Broken.

21.

Los dos se suben al auto y van camino a casa del mayor, en completo silencio. Ninguno de los dos emite sonido, simplemente esperan impacientemente llegar para hacer quién sabe qué. Tienen calor, están ansiosos y no pueden esperar a estar solos.

Jungkook mira por su reojo a su novio y este muerde su labio inferior con fuerza, mientras palmea sus piernas nerviosamente. Tiene su cabello despeinado y los labios hinchados, le duele la mandíbula.

Y este tampoco puede evitar mirar de reojo al contrario, que aprieta el volante con indebida fuerza y perfora el lado interno de su mejilla con la lengua. Tiene la ropa alborotada y la cremallera baja de su pantalón. Se ve caliente y parece enojado, lo cual lo hace ver mil veces más sexy para el rubio.

Llegan finalmente y entran a la casa. Jungkook no pierde el tiempo y sostiene el la cintura de su novio de forma bruta, arrebatándole el aliento y besándolo con desesperación. Taehyung siente sus piernas flaquear ante eso y abraza el cuello del otro, con las mismas ansias.

El pelinegro se sienta sobre el sillón negro de su sala con el contrario a horcajadas, que siente algo duro crecer debajo suyo y eso le hace delirar. Taehyung sonríe y acaricia la espalda ajena, deleitándose con los músculos de la misma y queriendo clavarle las uñas para que cualquier persona que se atreva a mirarla sepa que le pertenece a alguien más.

Jungkook coloca sus manos grandes sobre el trasero del rubio y lo presiona descaradamente, para luego moverlo hacia adelante y generar fricción entre sus intimidades. Taehyung se sorprende ante eso, pero no le molesta en absoluto y se permite disfrutar de eso. Comienza a moverse en círculos, adelante y atrás, frotándose.

—Mgh —Jungkook jadea y mueve su pelvis hacia arriba, necesitado de contacto y de sentir el cuerpo de su amor lo antes posible.

—¿Q-quieres que pare? —pregunta, apretando los brazos del mayor, quien tira su cabeza hacia atrás.

—No, no pares, por favor —susurra y eso a Taehyung lo vuelve loco, quiere arrancarse la ropa y sentirlo dentro suyo, repetirle que lo quiere muchísimo y que quiere tenerlo para siempre.

—Dime si cambias de opinión —pide antes de acelerar los movimientos.

Ambos se encuentran en un estado que jamás experimentaron. Jungkook porque es la primera vez que tiene este tipo de contacto con alguien. Confía en él y es por eso que su mente está tranquila, porque sabe que está con alguien que lo aprecia. Y Taehyung porque jamás en su vida estuvo haciendo eso sabiendo que no sería tirado fuera de la casa y que lo que sigue es una sesión de besos y mimos. Sabe que está donde se lo merece y donde lo valoran de verdad. 

En poco tiempo, los dos acaban dentro de sus pantalones. Pero eso no es suficiente, Jungkook no tiene paciencia como para ir a dormir o seguir como si nada. Quiere más.

Necesita más.

Toma las piernas de Taehyung y lo sostiene entre sus brazos. Éste lo besa con vehemencia, chupando y mordiendo sus labios de forma dolorosamente deliciosa.

Jungkook lo acuesta sobre la cama y se acomoda encima suyo. Tiene mucho calor, demasiado, y es por eso que se deshace de su remera y la arroja al suelo. Taehyung acaricia sus abdominales, sintiendo la suave piel con la yema de sus dedos.

El pelinegro sonríe y quita la camisa del menor, para también tirarla al suelo. Su abdomen desnudo es una obra de arte y sabe que el resto de su cuerpo también. Está enamorado de él y de cada rincón de su piel. Desde sus ojos hasta sus lunares, sus piernas y sus cicatrices, todo.

Taehyung toma su rostro entre sus manos y vuelve a besarlo, con lentitud y menos impaciencia. Ya no está pensando como un animal, está relajado y sabe que sea lo que sea que suceda, él quiere a Jungkook muchísimo.