9. Lo merezco

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El Sol estaba poco a poco asomándose, Hunter seguía en cama con una triste mirada, una vacía y sin esperanzas, eran las 9a.m. y el mayor ya estaba encima del menor.

¿Es que acaso este monstruo jamás estaba satisfecho? ¿No quería dejar descansar al pequeño siquiera unos días? Su retorcida mente parecía no importarle nada más que su propio placer.

Hunter no lloraba, ni siquiera gritaba o ponía fuerzas para separarse de Belos, sólo se quedaba quieto sin decir nada o mirar al mayor fijamente.

Se sentía vacío, como si no tuviera corazón, ya no le importaba el dolor, aún lo sentía pero sólo trataba de ignorarlo, seguía pensando en aquella noche donde tuvo oportunidad de huir.

¿Por qué por un momento pensó en aceptar huir? ¿Ya no amaba a Belos? Se sentía mal porque por un segundo pensó en traicionar a su amado, al hombre que le dió el mundo entero para hacerlo feliz.

¿Cómo pudo siquiera pensar en abandonar al hombre que lo acogió y ofreció amor? Si bien cada caricia era dolorosa, no era excusa para dejar su lado, eso es lo que pensaba el menor.

Triste era que Hunter no se diera cuenta que su dependencia y la manipulación de Belos lo acabarían matando en cualquier momento, luego de años, era claro que su corazón y mente no soportarían más.

Sus pensamientos fueron interrumpidos en cuanto una bofetada sonó, el mayor había vuelto a golpearlo –¡Mierda, dí algo! Te quedas callado como un puto muñeco–

Hunter ni siquiera lo miró, no quería tener que volver a pelear con él, sólo quería un abrazo y amor –¿No vas a hablar? ¿¡Eh!?– El mayor con una mano tomó de las mejillas al contrario, obligando a este a mirarlo fijamente.

–Yo...no quiero pelear contigo Belos, estoy harto de los gritos– Confesó Hunter, el adulto no supo cómo reaccionar ante esa respuesta –¿Quieres decir que ya no me amas? ¿Eso significa? ¿Ahora me odias?–

El menor suspiró cansado –Ya ni siquiera sé que siento por ti, Belos– Exclamó, no sabía que es lo que su corazón sentía, no entendía sus propios sentimientos.

Belos se subió los pantalones, para luego tomar de los hombros a Hunter bruscamente, mirándolo con una expresión que heló la sangre del menor.

–¿¡Acaso estás molesto conmigo!? ¡Pues me importa un carajo lo que sientas, yo te amo y eso significa que te quedarás conmigo por siempre! ¿¡Entiendes eso maldita perra!?– Exclamó a gritos.

–¿¡¡Sabes lo obsesionado que estoy contigo!!? Nunca quise hacerte daño, pero tú me vuelves tan jodidamente loco, yo sé que me amas aún, ¡¡No me importa que digas que no sabes lo que sientes!!!–

Una bofetada volvió a escucharse, Hunter nunca había visto a Belos de este modo, parecía enojado pero su expresión no decía lo mismo, era tan extraño, tan aterrador.

–¡Detente, me estás asustando Belos!– Gritó, Hunter no dejaba de mostrar aquella expresión aterrada, lleno de miedo el cual aumentaba a medida de que Belos apretaba sus hombros.

Por impulso, Hunter pateó el estómago del mayor quien cayó al suelo adolorido por el golpe, es así como Hunter corrió, saliendo de aquella habitación.

Acabó por encerrarse en el baño, poniendo seguro a la puerta, escuchó atentamente los pasos apresurados del mayor, Hunter hubiera salido de la casa, pero la puerta tenía llave.

Llave que sólo Belos poseía, es así como una patada se escuchó, el adulto trataba de romper la puerta, aquel pequeño no sabía que debía hacer, su walkie talkie estaba en la habitación.

More than my body?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora