11. Campo de flores

2.5K 116 231
                                    

El menor estaba en el baño, restregando aquel estropajo rasposo por todo su cuerpo hasta herir su cuerpo, se sentía sucio, repugnante, no podía dejar de sentir aquellas marcas en su cuerpo.

Era doloroso saber que nunca volvería a ser puro, limpio, duele saber que siempre va a estar sucio y que no había nada para evitarlo, quería volver a ver a Edric, pero al mismo tiempo no quería dejar aquel hombre que le dió un techo “seguro”.

No podía dejar de sentirse sucio, dolía tanto, era jodidamente horrible el tener que soportar tantos abusos, tantas manipulaciones y golpes, no podía evitar sentirse asqueado a veces al recordarlo.

Él gritaba con todas sus fuerzas cuando era violado sin piedad por Belos, nadie lo escuchaba, ni siquiera el hombre que se suponía lo amaba, no entendía porque el “amor” pasó drásticamente a violencia, seguía sin comprenderlo.

Al salir del baño ya cambiado seguía preguntándose ¿Por qué? ¿Por qué Belos le hacía pasar este dolor? No podía evitar odiarlo, odiaba a ese cerdo asqueroso que lo abusaba sin parar, no podía con el dolor.

No soportaba que cuando le contó a sus padres aquella vez que Belos lo abusó, lo llamaron mentiroso, luego de eso Belos lo agredió y amenazó con quedarse callado o de lo contrario aquellas fotos serían publicadas.

Él quería morir, estaba tan cansado, ese adulto le había arrebatado la inocencia a un pequeño que necesitaba ser protegido, no pasar por toda esta mierda, el mayor al verlo como un dulce niño, sintió el impulso de devorar la inocencia del pequeño.

Belos estaba en el comedor, estaba esperando con ansias al menor para abusar de él nuevamente, es así como lo tiró al suelo y se puso encima suyo.

Pero algo comenzaría a cambiar, algo sería diferente esta vez, ya que cuando comenzó a hacer su puta mierda de siempre, Hunter lloraba, pero su expresión mostraba odio, asco, no el miedo de siempre.

Los forcejeos volvieron de forma más violenta, Belos no comprendía que carajos le sucedía ¿Por qué estaba haciéndose tanto el difícil? Era lo que más detestaba, estaba a punto de golpearlo, cuando un grito se escuchó.

–¡¡Tú, maldito cerdo asqueroso, te odio jodidamente, te odio maldito hijo de puta!! ¿¡¿Por qué a mí, por qué me haces esto?!? ¡¡Yo no soy un mentiroso, no lo soy!! ¡¡Arruinaste mi niñez, me violaste, lo hiciste, arruinaste mi vida maldito hijo de perra!!–

Aquellos gritos del menor quien seguía llorando, hicieron que Belos se enfureciera más –Yo no te he violado, tú lo pediste maldita zorra sucia– Exclamó el mayor, esperaba que con eso se callara, pero sorprendentemente, no fue así.

–¡Yo te grité por piedad, nunca escuchaste, te vi mirando mientras me bañaba! ¡¡No soy un mentiroso!! ¿¡Por qué me arruinaste!? ¡Yo sólo quería sentir tu amor, tu protección! ¡¡JÓDETE!! ¡ESTOY HARTO,  CERDO DE MIERDA!– Gritó el menor.

Esa furia fue sacada desde lo más profundo de su corazón, pero no duró mucho ya que volvió a ponerse vulnerable, comenzando a llorar con todas sus fuerzas, le dolía, dolía recordar cada violación.

No podía con esto, no soportaría más, no lo haría, lamentablemente Belos tenía siempre algo bajo la manga, poniendo una expresión fingiendo empatía, abrazó con amor al menor y comenzó a acariciarlo.

–Oh querido pajarito, no me gusta que me digas esas cosas, me hacen sentir tan triste que quisiera morir ¿Acaso no ves como me dañas? Por eso estoy tratando de corregirte...pero veo que prefieres estar solo por siempre –

Hunter en ese momento, no supo si creerle, una parte suya le creía, pero la otra estaba negada a creer aquellas palabras, fingió creerle por completo ya que no quería ganarse más golpes o azotes.

More than my body?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora