𝙄𝙉𝙎𝙊𝙈𝙉𝙄𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉

𝘟𝘟𝘟𝘐𝘝

—Este es de Taehyun Hyung— Jungwon miraba varios paquetes en la puerta.

Desde el día en que sus Hyungs le invitaron ese bocado de pastel, no había día en que no haya un pedazo reservado para él ni semana en la que no le lleguen mínimo 5 paquetes de Soobin y Taehyun con regalos y comida.

Esa noche era una premiación importante, volvería a ver a sus Hyungs además de poder hacerse amigo de otros idols.

—Amor, ya es hora de alistarnos, debemos estar antes para los ensayos— Jongseong hablaba ya algo acostumbrado a los regalos que dejaban para Jungwon.

—Oh, cierto.

«…»

—Pueden sentarse a esperar— anunció una chica del staff.

—Gracias— respondieron los idols presentes, eran algunos grupos que se presentaban en el segundo segmento.

Jungwon se sentó en una de las muchas sillas, no estaba muy cansado, pero igual quería sentarse.

—¡Heeseung!— Saludó un chico australiano mayor que ellos, de otro grupo que igual era una tendencia mundial.

—¡Channie Hyung!— Saludo el nombrado.

—¿Todo bien con los chicos?— preguntó, habían algunos días en los que se juntaban para pasar consejos además de ser cercano a Jake.

—Sí, no se descontrolan mucho actualmente.

—Me alegro tanto por ustedes, justo la anterior vez estábamos viendo las noticias y vimos que dos de los chicos son pareja ¿no?

—Sip, puedes verlos ahí— señaló a Jungwon descansando siendo apresado por los brazos de su novio.

—Que lindos, en verdad que valor para anunciarlo.

—Jungwon es muy lindo— Hwang Hyunjin, integrante de la misma banda habló viendo a Jungwon —Es tan esponjoso que podría morir— sus mejillas parecían dos algodones de azúcar.

—Mira sus manitas— Félix, uno de los menores del otro grupo habló de igual manera —Y su cabellito— Jungwon parecía una muñeca de porcelana.

—¿Podemos ir a hablarle?— pidieron aquellos dos a su respectivo líder.

—¿Porqué me piden permiso? Adelante, vayan— parecía padre dejando a sus hijos jugar con los de otro.

—Amor, iré por un café ¿tú quieres algo?— Jongseong se levantó de su lugar, le había dado sed.

—Noup, aquí te espero.

—Bueno~

Justo después de eso, Hyunjin y Felix se acercaron a él, ambos sin saber cómo entablar conversación.

—¡Hyunjin Sunbaenim! ¡Felix sunbaenim!— Jungwon se paró y saludó correspondientemente a los dos superiores que tenía enfrente.

—No nos digas así, no somos tan viejos... solo queríamos venir a saludarte— Hyunjin en verdad quería acariciar el azulado pelo de Jungwon.

—Puedes decirnos Hyung— Felix se sentó a su lado, y Hyunjin en el otro.

—Oh.. ahm..— Jungwon estaba nervioso, eran personas que en verdad admiraba, personas que estaban a su lado tratando de socializar con él —E-entonces... Hyungs...

—¡Tan lindo!— Hyunjin casi cayó al suelo en otra de sus dramatizaciones.

Y con la llegada de otros grupos, el séquito de Jungwon empezó a crecer.

«…»

—Ya llegué— Jongseong, quien solo se había tardado menos de 15 minutos por la fila y la preparación de su café.

Al llegar pudo ver a su novio en medio de varios idols mayores de la industria.

Jungwon estaba sentado al centro, Hyunjin a su derecha, Felix a su izquierda, al lado estaba Soobin y Huening Kai, al lado de Felix estaba Taehyun, sentados en otras sillas o apoyados para estar más cerca de Jungwon estaba Jackson Wang, BamBam, integrantes de Got7 y Wonwoo, The8 de Seventeen.

—Tengo algo de sed...— Jungwon habló bajo, hablar con todos esos Hyungs sin descanso lo había agotado.

—Ya escuchaste, ve por un batido de chocolate— Soobin mandó a Hueningkai por uno de esos.

—Ya vuelvo— y salió corriendo por uno de esos.

Todos al lado de Jungwon eran tan débiles ante lo tierno que no podían alejarse y tampoco es que eso le desagrade a Jungwon, tener a su disposición esa atención lo hacía feliz.

Literalmente con dos palabras mandó a uno de sus mayores para traerle algo de beber.

Cualquiera de ellos habría corrido para complacer a ese lindo chico peliazul.

Cada que sonreía derretía todos los corazones cerca suyo, como un verdadero rayo de sol.

—Te ganaron el lugar— Heeseung habló codeando a Jongseong.

—Sí, pero yo puedo besarlo, esa no me la ganan— sabía de sobra que Jungwon era como un imán para hombres y mujeres.

Y aún no sabía cómo pudo conseguir ser su novio entre toda esa multitud de hombres perfectos.