Broken.

19.

Cinco meses.

Taehyung está entrando en una especie de delirio, pues no cree poder esperar mucho más para pedirle a Jungkook que sea su novio. Nunca tuvieron esa charla en la que reflexionar y debatir lo que pueden hacer con lo que sucede entre ellos, y eso es desesperante.

Baja por el elevador a la planta baja del gran edificio y cuando finalmente lo hace, maldice en voz baja debido a la violenta lluvia que provoca que las calles de Seúl estén inhabitadas. Hace frío como para cubrirse el cabello con su abrigo, por lo que sale y termina empapándose de inmediato.

Mira a su alrededor y todo parece iluminarse cuando ve a Jungkook, mojado por la lluvia y tiritando por el clima helado. Se acerca casi corriendo y toca su hombro, queriendo llamar su atención, para luego plantar un beso en sus labios.

—¿Qué haces aquí? —pregunta y el mayor suspira.

—Mi auto se averió esta mañana y vine en autobús.

—¿Quieres volver conmigo? Conozco uno que puede dejarnos en mi casa.

—¿Y nos acostaremos a dormir abrazados en tu cama?

—Sip, tenemos que caminar dos cuadras y hay una parada.

Jungkook asiente y ambos se dirigen al lugar, pero luego de hacer dos pasos, un autobús pasa por al lado de ellos y comienzan a correrlo, esperando llegar a tiempo.

Pero es inútil, pues no lo alcanzan. Taehyung lloriquea e intentan recuperar el aliento. Jungkook sonríe y lo envuelve con sus brazos, mientras las gotas pesadas caen sobre ellos con vehemencia. El rubio suelta una risa y se acurruca contra el cuerpo contrario, olvidándose por completo de la lluvia.

—Vamos a tener que volver nadando —Jungkook bromea mientras se separa y acaricia el rostro húmedo del menor—. Eres el hombre más hermoso del mundo.

—¿En serio? Mi cabello es un desastre y no tuve tiempo de maquillarme en la mañana.

—Sigues siendo el número uno para mí.

—Jungkook... —sonríe y siente sus ojos cristalizarse—. Gracias.

—¿Puedo contarte un secreto?

—Por supuesto.

—Me quedé esperándote y le pedí ayuda a Hoseok para prepararte una sorpresa en tu casa.

—¿En serio? ¿Sabías que iba a invitarte?

—Estaba seguro de que podría convencerte —dice—. Pero no aguanto, no puedo esperar a llegar a tu casa.

—¿Uh?

—Déjame ser tu novio, por favor —pide el pelinegro, sosteniendo el rostro ajeno entre sus manos y acariciando el mismo con sus pulgares.

—Oh.

—Me gustas muchísimo y quiero intentarlo, quiero poder presentarte a mis conocidos como mi novio y quiero que hagamos cosas de novios.

—¿Cosas de novios? Ya las hacemos —ríe.

—Sí, pero... ¡Aish! Estoy muy nervioso.

—Hey —Taehyung sonríe y choca sus labios, besándolo con lentitud. Jungkook siente como se derrite ante aquello, mientras el menor lo abraza con fuerza al unir sus bocas. Ninguno de los dos quiere separarse, les gustaría permanecer así durante décadas enteras—. Quiero ser tu novio.

—¿Sí?

—¡Por supuesto! También me gustas mucho, estaba pensando en preguntártelo.

—Eres mi novio —festeja el mayor y levanta a Taehyung en sus brazos, girando tal película romántica de los 2000—¡Kim TaeHyung es mi novio!