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—¿A dónde los llevo?— preguntó un taxista

—A la calle Yodam, por favor— Jaeyun, Riki y Heeseung se adentraban a un taxi para volver a su casa, estaban regresando 12 horas más antes, extrañaban su hogar.

No avisaron ni nada, pues ¿por qué avisar? Ni que estuvieran haciendo algo... extraño.

Al llegar, se bajaron del taxi, pagaron respectivamente y abrieron la puerta principal con cuidado pues era de mañana y de seguro que seguían durmiendo.

Se adentraron con lentitud a la casa, sin hacer demasiado ruido, pues no querían despertar a los dos menores que seguían durmiendo.

—Iré a ver a Jay— Jake habló entrando a la habitación del menor sin encontrarse con este —que raro...

—¿Y Jungwon?— Heeseung preguntó caminando hacia su habitación para abrirla con igual de cuidado, encontrándose con algo un poco extraño de ver.

Primero, Jongseong estaba en su cama apresando a Jungwon, no sería raro si lo hubieran visto hace 4 meses, pues dormían juntos en ese entonces, y segundo, que Jongseong no traía camisa, además que Jungwon parecía tener unas picaduras de ¿mosquito? En el cuello.

—Que lindos— Jake les sacó unas cuantas fotografías para volver a cerrar la puerta de la habitación de Jungwon.

«…»

—Jay...— Jungwon removía a su menor —Jay~— volvió a removerlo.

—¿Si?— en un movimiento volvió a apresarlo.

—Creo que ya llegaron— se escuchaban estruendosas risas en la sala.

—¿Eso significa que no puedo desayunarte?— besó su mejilla —eso es malo— llevó sus manos hacia su cintura para acariciar la piel de su torso.

—Nop, no puedes— se alejó un poco —pueden entrar y vernos, aleja tus manos— una de sus manos estaba pasando de su torso a su pecho.

—Pero quiero tocarte— tres simples palabras que lograron avergonzar por completo a Jungwon.

Una patada fue lo que los alejó, ahora Jungwon estaba acostado en la cama y Jongseong... en el suelo pero con toda la autoestima, si.

—Pervertido...— El mayor susurró adentrándose en las sábanas.

—Sí, pero te gusta ¿o no?— se levantó del suelo colocándose una ramera para tapar los rasguños de su espalda —buen día— besó su cabellera para ir a saludar a sus mayores que llegaron hace un rato.

Caminó por el pasillo dando con la sala viendo a los demás quienes estaban viendo la televisión mientras desayunaban sentados en el sofá.

—¿No que ustedes llegarían mañana?— Fue lo primero que dijo Jongseong.

—Ni un buenos días— Heeseung se hizo el dolido —¿Dónde quedó el respeto?

—Ya cállate, Heeseung hyung— Riki le restó importancia —Extrañabamos el wi-fi y el aire acondicionado— era la única razón por la que no aguantaron una semana completa en la intemperie con un generador de energía y unas cuantas cosas más.

—Ah... okey— Jongseong preparó el desayuno para él y para Jungwon, para él era una infusión de manzanilla y para Jungwon una chocolatada con algunos bombones además de preparar unos emparedados para ambos.

—¿Jungwon no vendrá a la sala?— Jaeyun preguntó.

—Está algo adolorido porque ayer él... hizo ejercicio y no estiró como debía— evitó mirarlos y caminó hasta la habitación de Jungwon.

—Oh... iremos en un momento para saludarlo— primero terminarían de desayunar.

Jongseong se apresuró a la habitación, sacando un buzo suelto del closet de Jungwon, dejando el desayuno a un lado para destaparlo y vestirlo correctamente.

—¿Eh?— Jungwon estaba confundido, de un momento a otro fue destapado y vestido.

—Ayer hiciste ejercicio ¿Okey? okey— se contestó a sí mismo besando su mejilla. —Hice el desayuno— le pasó su taza de chocolatada y un emparedado.

Jungwon iba a preguntar, pero tenía comida, así que todo estaba bien.

—Ven— Jongseong atrajo a Jungwon para cerrar su camisa de pijama, no es que se vieran muchas marcas evidentes que no parezcan picaduras, pero solo él podía ver su pecho y toda su clavícula.

—No es que no me hayan visto desnudo nunca— era común entre todos ellos, entrar en medio de una ducha o entrar a la habitación mientras se cambian, no había algo que esconder.

—Sí, pero ahora es diferente— abotonó el último botón.

—¿Por qué sería dif– —

—¡Jungwon!— Jaeyun entró a la habitación —Nos dijeron que estás adolorido— lo abrazó.

—Sí...— devolvió el abrazo, ¿Qué debería responder a eso?

—Te hubiéramos traído algo... pero solo había naturaleza alrededor, a no ser que quieras una rama— apretó sus mejillas y luego algo llamó su atención —¿Es época de mosquitos?

—¿Qué? no, de hecho, recién va a empezar.

—Oh.. entonces ¿Qué son estas picaduras?— señaló 3 marcas rojas en el cuello de Jungwon.

—Amm... Ayer fuimos al valle con Jay, a mi me picaron pero a Jay no ¿Que raro no?— Jungwon habló con rapidez.

—Oh.. sí, Hyung quería ir a un zoológico del valle y no se puso suficiente repelente— Jongseong desvió su mirada.

—Que descuidado eres Won, sabes que tu piel es muy sensible— pellizcó su mejilla.

—Sí, la piel de Hyung es muy sensible— Jongseong se posicionó a su lado pasando su mano discretamente por la cintura de Jungwon.

—A-A desayunar— Jungwon se puso nervioso sosteniendo su taza de nueva cuenta para empezar a beberla.

—Jay— Jake lo miró con una mirada algo... ¿cómplice? —¿No dijiste que nunca más dormirías con alguien?— sacó su teléfono —esta mañana los vimos a ambos— les mostró la fotografía de ambos abrazados y acostados en la cama.

—Me rindo— Jongseong suspiró —no puedo dormir sin Jungwon Hyung— apresó a su pequeño mayor en sus brazos.

Y sin aviso, Jaeyun tomó tres fotografías a ese abrazo nada esperado.

—Listo, se van a casar el domingo— eso significaba que les mostraría a todos esa fotografía —ahora desayunen y descansen, que mañana volvemos con las actividades.

Jake se fue de la habitación, cerrando la puerta tras de él y entonces por fin, Jungwon pudo respirar tranquilo.

—¿Ves? te dije que ya no dejaras marcas en esos lugares— lo miró molesto, pero seguía siendo adorable.

—¿Entonces puedo dejarlas en otros lugares?— su mano bajó de su cintura a su muslo derecho, manejándolo a su gusto.

—Puede... puede que sí— sus mejillas y orejas enrojecieron.

—Estaba viendo algunas cosas interesantes en internet... ¿Quieres probarlas?— susurró en su oído.

—No sé porqué me preguntas si de todos modos lo vas a hacer— se encogió un poco en su lugar.

—Porque me sentiría muy mal si en verdad te estoy obligando— besó su cuello.

—Eres un tonto.

—Tal vez.

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que capítulo tan tenso dIOS

𝙄𝙉𝙎𝙊𝙈𝙉𝙄𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora