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—Hyung, si-sigue así un poco más— Jongseong hablaba mientras miraba aquella bella vista frente a él.

Jungwon saltaba desde hace unos minutos en su miembro, su expresión era tan sexy, de pronto sus ojos conectaron aún más y ahí fue el momento del clímax para Jungwon, apretando sus paredes internas, corriendose mientras gemía el nombre del chico frente suyo y eso fue más que suficiente para satisfacer a Jongseong, haciendo que de igual manera se adentre en su interior.

Pero fueron esos ojitos que Jungwon puso los que hicieron a Jongseong querer continuar aún más.

Me acabas de poner ojos de "cógeme"

Entonces las posiciones se cambiaron, de un empujón, Jongseong tomó el cuello de Jungwon mientras embestía su interior.

Ahora Jungwon estaba debajo.

—¡Ah!— entonces la mano que Jongseong tenía en su cuello empezó a apretarle, así ahorcándolo, pero no le disgustaba para nada, quedarse sin aire se sentía tan bien mientras todo en su interior era estimulado.

—Eres tan flexible— aflojando un poco el agarre en su cuello con su otra mano acarició la piel de las piernas de su mayor, haciéndola llegar hasta chocar con la cama.

—A-Ahí... po-por favor— toda su cabeza era un completo desastre, todo estaba lleno de Jongseong, su mente suplicaba tenerlo a su lado, abrazarlo y ser abrazado.

—¿Aquí te gusta?— volvió a golpear ese punto tan sensible en el cuerpo de su mayor.

Cuando retiró su mano del cuello del peliazul vio que quedaba una marca, que de a poco se ponía roja.

Tu piel se ve tan bonita cuando la marco.

Entonces llevó su boca a su cuello, donde además de dejar una marca de su mano, empezó a besar diferentes zonas dejando algunas marcas en su clavícula, aquella blanca y rosada clavícula con sudor tan dulce, ahí mordió hasta dejar otra marca, esta vez de sus dientes.

Entonces le dio la vuelta a ese pequeño cuerpo debajo de él, para dejarlo apoyado en sus dos rodillas pues sus manos estaban sostenidas para poder embestirlo con más fuerza.

—¡Ah! ¡Mgh!— pequeños, agudos y fuertes quejidos salían de la garganta del mayor.

Jongseong tomó sus dos muñecas agarrándolas con una sola mano para tener la otra libre y poder amasar aquel trasero tan envidiable y firme que Jungwon poseía, sus nalgas redondas y suaves, parecían un par de perlas blancas.

Sin controlar su deseo, empezó a abofetear repetidas veces aquellas nalgas lechosas que ahora eran de un color rojo melocotón.

—¡Ah!

«…»

—¿Quieres un vaso de agua?— el más alto preguntó al pequeño cuerpo envuelto en toallas que estaba acostado en la cama.

—Sipi— esperaba pacientemente ser vestido por las manos de Jongseong.

Cuando terminaron sus 5 rondas seguidas de sexo, Jay limpió su cuerpo en la tina del hotel y después lo envolvió en toallas para que no se resfrié aunque ni frío hacía.

—Hyung, eres tan consentido— le colocó ropa interior y una remera mientras secaba su pelo con una toalla.

—Tú eres el que me hizo consentido— se dejaba hacer y deshacer por Jongseong.

—Hyung... ¿Sabes? los chicos me dijeron que habría una reunión del grupo en nuestra sala de ensayos.

—Vayamos en un rato, aún es temprano, ellos ni deben estar ahí— recién eran las 6 de la mañana —ven y duerme conmigo un momento— jaló a Jongseong del brazo y se acostaron abrazados en aquella cama.

—Cierto— y vio a Jungwon acurrucarse en su pecho y dormir plácidamente ahí, entonces envió un mensaje a Jaeyun.

06:12 am. Retrasen un poco el plan, Hyung está cansado.

𝙄𝙉𝙎𝙊𝙈𝙉𝙄𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora