13.

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Jungkook mira su celular y el reloj marca las doce de la mañana. Se levanta de la silla y toma el plato con brownies, dejándolo sobre el lavabo. Luego toma las dos copas con vino y hace lo mismo. Taehyung se levanta.

—Se nos hizo muy tarde, son las doce —dice el mayor, acercándose al contrario.

—¿Ya? Wow. El tiempo se ha pasado volando.

—Lo sé, me he divertido mucho.

—Yo igual. Ya debería irme.

—Te llevo.

—No, descuida. Puedo volver solo.

—Vamos, es peligroso, es muy tarde.

—Pero si me llevas tendrás que volver solo tú y no quiero.

—Pero volveré en auto —insiste y el otro niega—. Y si... ¿Quieres quedarte a dormir?

—¿De verdad? No quiero molestar.

—¿Quieres o no? —pregunta y Taehyung sonríe.

—Sí, quiero.

—Bien, hemos llegado a un acuerdo. Te prestaré algo de ropa.

Ambos se dirigen a la habitación del mayor y Taehyung sonríe al ver como se encuentra re-decorada con un estilo más similar al suyo. Los cuadros en las paredes son llamativos pero no cegadores, hay un gran espejo frente a la cama, plantas en las esquinas o sobre los muebles y las sábanas son blancas y negras. Le gusta.

Jungkook le extiende unas prendas cómodas que puede utilizar para dormir y luego se encierra en el baño, dándole privacidad a su invitado para que pueda cambiarse tranquilo.

Hace su rutina nocturna que incluye lavar su rostro y sus dientes. Pronto sale y Taehyung se encuentra doblando su ropa y dejándola sobre el escritorio de forma prolija. Jungkook no puede evitar mirarlo de arriba a abajo. Sus mejillas se tiñen de un color rosado por lo bonito que se ve con su ropa. La remera cubre hasta sus muslos y los pantalones le quedan un poco grandes.

—Hay un cepillo de dientes extra en el segundo cajón y puedes usar desmaquillante si quieres —avisa el pelinegro antes de vestirse y el contrario se adentra al baño por un rato.

Taehyung sale y se acuesta a su lado. Ambos se esconden bajo las sábanas y Jungkook observa la espalda del rubio, pensativo.

—Lamento que hoy no haya pasado nada.

—¿Uh?

—Sé que querías que te toque —murmura y Taehyung se da la vuelta, mirándolo—. Perdón.

—No tienes que pedir perdón. Yo lamento que haya querido ir muy rápido.

—¿No estás molesto?

—No, Kook —sonríe y se acerca, estira su brazo y acaricia la mejilla del hombre—. No estoy molesto. No tienes que hacer nada que no quieras.

—Sí, umh... Quiero que salgamos más veces, pero me gustaría evitar la parte sexual por ahora, si es que no te molesta.

—Por supuesto, yo también quiero que salgamos más veces. No tenemos que hacer algo sexual.

—Gracias por entender, Tae.

—No hay de qué —susurra y empuja la nuca de Jungkook, acercándolo para probar sus labios por última vez antes de ir a dormir.

Jungkook cierra sus ojos y corresponde al beso, sintiéndose relajado y cálido. Envuelve la cintura de Taehyung con sus brazos y le acaricia la espalda con lentitud, mientras que el otro deja leves caricias en su pelo negro.

Broken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora