𝙄𝙉𝙎𝙊𝙈𝙉𝙄𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉

𝘟𝘟𝘟𝘐𝘐𝘐

—¡Mgh!— Jungwon exclamaba sintiendo el miembro contrario en su garganta, hace más de 3 horas que estaban en el hotel y en ese momento Jungwon estaba en medio de su trabajo.

—Sigue así...— acariciaba su cabello mientras su novio movía su cabeza de adelante a atrás.

Jungwon seguía con esa lencería, bueno, solo con el collarín y la cinta en su pierna.

—Ve más a fondo— tomó a su novio de su pelo haciendo que llegue más dentro de su garganta.

La mandíbula del peliazul dolía, su garganta también, no podía hacer que llegue al fondo del todo, pero al parecer Jongseong haría que si.

Tan profundo.

—Aguanta un poco más— veía lágrimas bajar por sus mejillas, pero si le disgustaría, se hubiera apartado y dicho la palabra de seguridad, no lo obligaría a nada.

—¡Ugh!

Embistió su pequeña boca llegando hasta el final, entrando por completo en esta, llegando hasta lo más profundo de su garganta.

Jungwon lloraba, pero no de disgusto, sino por lo que sentía en su garganta, esa fricción tan deliciosa que no le dejaba respirar.

—Solo un poco más...— su garganta era tan profunda y estrecha a la vez, que sentía que pronto se correría.

Jungwon solo estaba ahí, arrodillado con las mejillas rojas y sus ojos llorando por las sensaciones.

—Un poco más...— y con dos embestidas se corrió dentro de su garganta viendo que al salir de esa boquita, Jungwon trató de tragarlo todo, pero no pudo evitar que algunas gotas de semen bajaran por sus labios.

—F-fue muy bueno— sonrió con la respiración agitada por no haber podido respirar bien.

—Aún no acabamos— y levantando a Jungwon de un solo tirón, lo sentó en sus piernas, de un movimiento entró en él, hasta lo más profundo.

—¡Ah!

—Salta— ordenó apoyando su espalda y cabeza en el respaldo de la cama.

—S-sí....— colocando sus manos en los hombros de Jongseong para tomar impulso, empezó moviendo sus caderas en círculos para luego recién saltar.

Esa habitación era un completo lío, gemidos agudos y graves, choques de piel, jadeos, lloriqueos, azotes, podía escucharse de todo.

«…»

—Uhm....— eran las 7 de la mañana, estuvieron 7 horas sin conocer la palabra límite, habían dos botellas vacías de lubricante en el suelo, perdieron la cuenta de cuántas veces lo hicieron esa noche.

Jungwon tenía marcas en el cuello, clavículas, torso, piernas, en todo su cuerpo, hasta habían marcas de mordidas, su trasero rojo por las repetidas y fuertes embestidas que le fueron proporcionadas.

Mientras que Jongseong tenía marcas en el cuello y rasguños en su espalda y hombros, pero no le disgustaba, eso significaba que a su lindo novio le había gustado lo que hicieron.

—Vamos, te limpiaré— sabía que Jungwon no podría pararse adecuadamente, aún acostado en la cama, sus piernas temblaban.

Jungwon levantó sus brazos ya sabiendo la rutina que Jongseong tenía para limpiarlo, su novio lo levantó de la cama para dirigirse al baño.

Como fue dicho, el pequeño peliazul fue limpiado, y duchado, mientras que el pelo de Jongseong fue delicado y cariñosamente lavado por su dulce novio.

—Te amo— Jungwon se sentía tan feliz de tener a ese chico a su lado, ahora estaban en la cama, listos para descansar un poco.

—Yo te amo más— lo abrazó otorgándole calor y confort.