a su padre más poder sobre él.
- No es un capricho, padre. – Contestó con firmeza, enderezando los hombros y sosteniendo la mirada desafiante de su progenitor. – Sé lo que implica pedirte esto. Pero no puedo permitir que la historia se repita, no puedo quedarme de brazos cruzados mientras ella sufre a manos de esa familia. –
El padre soltó una risa seca y burlona, como si las palabras de Childe hubieran sido una broma especialmente divertida.
- ¿La historia repetirse? – Murmuró, y por un instante, Childe vio un brillo oscuro en sus ojos, una emoción que no pudo identificar. – Te falta mucho por aprender, Ajax. Las historias no se repiten, son las personas las que cometen los mismos errores una y otra vez. ¿Crees que salvar a ____ te convertirá en un héroe? ¿Que romperás con el ciclo? No. Solo estás jugando un papel que yo ya anticipé, uno que encaja perfectamente en mi plan. –
- ¿Tu plan? – Childe no pudo evitar sentir un escalofrío recorrerle la espalda. – ¿Quieres decir que todo esto era...? –
- Desde el momento en que decidiste escapar, sabía que eventualmente volverías, que esa chica te haría regresar. Lo que no anticipé fue que lo harías con ella a tu lado. Eso es lo único que me tomó por sorpresa. – El padre se inclinó hacia adelante, sus ojos fijos en los de Childe, transmitiendo una intensidad abrumadora. – Si realmente quieres protegerla, si estás dispuesto a luchar por ella, entonces demuéstrame que eres digno de llevar el nombre Nobile. Solo entonces me plantearé ofrecerte mi apoyo. Pero debes entender, hijo, que nada en esta vida es gratis. –
Childe sintió la trampa tendida por su padre. Sabía que no podía confiar plenamente en él, pero tampoco podía darse el lujo de rechazar su oferta. Respiró hondo, enfrentando la mirada de su padre con la misma intensidad.
- Haré lo que sea necesario. – Declaró con determinación. – Pero no voy a permitir que la utilices como una pieza más de tu juego. Si vamos a hacer esto, será en mis términos. –
El hombre lo observó con una expresión indescifrable durante unos segundos que se sintieron eternos, y luego, para sorpresa de Childe, una sonrisa genuina y fugaz cruzó su rostro.
- Me recuerdas a mí cuando era joven. – Admitió con un leve suspiro. – Muy bien, Ajax. Acepto tu desafío. Veamos si tienes lo que se necesita para proteger aquello que amas y, al mismo tiempo, preservar el legado de nuestra familia. Pero te advierto, hijo, que no habrá segundas oportunidades. –
El padre extendió su mano y Childe la tomó, sellando un acuerdo que sabía cambiaría el curso de sus vidas. Mientras las llamas de la chimenea bailaban a su alrededor, Childe no pudo evitar sentir que acababa de entrar en una nueva fase del juego de poder que su padre siempre había controlado. Pero esta vez, estaba decidido a cambiar las reglas.
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Jamás Diré Que Sí - Tartaglia Y Tú [AU] ACTUALIZACIONES LENTAS
FanficAdvertencia: Esta historia puede tener contenido sensible para algunos lectores, tales como: Violencia, maltrato, contenido sexual, entre otros. Se recomienda discreción. Eres una jovencita de 19 años, vida acomodada, buenos amigos, unas hermanas qu...