5. Dulce vainilla

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El menor se encontraba en cama aún, estaba demasiado adolorido debido a lo de la otra noche, no quería siquiera levantarse porque sabía que el dolor le ocasionaría una caída.

Deseaba volver a dormir para no seguir pensando y no sentir ese dolor pero era imposible no sentía sueño alguno, solo quería morirse en ese momento.

Mientras sus lágrimas recorrían esas mejillas suaves, una puerta se abrió en ese momento, era claramente Belos, ¿Qué mierda asquerosa haría ahora?

El mayor no dijo ni una sola palabra lo cual preocupo un poco al menor creía que estaba molesto por algo.

Es así como en ese momento, el mayor se puso encima del menor claramente con intenciones de volver a abusar de él, la mirada piadosa de aquel pequeño indefenso se hizo presente.

–Por favor...Hoy no, me duele mucho Belos– Dijo el menor con un tono roto y triste, claramente estaba al borde del llanto, Belos insistió nuevamente.

Él quería saciar el gusto por devorar al pobre indefenso muchacho, no le importaba que estuviera adolorido, no le importaba lo triste que se encontrará.

Sólo quería saciar esa satisfacción sexual que sentía en su interior sin importar que, quería sentir la calidez del interior de aquel menor.

Quería destrozar su cuerpo una vez más sin piedad alguna, quería verlo, sangrar, llorar, suplicar a gritos llenos de un gran dolor, quería hacerlo suyo una vez más.

–Oh vamos mi lindo ángel, no seas un niñito llorón, ¿Qué acaso no quieres satisfacer al que dices amar?– Exclamó el mayor.

Hunter asintió suavemente –Claro que quiero, te amo, pero solo que no quiero hacerlo ahora, realmente me duele mucho por favor entiéndelo– Decía El pequeño con una voz  al borde del llanto.

El mayor estaba casi a su límite de paciencia, se estaba poniendo más y más furioso debido a la negación del menor, comenzando a apretar de sus muñecas.

–Deja de ser tan llorón mierda, vamos a hacerlo te guste o no– Dijo esto, amarrando las muñecas del menor quien estaba suplicando con una mirada piadosa.

Belos bajaba los pantalones junto el boxer del pequeño que estaba pataleando con miedo, no quería esto, iba a doler como el infierno, y él lo sabía perfectamente.

Sintió un gran y alto dolor en cuanto fue penetrado su interior por el mayor, provocando que Hunter dé un grito mientras Belos sólo embestia sin piedad.

El pequeño rubio lloraba, dolía como la mierda, no sentía calidez, no sentía amor alguno, sólo un dolor que quemaba peor que nada.

Extrañaba acurrucarse en los brazos del mayor en busca de protección, charlar de cualquier tema, sólo quería volver a sentir aquél amor indoloro, aquella protección.

Si bien aún habitaba aquello, ya no se sentía como antes, el amor y protección se juntaron con un dolor que mataba día a día al indefenso de tan sólo 13 años de edad.

El interior del menor comenzó a sangrar un poco más de lo normal, debido a que la fuerza con la que el mayor penetraba al pequeño era mucha.

Belos estaba enojado y al mismo tiempo con una gran excitación al ver el rostro del menor, quien estaba llorando y gritando por aquel gran dolor.

Sentía que su interior sería destrozado de peor manera, quería morir, sentía como si fuera a hacerlo y no quería seguir vivo para cuando si interior estuviera totalmente destrozado.

Belos le decía que ambos se habían enamorado del otro por cupido, que cupido los unió para amarse por toda la eternidad, entonces el menor a veces se preguntaba.

More than my body?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora