12. ¿Caleb?

2.6K 104 257
                                    

El peliverde estaba mirando aquel walkie talkie en silencio absoluto, estaba esperando a que su amado le hablara, no quería meterlo en problemas entonces decidió esperar.

Lágrimas cayeron por sus mejillas sin mostrar alguna expresión, sabía la mierda por la que estaba pasando Hunter, conocía el dolor de ser corrompido día tras día, entendía cada jodido sentimiento.

Lo sabía porque él también fue víctima de un adulto que le arrebató su inocencia, su pureza, con tan sólo 4 años tuvo que soportar el jodido dolor de como un monstruo lo devoraba.

Esa experiencia lo afectó por años, más sabiendo que nunca obtuvo justicia alguna, pero con el tiempo entendió que no era su culpa, entendió que debía de superarlo, claro que sería difícil volver a amarse a si mismo.

Sería difícil dejar de sentirse sucio, dejar de sentir asco cada vez que miraba su cuerpo desnudo, pero no era imposible, es así como le dijo a sus hermanas sobre aquella horrible noche donde un monstruo arrebató su inocencia.

Sus hermanas estuvieron ahí para él, al igual que su padre quien desde que se enteró comenzó a prestar más atención a sus hijos, después de todo eran eso, sus hijos, daría su propia vida para salvarlos.

Cuando su padre supo la cruel noticia de que su hijo fue corrompido por un enfermo, sólo pudo llorar y suplicar por perdón, sentía que era su culpa por no cuidar lo suficiente a sus hijos.

Sentía que esto pudo evitarse si tan sólo hubiera sido un buen padre, lo destrozó saber que su pequeño hijo con sólo 4 años tuvo que soportar ese dolor que ningún niño tendría que soportar.

Edric  le dijo a su padre que no era culpa suya, después de todo él siempre hizo lo posible por ser el mejor padre para ellos.

Por otro lado, Odalia no hizo o dijo nada, sólo pudo decir –No te consideres más mi hijo, eres repugnante – Aquellas palabras fueron como una apuñalada para Edric, no podía creer lo que había oído.

Alador claramente se vió severamente enojado ante la actitud de Odalia, es así como las constantes peleas comenzaron, Alador odiaba pelear con su esposa, la mujer que amó tanto.

Lo tenía agotado mentalmente, Edric y sus hermanas miraban con dolor como su padre lloraba luego de una larga discusión con Odalia, era claro que él no quería pelear, de hecho le causaba un gran dolor hacerlo.

Alador llegó inclusive a soportar las agresiones de su esposa, quien se descontrolaba una que otra vez en aquellas discusiones y acababa por darle una bofetada a Alador quien simplemente permitió esto.

No era capaz de herir a su amada, no podía hacerlo, si lo hiciera jamás se lo perdonaría, era horrible para los niños ver como su padre seguía cegado por el amor que le tenía a Odalia.

Edric siguió pensando en todos esos momentos, hasta que una voz se escuchó en el walkie talkie, era su amado, el chico que tanto amaba y que le provocaba una gran alegría, al fin tuvo la oportunidad de hablar.

Pero era preocupante que la voz del menor se oía rota, como si no tuviera fuerzas alguna para siquiera hablar –Edric...por favor ven a la casa, te lo suplico– El peliverde no se negó, dándole a entender a Hunter que iría de inmediato.

Es así como agarró su mochila y se dirigió corriendo hasta la casa de aquel asqueroso monstruo, no quería ni pensar en que ese bastardo le hizo nuevamente más daño a Hunter, no soportaba la impotencia de no poder hacer nada.

Sacarlo de ahí, era fácil decirlo pero no lo era hacerlo, si pudiera lo sacaría de ahí, pero era claro que Belos no se rendiría así de fácil, menos cuando tenía el riesgo de acabar en cárcel.

More than my body?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora